En México, las personas trabajadoras sexuales están expuestas constantemente a violencia física, sexual, emocional, familiar y económica.
El 78.7 por ciento de las personas que ejercen trabajo sexual vivieron violencia o discriminación por parte de policías; 69.2 por ciento por los clientes; 51.9 por ciento por transeúntes; 30.7 por ciento de jueces cívicos, y 28.3 por ciento de personal de hospitales, de acuerdo con la Segunda Encuesta de Trabajo Sexual, Derechos y no Discriminación del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred).
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En el marco del Día Internacional por el fin de la violencia contra las personas trabajadoras sexuales (PERTS), que se conmemora cada 17 de diciembre, desde 2003, el Copred considera importante recordar a las personas que ejercen el trabajo sexual víctimas de crímenes de odio, violencia y discriminación haciendo un llamado a generar acciones para respetar, promover y garantizar sus derechos humanos.
De acuerdo con datos de LetraS, en los primeros meses de 2023 se registraron más de 13 transfeminicidios. Un alto porcentaje de ellas se dedicaban al trabajo sexual y los asesinatos sucedieron en establecimientos mercantiles de hospedaje.
Es así como se hace imperioso que las personas propietarias de hoteles y moteles implementen medidas que protejan y eviten estos eventos.
El acceso a la justicia sigue siendo una deuda para la población que se dedica al trabajo sexual.
La Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México (EDIS 2021) señala que, según la percepción de la población encuestada, las personas trabajadoras sexuales ocupan el vigésimo quinto lugar en la lista de grupos más discriminados en la capital.
Lo anterior refleja que los estigmas, prejuicios y creencias sobre el trabajo sexual y las personas que lo ejercen siguen vigentes en la sociedad, por ello, resulta importante combatir estas conductas discriminatorias y reconocer que el trabajo sexual es trabajo, asimismo, recordar que las personas que se dedican a él tienen el derecho a ejercerlo libremente y a que sus vidas, en el espacio público y privado, no sean vulneradas.
Los actos de discriminación y violencia que comúnmente experimentan las PERTS son: detenciones arbitrarias; arresto o encarcelamiento no justificado; amenazas y extorsión; negación del acceso a servicios de salud; humillación y agresiones públicas.
Violencia en su lugar de trabajo; violencia intrafamiliar; violencia estatal por cuerpos policiacos u otras autoridades e instituciones; violencia no estatal, de personas del crimen organizado u otros; entre otras.
Para poder combatir las violencias que viven las personas que ejercen trabajo sexual, desde el Copred hacemos un llamado a: respetar y reconocer la dignidad de las personas que eligen libremente realizar el trabajo sexual.
Incluir la participación de las PERTS en las estrategias relacionadas con el reconocimiento de su trabajo. Rechazar las acciones, detenciones o estrategias que se fundan en “salvar” o “rescatar”o “rehabilitar”.
Eliminar los estigmas y prejuicios asociados al trabajo sexual en todos los espacios, tanto públicos como privados, para garantizar el acceso a sus derechos, así como a servicios y oportunidades.
Generar una estrategia integral que involucre acompañamiento y reparación a víctimas de violencia y discriminación, avance legislativo y judicial en la materia y seguridad social.
Continuar con los esfuerzos interinstitucionales para garantizar el acceso a derechos y eliminación de las violencias hacia las PERTS a través de estrategias focalizadas.
Modificar la legislación para que en los hoteles y moteles se prevenga y elimine la discriminación hacia las PERTS, así como para que existan estándares que permitan proteger a quienes se dedican al trabajo sexual en esos espacios.
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