El 2023 fue sin duda uno de los años más calurosos que se tengan recuerdo en muchos tiempo en México. Las temperaturas alcanzadas de 33 grados centígrados en la CDMX y hasta 45 en el norte del país, ha provocado que tanto población, como gobierno, trabajen en conjunto para sobrellevar las distintas olas de calor que se han presentado en nuestro país, en donde la población vulnerable como niños y adultos mayores, corren mayor riesgo, pero a caso ¿todos saben como identificar una ola de calor? Aquí te contamos.
Las noticias últimamente hablan sobre las consecuencias de las ondas de calor, sin embargo casi nunca comentan qué es y como poder diferenciarla de las temperaturas normales del cambio de estación.
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Existen muchos factores que pueden indicarnos qué sí es una onda de calor: duración, número de estados afectados y hasta época del año.
Expertos explican que las ondas de calor cada año serán más comunes debido al cambio climático y a pesar de que la tecnología es muy avanzada en términos climatológicos, las tendencias se deben medir en periodos de 30 años pero además, el efecto de los gases invernadero hace aún no se tenga una definición clara de lo que es una ola de calor.
“Sabemos que se trata de episodios de temperaturas anormalmente altas, que se mantienen varios días y afectan a una parte importante de nuestra geografía”.
Lo que se sabe sobre las ondas de calor
Cuando un periodo de tres días consecutivos registra mínimo 10% por encima de la temperatura normal registrada en los últimos 30 años, se puede considerar ola de calor. Además, existen tres factores que determinan la intensidad: temperaturas alcanzadas, duración y territorio afectado.
Las consecuencias de las olas de calor
Las altas temperaturas pueden provocar serios problemas de salud, desde desmayos, deshidratación y hasta la misma muerte, pero claro, todo se puede prevenir si conocemos cómo identificar un golpe de calor.
El cuerpo humano, al sentir el aumento masivo de temperatura, genera una respuesta que genera el sudor y la vasodilatación periférica.
De esta manera el traslado de sangre por el cuerpo se intensifica para facilitar el enfriamiento que puede ocasionar una sobrecarga del sistema cardiovascular.
Además, la sudación excesiva, puede provocar una deshidratación repentina y provocar desvanecimiento.
Por otro lado, el calor extrema puede provocar edema (hinchazón provocada por el exceso de líquido en los tejidos) síncope pérdida súbita de la conciencia), calambres, dolor de cabeza y agotamiento.
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