Ciudad de México.- El cuadro de Leonardo Da Vinci, “La última cena”, es una obra cumbre, que ofrece miles de detalles, secretos e historias.
Es una escena central en la religión, en la enseñanza de la Biblia. Pero la creación de del pintor, en una sala que es un comedor interno en una capilla del centro de Milán, continúa suscitando misterios, teorías, enigmas.
El libro y las películas sobre el “código” Da Vinci alimentan nuevas interpretaciones sobre el Evangelio de San Juan, cuando Jesús anuncia que será traicionado por uno de sus apóstoles.
El artista situó en primer plano la larga mesa de la cena, en cuyo centro aparece Jesús, con una forma casi piramidal debido a la posición extendida de sus brazos. La composición es la organización, el orden de todos los elementos en una obra.
En torno a él, los apóstoles se disponen en cuatro grupos de tres, distintos pero equilibrados.
El autor quiso, con esta pintura, plasmar fielmente la escena de los 12 discípulos de Jesús donde hay Bartolomé, Santiago el menor, San Andrés, Judas Iscariote (traidor), Pedro, Juan, Tomás, Santiago el mayor, Felipe, Mateo, Judas Tadeo y Simón.
Una de las teorías es que el autor, incluyó su autorretrato en él. Aunque no se sabe con exactitud qué figura representa, podría ser el apóstol Judas Tadeo, pues los entendidos dicen tiene sus propios rasgos.
Además del propio autor del cuadro, al parecer Platón también aparece. Esto es porque Da Vinci sentía pasión por la ciencia y las teorías de Platón, y en este cuadro sale representando al apóstol Simón. Se ve como un busto realmente reconocible.
El apóstol Judas, considerado el traidor, siempre salía aparte del grupo de los apóstoles, pero en este caso, en el cuadro, está junto al resto, no haciendo distinción, como en la misma categoría que el resto de los apóstoles.
La obra que vemos actualmente es fruto de una larga restauración por conservar esta maravilla del arte. Duró nada menos que 20 años (1979-1999).
Actualmente la podemos ver en la pared sobre la que se pintó originariamente, en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, en Milán (Italia), declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980.
Otro dato curioso es que en los libros “La revelación templaria” de Clive Prince y Lynn Picknett y en la novela “El código Da Vinci” de Dan Brown, se afirman que la figura a la derecha de Jesús no es el apóstol Juan, sino una figura femenina, María Magdalena.
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Esto arroja una hipótesis en la cual se maneja que Jesús y Magdalena habían procreado descendencia y que en la actualidad era el verdadero Santo Grial que había que proteger.
San Greal significa sangre real y se refiere al linaje real, lo cierto es que estos misterios y curiosidades aún no han sido resueltos.
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La extensión de esta obra es de 460 cm de alto por 880 cm de ancho. La fecha en que Da Vinci terminó el cuadro fue sobre 1498, y tardó nada menos que cuatro años en terminarla.
Con información de La Gaseta
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