Es urgente pasar a la configuración de programas que rescaten y apoyen el crecimiento del pequeño comercio, que durante la crisis de la pandemia fue duramente golpeado y que ahora bajo los efectos negativos de la inflación lo mantiene estancado, aseguró Gerardo Cleto López Becerra, Presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar.
En diciembre del año pasado se acumularon más de un millón de pequeños establecimientos que no tuvieron otra alternativa que bajar definitivamente sus cortinas, como resultado del cierre de la economía, de acuerdo con datos del INEGI, recordó.
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Ahora, los efectos de la inflación se reflejan en que los precios de los productos de la canasta básica y de consumo popular se han incrementado en más de 30 por ciento, en promedio, provocando que el consumo y las ventas sean bajas, al igual que las expectativas de miles de tienditas y negocios que mueven la economía local, señaló el presidente de ConComercioPequeño.
“Lo que hemos observado del desempeño de la economía, durante el primer semestre de este año y que se mantiene en el inicio del segundo semestre, es que, para más de 2 millones de pequeños comercios formales, están teniendo ventas de sobrevivencia: lo que venden durante el día sirve para ir pagando a los proveedores y gastos de operación durante la tarde-noche del mismo día con ganancia cero” precisó López Becerra.
Es poco el porcentaje de comercios que si bien están teniendo mejores niveles de operación y sus ventas se han recuperado en más de 50 por ciento, aún no alcanzan los niveles previos a la pandemia. A este sector está “agarrado” casi todo el sector productivo, indicó el dirigente comercial.
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Con pequeñas medidas se puede impulsar la economía, como es abrir las citas del Servicio de Administración Tributaria para dar de alta a cientos de empresas que no han podido iniciar sus actividades por falta de su registro, así como de personas físicas con actividad empresarial y pequeños comerciantes que necesitan recuperar o actualizar sus claves para poder emitir facturas y poder cobrar.
También se pueden mantener opciones para los pequeños contribuyentes que buscan regularizar su situación fiscal, reduciendo los trámites burocráticos para que paguen los impuestos o regularizar su negocio, indicó Gerardo López.
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Otro elemento que puede impulsarse es la recuperación del poder adquisitivo del salario, mediante la reducción de impuestos al salario.
El pequeño comercio necesita una miscelánea fiscal que lo tome en cuenta, generando programas de apoyos que ayuden a recuperarse a todos aquellos que se fueron a la informalidad o comerciantes que se tuvieron que emplear por sueldos de sobrevivencia, así como a todos los negocios que hoy en día mantienen sus cortinas abiertas, pese al difícil panorama que se vive, concluyó López Becerra.
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