La presencia de la Guardia Nacional en la Ciudad de México y otras entidades del país, no significa que haya mejorado la seguridad y bajado los niveles de violencia, al contrario, su presencia no es sinónimo de que la seguridad en la capital esté reforzada, debido a que no ejecuta operativos por sí mismos, no realiza labores de inteligencia y sus recorridos por las calles son sólo persuasivos, de presencia o acompañamiento a la policía local, señaló la organización Causa en Común.
En la presentación del Informe del Observatorio de la Guardia Nacional y la Militarización en México y Causa en Común se informó que corroboraron que en la Ciudad de México sus efectivos realizaron labores para encontrar prófugos, mientras que, en Yucatán, apoyaron en el combate al robo en casa habitación; en Oaxaca realizaron un operativo para tener un regreso a clases seguro.
La presidenta de Causa en Común recordó que se prevé que construyan 14 cuarteles de la Guardia Nacional en la Ciudad de México; y dijo que en 2020, el número de uniformados pasó a 12,751, en 2021 a12, 369 y para este 2022 llegó a la cantidad es de 13,111 elementos.
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Las atribuciones que se le han asignado a las Fuerzas Armadas (GN incluida), dentro o por fuera de la ley, incluyen también la construcción de infraestructura como el aeropuerto Felipe Ángeles, sucursales del Banco de Bienestar y el “tren maya” por lo muchos militares no están de acuerdo en que los sigan utilizando como constructores.
También son los encargados de la distribución de vacunas e insumos por la pandemia de Covid-19; el reparto de fertilizantes y árboles para el programa Sembrando Vida.
La operación de aduanas, puertos y marina mercante; la operación de la Agencia Federal de Aviación Civil; el traslado de dinero de programas sociales; el reparto de libros de texto gratuito, la entrega de regalos del Día de Reyes; el cuidado de playas en época vacacional; el resguardo de personajes públicos y de actores políticos, reemplazando en todos los casos a personal civil capacitado y con experiencia.
Un equipo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) hacontabilizado ya 246 atribuciones civiles a las Fuerzas Armadas.
María Elena Morera, presidenta de Causa en Común; Claudia Anaya, senadora de la comisión de gobernación; el analista de seguridad Alejandro Hope y Estefanía Vela, directora de Intersecta, señalaron que a tres años de la creación de la Guardia Nacional, se reafirma su carácter militar y su ineficacia.
Dijeron que la Sedena, a cargo de Luis Crescencio Sandoval, se ha convertido en una super secretaría.
Estefanía Vela aseguró que actualmente la Sedena es la segunda secretaría con más plazas con un total de 260 mil, mientras que en el gobierno de Felipe Calderón ocupaba el cuarto lugar en este rango.
La presidenta de Causa en Común, advirtió que ya no solo se trata de su injerencia en la Guardia Nacional, sino que de ser un asunto cuantitativo por el número de efectivos en esta corporación a través de su presencia en diversas secretarías con 163 cargos de primer nivel otorgados a altos mandos militares en el Instituto Nacional de Migración, ISSSTE y otros, ha pasado a ser un asunto cualitativo porque los militares se están convirtiendo en un acto político en México.
En abierta violación a la Constitución, se avanza en la militarización de la Guardia Nacional. “El actual gobierno ha incrementado, como ningún otro, la presencia y el poder de las Fuerzas Armadas no solo en tareas de seguridad pública, sino en muchas otras que corresponden al ámbito civil”, manifestó.
En el informe destaca la violación constitucional que implica que dicha corporación sea una extensión de las Fuerzas Armadas y la ausencia de resultados a la luz de los niveles de criminalidad que vive el país.
María Elena Morera señaló que “ya no estamos hablando solo de militarización, sino de militarismo; están intentando cambiar nuestra cultura civilista por una cultura militarista. Desde el Observatorio, se seguirá insistiendo para frenar este proceso que va en contra de nuestra democracia”.
Alejandro Hope resaltó que este informe reafirma que la Guardia Nacional es una ficción administrativa y una simulación, dado su indudable carácter militar. Añadió que la relación establecida en esta administración con las Fuerzas Armadas hará muy difícil la relación con el nuevo presidente, si es que éste pretende replantearla.
Estefanía Vela señaló que el informe del Observatorio es de gran trascendencia debido a que la información que contiene revela que lo previsto en la Constitución no se está cumpliendo y que “alguien que no cumple con lo que manda la Carta Magna no puede hacerse llamar incorruptible…Nadie tendría que reformar la Constitución si ésta le diera la razón”.
En tanto, la Senadora Claudia Anaya comentó los riesgos de que este proyecto militarista siga avanzando, “porque lo que se aprobó en el Congreso era un cuerpo civil”. Insistió en la necesidad de recuperar las instituciones civiles que el país requiere y que la ley establece.
Hope afirmó el 80 por ciento de los elementos que integran la Guardia Nacional cobran directamente en la Sedeña y en la Secretaría de Marina, lo cual confirma el carácter castrense de la institución y todos los cuarteles que se han construido son con recursos de la Sedena y en predios donados a la misma. El otro 20% en la SSC.
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Abundó que el presidente Andrés Manuel López Obrador ve a las a fuerzas armadas como “un garante a su legado que sugiere lealtad a su persona y a su proyecto de nación y no a la investidura presidencial y a la legalidad que marca la Constitución”.
En su opinión, la Guardia Nacional es una ficción administrativa. El presidente la está usando como capital político, busca una lealtad al proyecto y no precisamente la legalidad".
"Lo que aprobamos en el Senado terminó siendo una cosa totalmente diferente. Aprobamos una corporación civil y terminó siendo una corporación de carácter militar. Todos los coordinadores regionales de la GN son militares", resaltó la Senadora Claudia Anaya.
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