Como cada día 28 de mes, los fieles creyentes de San Judas Tadeo visitan la iglesia de San Hipólito y San Casiano, ubicada en avenida Hidalgo y Paseo de la Reforma, para agradecer los favores recibidos por el santo de las causas nobles.
Así los fieles arriban a la iglesia para expresarle su agradecimiento a San Juditas, como le llaman, y ofrecerle veladoras y arreglos florales.
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Javier Michael, procedente de Irapuato, Guanajuato, dijo que es la primera vez que visita la casa de San Judas Tadeo para agradecerle y pedirle unos “favores”; él entró a la iglesia con una veladora para ofrecérsela al santo.
“Vine a visitar a San Juditas, a pedirle por unos detalles que traemos; pedirle por que tengamos salud, por trabajo y bendiciones para la familia”.
Álvaro Flores, también de Irapuato, comentó que igualmente es su primera vez que viene a la Ciudad de México, y decidió venir a la iglesia de San Juditas Tadeo, para agradecerle por los favores realizados, además de pedirle por su salud, le pide que siga contando con trabajo y buena salud para sus seres queridos.
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“Vengo a ver a San Juditas, a pedirle que todos mis familiares tengan salud y que no nos falte el trabajo, además de pedirle que no nos haga falta el dinero”, añadió el señor Flores.
Otra de sus fieles, Carmen Morier Zabaleta, dijo que su visita es porque vino a dar las gracias porque su niño había nacido bien, además de pedirle al santo de las causas nobles por salud para todos sus familiares y que no les haga falta el trabajo.
“Vengo a darle las gracias de que mi bebé nació bien. No fui a ninguna consulta y mi nene nació saludable”.
Dijo que espera que su hijo sea bautizado en la iglesia de San Hipólito en los próximos días, “si todo va bien, esperamos, primeramente Dios, que mi hijo sea bautizado aquí”.
SAN JUDAS Y LOS NIÑOS
A lo largo de mi vida me ha tocado ser testigo de personas que se acercan angustiadas a San Judas para pedir su intercesión por la salud de sus hijos o un embarazo esperado con ansias, después de varios intentos. Esperan que este santo les consiga un milagro para estos seres tan deseados y tan indefensos.
Quienes han alcanzado este favor agradecen poniendo los nombres, o alguno de ellos, a sus niños. Es común ver en ciertos templos a niños vestidos como este apóstol para mostrar su gratitud y dar a conocer que Dios ha actuado en sus vidas. La salud de un niño enfermo, la llegada de un bebé siempre es motivo de alegría para una familia.
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Jesús, según los evangelios, coloca a los niños en el centro, los pone de ejemplo de discipulado y pide que no les impidan que se acerquen a él. Este es un llamado para todos sus seguidores a respetar la etapa de la infancia, que es, sin lugar a duda, la piedra angular para el desarrollo pleno de la persona.
En la actualidad se ha legislado muchísimo a favor de la niñez, nos consta que queda bastante por hacer. Quien abandona o lastima, de cualquier forma, a un menor de edad, no puede llamarse cristiano, porque está en contra de lo que Jesús hizo y enseñó. Los niños y las niñas reflejan, en su fragilidad, la grandeza del amor de Dios.
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