En los hospitales públicos de la Ciudad de México, la ausencia de lockers, bebedores de agua potable, botes de basura, comida e incluso sillas cómodas, merman significativa la higiene y el momento de espera para familiares y acompañantes de un paciente, denunció el presidente de la Comisión de Protección Civil y Gestión Integral der Riesgos del Congreso capitalino, Héctor Barrera Marmolejo.
Por lo anterior, invitó a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, a recorrer las áreas de espera en los hospitales, en tanto que a funcionarios de la Secretaría de Administración y Finanzas (SAT), a destinar presupuesto para instalar cafeterías gratuitas, pantallas informativas, contenedores de agua potable e internet de acceso libre.
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Delineó que la sala de espera suele ser el primer contacto que la familia del paciente tiene con los servicios dentro de un hospital, por lo que es ahí donde debe comenzar cualquier estrategia de apoyo, tanto de índole psicológico como emocional.
“Lo único cierto es que miles de familiares de los pacientes se pasan horas en las salas de espera todos los días, pero creemos que es el momento de reflexionar profundamente y reexaminar el propósito de estas áreas que deben ser mejoradas”, detalló.
El integrante de la bancada del PAN en el órgano deliberativo, expuso que en ciertos momentos de la ardua espera se observan también con frecuencia niños pequeños que juegan en el suelo.
“Ahí, la vida y la muerte conviven, las salas de espera se convierten en una sala de juegos, en un comedor, un dormitorio y también un velatorio”, expresó.
Dentro de ese contexto, el diputado local panista pidió a Claudia Sheinbaum recorrer junto con él, las áreas de espera de hospitales públicos de la metrópoli, a fin de constatar el sentir de las personas que ahí pernoctan.
Pidió que la SAF de la administración capitalina, por lo pronto, asigne un presupuesto especial para la Secretaría de Salud (SEDESA), para instalar pantallas informativas, un línea telefónica, así como red de wifi de libre acceso, cafetería gratuita, centro de carga funcional para dispositivos móviles, seguridad las 24 horas, disponibilidad de asientos en cantidad y calidad suficiente para atender la demanda específica de cada hospital.
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“La duración de la espera, con frecuencia larga e incierta para los acompañantes, es una causa mayor de angustia y desesperación. Los familiares viven una incertidumbre total; no saben si su enfermo saldrá con vida ni cuándo estará dado de alta”, sentenció.
Abundó que pese a que se turnan los acompañantes de pacientes, acumulan horas, días, semanas e incluso meses en no hacer otra cosa más que esperar. Comentó que en estas condiciones, la arquitectura interior y el mobiliario influyen sobre el estado de ánimo y el cansancio físico de los acompañantes.
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