/ miércoles 2 de agosto de 2023

Katya C. Echazarreta, la mexicana que pasó de dormir en un garaje a volar al espacio con la NASA

Katya se convirtió en la primera mujer nacida en México en volar al espacio

Varios son los niños y niñas que se sienten atraídos por el espacio, las naves espaciales y todo lo relacionado con estos temas. Además, muchos de ellos desde muy pequeños sueñan con ser astronautas y cuándo les preguntan qué quieren ser cuando crezcan, no dudan y responden con mucha emoción que eso, astronautas.

Esa historia se cumplió con Katya Celeste Echazarreta González, quien nació en Jalisco y emigró a los ocho años hacia los Estados Unidos con la ilusión de tener un mejor futuro.

Pero tan solo llegar a la Unión Americana se enfrentó con el primer gran problema, el idioma, pues al no hablar inglés, le implicó dificultades en la escuela, donde pasó de ser una alumna destacada, se relegó por no poderse dar a comunicar en una lengua que no era la suya.

No obstante, no fue el único obstáculo que se topó, pues también padeció racismo y xenofobia por parte de los estadounidenses, pero peor aún, por otros latinos e incluso mexicanos, que por hablar un poquito el inglés, la discriminaron:

“Si no hablas o te ves como uno de ellos, te hacen a un lado, te discriminan”, comentó para el podcast Creativo, de Roberto Martínez.

Sin embargo, ella tenía muy claro su objetivo, continuar con sus estudios universitarios y llegar por qué no, a ser una astronauta de la NASA.

TE PUEDE INTERESAR: Katya Echazarreta encabezará el primer campamento aeroespacial en México, Misión Marte 2023

Problemas económicos


Por si fuera poco, Katya enfrentó una dificultad más, el abandono de su padre, justo cuando iba a comenzar con sus estudios de ingeniería eléctrica, una de las tres carreras más difíciles y demandadas en el mundo.

Fue una de las etapas más complejas de su vida, comenta la misma Katya: “(…) ya que te das cuenta de que tu padre no era la persona que tú creías”.

Con esta situación, vinieron los problemas económicos, pues su padre ya no la apoyó económicamente, así que tuvo que remar contra corriente una vez más.

Así que tuvo que buscar un empleo e irse a vivir a un garaje, que le proporcionó la amiga de su mamá, y poco a poco, comenzó a salir adelante con sus gastos y apoyando a su madre con algo de dinero.

Ahora el machismo


Lejos de acabarse los problemas, en la universidad Katya se topó con uno más, el machismo por parte de sus compañeros de carrera, ya que es un ámbito en el que predominan los hombres, quienes le decían que se dedicara a otra cosa, porque la ingeniería eléctrica no era para mujeres.

Y de esto se daba cuenta cada día, al ver que en el rubro económico que proporcionaba su carrera, era dominado por los varones.

@aprendeconplatzi El progreso no solo es tecnológico, tenemos que avanzar como humanidad para tener más empatía y ser mejores personas. Si lo dice #KatyaEchazarreta es por algo 👩‍🚀💖 #libredeser #empatia #progreso #entrevista #astronauta #consejo #wholesome ♬ sonido original - Platzi

Su esfuerzo comenzó a rendir frutos


Pero su impecable desempeño académico y actitud la hizo acreedora a una de las becas más importantes del país, con un beneficio de 40 mil dólares que le cayeron de maravilla para costear sus gastos y los de su madre.

Para ese momento, no había nada que detuviera a Katya, ya lo más difícil lo había superado y estaba más que convencida de que no podía decepcionarse a sí misma ni a sus seres queridos, por lo que con más entusiasmo continuó con sus estudios.

Se volvió una de las mejores estudiantes de su generación, mantuvo la beca y concluyó sus estudios universitarios con buenísimas notas y en tres años.

Con la frente en alto y después de sortear muchos obstáculos y trabajar muy duro, Katya Celeste Echazarreta ingresó a la NASA y en 2022 voló al espacio junto con cinco compañeros en la misión Blue Origin NS-2, cumpliendo así, el sueño que desde muy niña tenía y pudo verlo hecho realidad.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem


Varios son los niños y niñas que se sienten atraídos por el espacio, las naves espaciales y todo lo relacionado con estos temas. Además, muchos de ellos desde muy pequeños sueñan con ser astronautas y cuándo les preguntan qué quieren ser cuando crezcan, no dudan y responden con mucha emoción que eso, astronautas.

Esa historia se cumplió con Katya Celeste Echazarreta González, quien nació en Jalisco y emigró a los ocho años hacia los Estados Unidos con la ilusión de tener un mejor futuro.

Pero tan solo llegar a la Unión Americana se enfrentó con el primer gran problema, el idioma, pues al no hablar inglés, le implicó dificultades en la escuela, donde pasó de ser una alumna destacada, se relegó por no poderse dar a comunicar en una lengua que no era la suya.

No obstante, no fue el único obstáculo que se topó, pues también padeció racismo y xenofobia por parte de los estadounidenses, pero peor aún, por otros latinos e incluso mexicanos, que por hablar un poquito el inglés, la discriminaron:

“Si no hablas o te ves como uno de ellos, te hacen a un lado, te discriminan”, comentó para el podcast Creativo, de Roberto Martínez.

Sin embargo, ella tenía muy claro su objetivo, continuar con sus estudios universitarios y llegar por qué no, a ser una astronauta de la NASA.

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Problemas económicos


Por si fuera poco, Katya enfrentó una dificultad más, el abandono de su padre, justo cuando iba a comenzar con sus estudios de ingeniería eléctrica, una de las tres carreras más difíciles y demandadas en el mundo.

Fue una de las etapas más complejas de su vida, comenta la misma Katya: “(…) ya que te das cuenta de que tu padre no era la persona que tú creías”.

Con esta situación, vinieron los problemas económicos, pues su padre ya no la apoyó económicamente, así que tuvo que remar contra corriente una vez más.

Así que tuvo que buscar un empleo e irse a vivir a un garaje, que le proporcionó la amiga de su mamá, y poco a poco, comenzó a salir adelante con sus gastos y apoyando a su madre con algo de dinero.

Ahora el machismo


Lejos de acabarse los problemas, en la universidad Katya se topó con uno más, el machismo por parte de sus compañeros de carrera, ya que es un ámbito en el que predominan los hombres, quienes le decían que se dedicara a otra cosa, porque la ingeniería eléctrica no era para mujeres.

Y de esto se daba cuenta cada día, al ver que en el rubro económico que proporcionaba su carrera, era dominado por los varones.

@aprendeconplatzi El progreso no solo es tecnológico, tenemos que avanzar como humanidad para tener más empatía y ser mejores personas. Si lo dice #KatyaEchazarreta es por algo 👩‍🚀💖 #libredeser #empatia #progreso #entrevista #astronauta #consejo #wholesome ♬ sonido original - Platzi

Su esfuerzo comenzó a rendir frutos


Pero su impecable desempeño académico y actitud la hizo acreedora a una de las becas más importantes del país, con un beneficio de 40 mil dólares que le cayeron de maravilla para costear sus gastos y los de su madre.

Para ese momento, no había nada que detuviera a Katya, ya lo más difícil lo había superado y estaba más que convencida de que no podía decepcionarse a sí misma ni a sus seres queridos, por lo que con más entusiasmo continuó con sus estudios.

Se volvió una de las mejores estudiantes de su generación, mantuvo la beca y concluyó sus estudios universitarios con buenísimas notas y en tres años.

Con la frente en alto y después de sortear muchos obstáculos y trabajar muy duro, Katya Celeste Echazarreta ingresó a la NASA y en 2022 voló al espacio junto con cinco compañeros en la misión Blue Origin NS-2, cumpliendo así, el sueño que desde muy niña tenía y pudo verlo hecho realidad.

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