Al señalar que la capital del país padece una serie de problemas surgidos de la acción humana, en especial en el tema de la basura, con 13 mil 149 toneladas de residuos sólidos diarios, que necesitan ser correctamente dispuestos, la presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico del Congreso de la Ciudad de México, Silvia Sánchez Barrios, refirió que con un enfoque de economía circular se puede luchar contra las múltiples resistencias sociales e institucionales.
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La integrante de la bancada del PRI en el recinto de Donceles y Allende, en este sentido, se refirió a la falta de reglamentación y el impulso institucional, e incluso se pronunció contra los prejuicios empresariales, al cargarlos con las responsabilidades ambientales.
Para la representante popular priísta, la economía circular es una posible solución de carácter transversal, que rompe con la lógica económica de producir bienes para desecharlos al final de su vida útil, como productos inservibles y que solo son dispuestos en rellenos sanitarios o tiraderos, situación que es responsable de la enorme huella ecológica de la sociedad.
Al participar en el foro “Economía Circular, un nuevo paradigma en el desarrollo de la Ciudad”, declaró “es momento de reconocer que este enfoque, con la reglamentación adecuada, va a generar un potencial y a crear toda una industria nueva, que amplíe el alcance y los márgenes de las empresas que cerrarán el círculo, y donde sus materias primas sean suministradas por sus propios procesos de disposición de tecnologías”.
REINTEGRAR LOS PRODUCTOS
Sánchez Barrios delineó que la economía circular propone un ciclo, en donde los productos pueden ser reintegrados a una cadena de valor, ya sea mediante su reparación, modificación o su transformación en productos útiles para el beneficio social.
“Con esto se logrará minimizar el costo ambiental de su producción, el daño ambiental al desecharlos, la producción de residuos sólidos, e incluso el costo económico para los ciudadanos, alargando la vida útil de sus bienes”, detalló.
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Ejemplificó que muy bien una empresa telefonía o de equipos de cómputo, muy bien puede recolectar aparatos descompuestos u obsoletos y ofrecerlos a sus proveedores para que estos reciclen y obtengan materias primas, con lo que se reducirían costos y al mismo tiempo disminuiría el impacto ambiental.
Mencionó que pese al trabajo del gobierno local y de alcaldías, ese problema y muchos otros que se relacionan con el medio ambiente, amenazan con desbordar a las instituciones.
Consideró que se puede crear una industria donde no solo exista minería de residuos electrónicos, sino de separación, con la consecuente creación de trabajo, al tiempo que sostuvo que existe toda una riqueza empresarial a nivel local, no sólo para el medio ambiente, como potencial dinamizador para la metrópoli.
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Detalló que es importante reforzar los lazos entre la iniciativa privada, los gobiernos de las alcaldías y de la Ciudad de México, con los representantes populares, para crear el andamiaje adecuado en beneficio de todos los habitantes de la urbe.
“No duden de la preocupación medioambiental que, como representantes locales y ciudadanos, tenemos para impulsar proyectos, legislaciones y diversas iniciativas sobre este tema”, aseveró.
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