México, 9 Ago (Notimex).- La carne de cerdo mexicana aportapoca cantidad de grasa y no es dañina, por el contrario tienepropiedades nutricionales, aseguró María Salud Rubio Lozano,académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de laUniversidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Destacó que es fuente importante de proteínas, aminoácidos yminerales y su contenido de grasa intramuscular es similar o másbajo al de otras carnes como la de res, oveja, cabra y borrego.
Está demostrado científicamente que la grasa de cerdo es mejoren comparación con la de otros animales, res, cordero, cabra yaves, pues es la más insaturada y, por lo tanto, la más benéficapara el organismo, porque no aumenta los niveles de colesterolmalo.
Además, si se comparan las propiedades nutricionales, esequiparable a la de cordero, ave y bovino. Todas son una fuentesignificativa de proteína, aminoácidos esenciales, vitaminas yminerales.
Informó que existen estudios que ofrecen evidencia de que con100 gramos de carne al día se consigue el aporte necesario deestos nutrimentos.
Antes, este alimento se consideraba como portador de grancantidad de sebo, porque los animales eran criados no sólo para laobtención de carne, sino de manteca y tocino, entre otrosderivados, expresó en un comunicado de la UNAM.
Sin embargo, desde hace más de 60 años hay líneas de cerdos,todas ellas comerciales, desarrolladas y seleccionadas para aportarmenos grasa.
Hoy, México es uno de los principales exportadores en el mundoy la carne que produce contiene menos de dos por ciento de grasa enel lomo, mientras que la de res puede tener de 1.5 a 5 por ciento,comparó la especialista universitaria.
Indicó que hay líneas de cerdo como el pelón mexicano, quepueden tener hasta ocho por ciento de grasa intramuscular, “peroestán destinadas sólo a la elaboración de productos madurados,como jamones o tocinos”.
En América la carne de res es más valorada que la de puerco,cuando ésta debería ser parte importante de la alimentaciónpoblacional por sus propiedades nutrimentales, subrayó.
Consideró que la mala información deriva en el menospreciohacia este producto, aunque las confederaciones nacionales deporcicultores llevan años trabajando con la población y losmédicos, pues en buena medida son ellos quienes han satanizado elconsumo.
“Otro mito en torno a la carne de puerco es creer que por sísola transmite cisticercosis, y no es cierto, porque para ellotendría que estar contaminada con materia fecal que contengahuevos de Taenia solium (solitaria).
Es poco probable si se compra en establecimientos donde hayrefrigeración, está empacada y proviene de rastros TIF”,aseguró la universitaria.
Tampoco hay sustento científico para prohibir la carne de cerdoa enfermos, niños o adultos mayores; cualquiera puede consumirlasin riesgo porque cumple con las normas de calidad necesarias.
Es preciso desmitificar su consumo: hacer un esfuerzo porpromocionarla, lograr que la gente deje de creer en ideasinfundadas y brindarle información basada en hallazgoscientíficos, concluyó.