/ miércoles 26 de agosto de 2020

Más del 90% de los contratos colectivos en México son de protección

Investigadores y abogados laborales sindicatos blancos, un negocio de abogados patronales

Ciudad de México.- A dos años de la llegada de la Cuarta Transformación y de la nueva Reforma Laboral las cosas en el mundo del trabajo han cambiado poco. Aún se calcula que más del 90 por ciento de los contratos en México son de protección.

Aunque no se tiene el dato exacto en números porque se encuentran dispersos en las Juntas Locales de Conciliación.

De acuerdo con una investigación del catedrático de la UNAM, Alfonso Bouzas, nueve de cada 10 contratos colectivos de trabajo son contratos de protección patronal.

En una entrevista con La Prensa, el maestro Alfonso Bouzas Ortiz, explicó que se firman entre el patrón y un sindicato a modo, al que a menudo los trabajadores no conocen. Los falsos líderes sindicales cuentan con decenas de registros sindicales que venden al mejor postor.

Graciela Bensusán Areous, Investigadora de la UAM define a los “contrato de protección”, al contrato colectivo firmado por el patrón con un sindicato a espaldas de los trabajadores, intercambiando dinero y prebendas de diverso tipo para conseguir discrecionalidad en el manejo de las relaciones laborales.

Bouzas Ortiz recordó que tienen décadas denunciando los contratos de protección que se firma a espaldas de los trabajadores en casi todos los sectores industriales. Por lo que fue necesario que a nivel internacional se evidenciara que esto está mal para que se vinieran los cambios.

Ahora se tiene la presión de los sindicatos estadounidenses, que se derivó de la inclusión de un capítulo laboral en el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y la aprobación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Los gringos no quieren que les estallen huelgas, subrayó el abogado Jesús Luna. Es decir, nuestro país debe sanear las relaciones laborales, particularmente la representación de los trabajadores.

El abogado laboral, Pablo Franco, en entrevista con La Prensa resaltó que el sindicato de protección es un modelo de negocio controlado cada vez más por abogados patronales.

Se encuentran en todos los sectores productivos, pero principalmente, las asociadas a la maquiladora y al sector servicios.

A decir de Franco, la acción de los pistoleros suele aparecer cuando los trabajadores se dan cuenta de que tienen un sindicato falso y pretenden organizarse en uno auténtico.

Por su parte, trabajadores de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje expusieron que bajo la figura de contrato de protección operan los llamados sindicatos blancos, que son aquellos que supuestamente se encuentran inscritos, pero no representan a los trabajadores ni presentan actividad.

Abogados laborales entrevistados por este diario resaltaron que anteriores gobiernos y el actual presumen de la paz laboral y efectivamente, la han garantizado con el tipo de sindicalismo que tenemos.

Jesús Luna subrayó que las reformas constitucionales del 27 de febrero de 2017 están destinadas a acabar con la simulación sindical y contractual.

“El cambio de gobierno nos hizo pensar en mejores condiciones en materia laboral. Pero la realidad, es que el gobierno ha permitido porque los contratos de protección garantizan la “paz laboral” y los sindicatos y confederaciones que los ofrecen también garantizan esa situación”, remarcó un abogado en la JFCA.

Ignacio Huitzil | La Prensa

SE DEBE CUMPLIR CON EL T-MEC

De acuerdo al capítulo laboral del T-MEC, hay disposiciones específicas para México como garantizar el derecho de los trabajadores a participar en actividades de negociación colectiva y a formar o afiliarse al sindicato que elijan.

Así como establecer órganos independientes e imparciales para registrar elecciones sindicales y resolver disputas relacionadas con contratos colectivos y garantizar la transparencia de los mismos, entre otros.

Para mantener en línea el modelo laboral mexicano y dar cumplimiento a las exigencias de Estados Unidos y Canadá, asentadas en el T-MEC México avanzará de manera muy rápida en la eliminación de los contratos de protección, comentó el 6 de junio del año pasado, la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde.

Efectivamente, el abogado Pablo Franco, resaltó que “será necesario que las empresas mexicanas lleven a cabo un análisis de su estrategia sindical, sobre todo aquellas que cuentan con un contrato colectivo de trabajo «no activo» o de protección”.

Alcalde Luján declaró que se eliminarían de manera rápida los contratos de protección. “En agosto (2019) se publicará el protocolo para actualizar cerca de 20,000 contratos colectivos de trabajo registrados a nivel federal.

David Deolarte | La Prensa

Zar de los contratos de protección

Hace poco más de 30 años se conocía a Ramón Gámez, dirigente de la Federación Sindical de la Coordinadora Nacional de Trabajadores (FSCNT), como el zar de los contratos de protección.

De acuerdo a información de la OIT, la Coordinadora Nacional de Trabajadores, que aglutina a más de 15 sindicatos y tenía el control aproximado de más de 2 mil contratos colectivos de protección. “Los principales líderes son Rubén Romo Martínez, José Sergio Guerrero Villa, Alejandro García Orozco, Antonio Bourge Ruiz y Jorge Trejo Hernández.

Los gremios que estos dirigentes controlan tienen presencia en los sectores de la aviación, químico, farmacéutico, turístico, restaurantero, metalúrgico, vidriero, de la construcción, infraestructura portuaria, servicios y recreación, centros deportivos y en el sector de las comunicaciones y transportes.

Se sabe que actualmente posee la titularidad de los contratos colectivos de empresas nacionales y trasnacionales dedicadas a la prestación de servicios, laboratorios, importación y exportación, cines, supermercados, almacenes comerciales, petroquímica y construcción.

De Ramón Gámez se hablaba que había tejido una red de agrupaciones sindicales que operan en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México desde 1981. El Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, Similares y Conexos cobijaba a la Unión Mexicana de Equipajeros de Express y de Carga, gremios fundados en los ochenta por Gámez Martínez.

La relación entre Ramón Gámez Martínez y Rubén Romo Martínez se confirmaba en el registro sindical 104217 de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal, donde ambos aparecían como secretarios del Sindicato Progresista "Justo Sierra".

En el caso de Gámez son innumerables los sindicatos que tiene bajo su “tutela”, detenta los contratos colectivos de Cinemex y de casi todas las tiendas comerciales de esta ciudad, de comida rápida, restaurantes.

A la fecha, en Contratos Colectivos de Trabajo registrados ante la JFCA, aparece esa empresa cinematográfica, con el Sindicato Progresista de Trabajadores y Empleados de Espectáculos Servicios y Actividades Recreativas de la RM.

Pero litigantes de la JLCA se habla que afamados despachos patronales son los que tienen en la actualidad un gran número de contratos de protección.

En agosto del 2009, en la presentación del libro: “Evaluación de la Contratación Colectiva en el Distrito Federal”, se dijo que entre los principales personajes que ostentan ese tipo de contratos, estaba Ramón Gámez; Víctor Manuel Mendoza y Rubén Romo (con 945 contratos), quienes han convertido de esto un negocio familiar con el contubernio de autoridades.

Ahí, el Alfonso Bouzas aseguraba que el sindicalismo de “protección” es un negocio millonario de algunas familias, donde padres, hijos y parientes cercanos “administran decenas de sindicatos y contratos colectivos impunemente, se reeligen indefinidamente, nunca realizan elecciones ni asambleas, reciben igualas de las empresas para evitar revisiones salariales, todo con la complacencia de autoridades laborales”.

Los sindicatos blancos usan machotes de contratos colectivos que sólo rellenan con los nombres de los trabajadores; firman los contratos antes de que la propia empresa se instale, como en el caso de Wal-Mart, refiere la investigación.

Jaime Llera | La Prensa

Cumplir con requisitos de nueva LFT

En los cambios que se aprobaron a la LFT, refieren especialistas, tan solo para la firma de un contrato colectivo de trabajo nuevo se requiere cumplir con cuatro fases: contar con un sindicato, que sea ratificado a través de la Constancia de Representatividad, votar con los trabajadores el pliego de peticiones, y una vez que se llega a un acuerdo, será necesario que se ponga, de nueva cuenta, a consideración de los trabajadores para que sea votado de manera libre, directa y secreta.

Desencuentro entre Aceves del Olmo y Napo por contratos de protección

El pasado 27 de julio, el dirigente de la CTM, Carlos Aceves del Olmo protagonizó un desencuentro con Napoleón Gómez Urrutia por los contratos de protección patronal.

Debido a que éste último denunció que se siguen firmando contratos de protección patronal que van en detrimento de los trabajadores. Dijo que tenía en su poder una misiva donde 27 congresistas de Estados Unidos acusaron a nuestro país de mantener los contratos colectivos de protección, en donde los trabajadores no son tomados en cuenta, a pesar de la aprobación de la reforma laboral.

En respuesta, el líder de la CTM, criticó que Napoleón Gómez Urrutia aprovechara su posición como presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social para abordar asuntos personales o de grupo. Y recordó que, a pesar de ser líder del sindicato minero, el senador por Morena perdió también el contrato de la principal minera de México con la CTM.

Napoleón Gómez Urrutia reviró acusando tanto a la CTM como a la CROC de ser dueños de contratos de protección patronal y no querer cambiar.

Algunos confían que haya un aire renovador en el sindicalismo mexicano, ya que el año pasado, con las reformas a la Ley Federal del Trabajo se abrió la puerta para un cambio en las relaciones laborales entre patrones y trabajadores y se dé la posibilidad de acceder a la justicia laboral, ejercer la libertad de asociación y conformar sindicatos que se ocupen de defender efectivamente sus intereses.

En la práctica, sin embargo, las cosas no están cumpliendo con las expectativas de los trabajadores.

Ciudad de México.- A dos años de la llegada de la Cuarta Transformación y de la nueva Reforma Laboral las cosas en el mundo del trabajo han cambiado poco. Aún se calcula que más del 90 por ciento de los contratos en México son de protección.

Aunque no se tiene el dato exacto en números porque se encuentran dispersos en las Juntas Locales de Conciliación.

De acuerdo con una investigación del catedrático de la UNAM, Alfonso Bouzas, nueve de cada 10 contratos colectivos de trabajo son contratos de protección patronal.

En una entrevista con La Prensa, el maestro Alfonso Bouzas Ortiz, explicó que se firman entre el patrón y un sindicato a modo, al que a menudo los trabajadores no conocen. Los falsos líderes sindicales cuentan con decenas de registros sindicales que venden al mejor postor.

Graciela Bensusán Areous, Investigadora de la UAM define a los “contrato de protección”, al contrato colectivo firmado por el patrón con un sindicato a espaldas de los trabajadores, intercambiando dinero y prebendas de diverso tipo para conseguir discrecionalidad en el manejo de las relaciones laborales.

Bouzas Ortiz recordó que tienen décadas denunciando los contratos de protección que se firma a espaldas de los trabajadores en casi todos los sectores industriales. Por lo que fue necesario que a nivel internacional se evidenciara que esto está mal para que se vinieran los cambios.

Ahora se tiene la presión de los sindicatos estadounidenses, que se derivó de la inclusión de un capítulo laboral en el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y la aprobación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Los gringos no quieren que les estallen huelgas, subrayó el abogado Jesús Luna. Es decir, nuestro país debe sanear las relaciones laborales, particularmente la representación de los trabajadores.

El abogado laboral, Pablo Franco, en entrevista con La Prensa resaltó que el sindicato de protección es un modelo de negocio controlado cada vez más por abogados patronales.

Se encuentran en todos los sectores productivos, pero principalmente, las asociadas a la maquiladora y al sector servicios.

A decir de Franco, la acción de los pistoleros suele aparecer cuando los trabajadores se dan cuenta de que tienen un sindicato falso y pretenden organizarse en uno auténtico.

Por su parte, trabajadores de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje expusieron que bajo la figura de contrato de protección operan los llamados sindicatos blancos, que son aquellos que supuestamente se encuentran inscritos, pero no representan a los trabajadores ni presentan actividad.

Abogados laborales entrevistados por este diario resaltaron que anteriores gobiernos y el actual presumen de la paz laboral y efectivamente, la han garantizado con el tipo de sindicalismo que tenemos.

Jesús Luna subrayó que las reformas constitucionales del 27 de febrero de 2017 están destinadas a acabar con la simulación sindical y contractual.

“El cambio de gobierno nos hizo pensar en mejores condiciones en materia laboral. Pero la realidad, es que el gobierno ha permitido porque los contratos de protección garantizan la “paz laboral” y los sindicatos y confederaciones que los ofrecen también garantizan esa situación”, remarcó un abogado en la JFCA.

Ignacio Huitzil | La Prensa

SE DEBE CUMPLIR CON EL T-MEC

De acuerdo al capítulo laboral del T-MEC, hay disposiciones específicas para México como garantizar el derecho de los trabajadores a participar en actividades de negociación colectiva y a formar o afiliarse al sindicato que elijan.

Así como establecer órganos independientes e imparciales para registrar elecciones sindicales y resolver disputas relacionadas con contratos colectivos y garantizar la transparencia de los mismos, entre otros.

Para mantener en línea el modelo laboral mexicano y dar cumplimiento a las exigencias de Estados Unidos y Canadá, asentadas en el T-MEC México avanzará de manera muy rápida en la eliminación de los contratos de protección, comentó el 6 de junio del año pasado, la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde.

Efectivamente, el abogado Pablo Franco, resaltó que “será necesario que las empresas mexicanas lleven a cabo un análisis de su estrategia sindical, sobre todo aquellas que cuentan con un contrato colectivo de trabajo «no activo» o de protección”.

Alcalde Luján declaró que se eliminarían de manera rápida los contratos de protección. “En agosto (2019) se publicará el protocolo para actualizar cerca de 20,000 contratos colectivos de trabajo registrados a nivel federal.

David Deolarte | La Prensa

Zar de los contratos de protección

Hace poco más de 30 años se conocía a Ramón Gámez, dirigente de la Federación Sindical de la Coordinadora Nacional de Trabajadores (FSCNT), como el zar de los contratos de protección.

De acuerdo a información de la OIT, la Coordinadora Nacional de Trabajadores, que aglutina a más de 15 sindicatos y tenía el control aproximado de más de 2 mil contratos colectivos de protección. “Los principales líderes son Rubén Romo Martínez, José Sergio Guerrero Villa, Alejandro García Orozco, Antonio Bourge Ruiz y Jorge Trejo Hernández.

Los gremios que estos dirigentes controlan tienen presencia en los sectores de la aviación, químico, farmacéutico, turístico, restaurantero, metalúrgico, vidriero, de la construcción, infraestructura portuaria, servicios y recreación, centros deportivos y en el sector de las comunicaciones y transportes.

Se sabe que actualmente posee la titularidad de los contratos colectivos de empresas nacionales y trasnacionales dedicadas a la prestación de servicios, laboratorios, importación y exportación, cines, supermercados, almacenes comerciales, petroquímica y construcción.

De Ramón Gámez se hablaba que había tejido una red de agrupaciones sindicales que operan en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México desde 1981. El Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, Similares y Conexos cobijaba a la Unión Mexicana de Equipajeros de Express y de Carga, gremios fundados en los ochenta por Gámez Martínez.

La relación entre Ramón Gámez Martínez y Rubén Romo Martínez se confirmaba en el registro sindical 104217 de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal, donde ambos aparecían como secretarios del Sindicato Progresista "Justo Sierra".

En el caso de Gámez son innumerables los sindicatos que tiene bajo su “tutela”, detenta los contratos colectivos de Cinemex y de casi todas las tiendas comerciales de esta ciudad, de comida rápida, restaurantes.

A la fecha, en Contratos Colectivos de Trabajo registrados ante la JFCA, aparece esa empresa cinematográfica, con el Sindicato Progresista de Trabajadores y Empleados de Espectáculos Servicios y Actividades Recreativas de la RM.

Pero litigantes de la JLCA se habla que afamados despachos patronales son los que tienen en la actualidad un gran número de contratos de protección.

En agosto del 2009, en la presentación del libro: “Evaluación de la Contratación Colectiva en el Distrito Federal”, se dijo que entre los principales personajes que ostentan ese tipo de contratos, estaba Ramón Gámez; Víctor Manuel Mendoza y Rubén Romo (con 945 contratos), quienes han convertido de esto un negocio familiar con el contubernio de autoridades.

Ahí, el Alfonso Bouzas aseguraba que el sindicalismo de “protección” es un negocio millonario de algunas familias, donde padres, hijos y parientes cercanos “administran decenas de sindicatos y contratos colectivos impunemente, se reeligen indefinidamente, nunca realizan elecciones ni asambleas, reciben igualas de las empresas para evitar revisiones salariales, todo con la complacencia de autoridades laborales”.

Los sindicatos blancos usan machotes de contratos colectivos que sólo rellenan con los nombres de los trabajadores; firman los contratos antes de que la propia empresa se instale, como en el caso de Wal-Mart, refiere la investigación.

Jaime Llera | La Prensa

Cumplir con requisitos de nueva LFT

En los cambios que se aprobaron a la LFT, refieren especialistas, tan solo para la firma de un contrato colectivo de trabajo nuevo se requiere cumplir con cuatro fases: contar con un sindicato, que sea ratificado a través de la Constancia de Representatividad, votar con los trabajadores el pliego de peticiones, y una vez que se llega a un acuerdo, será necesario que se ponga, de nueva cuenta, a consideración de los trabajadores para que sea votado de manera libre, directa y secreta.

Desencuentro entre Aceves del Olmo y Napo por contratos de protección

El pasado 27 de julio, el dirigente de la CTM, Carlos Aceves del Olmo protagonizó un desencuentro con Napoleón Gómez Urrutia por los contratos de protección patronal.

Debido a que éste último denunció que se siguen firmando contratos de protección patronal que van en detrimento de los trabajadores. Dijo que tenía en su poder una misiva donde 27 congresistas de Estados Unidos acusaron a nuestro país de mantener los contratos colectivos de protección, en donde los trabajadores no son tomados en cuenta, a pesar de la aprobación de la reforma laboral.

En respuesta, el líder de la CTM, criticó que Napoleón Gómez Urrutia aprovechara su posición como presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social para abordar asuntos personales o de grupo. Y recordó que, a pesar de ser líder del sindicato minero, el senador por Morena perdió también el contrato de la principal minera de México con la CTM.

Napoleón Gómez Urrutia reviró acusando tanto a la CTM como a la CROC de ser dueños de contratos de protección patronal y no querer cambiar.

Algunos confían que haya un aire renovador en el sindicalismo mexicano, ya que el año pasado, con las reformas a la Ley Federal del Trabajo se abrió la puerta para un cambio en las relaciones laborales entre patrones y trabajadores y se dé la posibilidad de acceder a la justicia laboral, ejercer la libertad de asociación y conformar sindicatos que se ocupen de defender efectivamente sus intereses.

En la práctica, sin embargo, las cosas no están cumpliendo con las expectativas de los trabajadores.

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