El incremento de los llamados “madrinas” de la policía ministerial que no son otra cosa que sujetos que se hacen pasar como efectivos de la policía ministerial sin serlo, se ha dado de manera considerable en la Fiscalía de Justicia de Amecameca.
Estos sujetos, amigo lector, son los que hacen el trabajo sucio de los efectivos de la policía ministerial, pues si llegan a tener algún problema o si algo de los muchos de sus trabajos sucios les sale mal, los que responden o enfrentan las consecuencias son precisamente “los madrinas” porque para eso reciben un pago “por sus servicios” por parte de los efectivos de la policía ministerial.
Tenemos reportes que esta situación se ha dado de manera considerable en el área de la Fiscalía de Justicia de Amecameca, donde según informes de algunos elementos que pidieron anonimato, el número de madrinas ha aumentado de manera considerable, al grado de que por cada efectivo de la policía ministerial existen 4 o 5 madrinas.
Pero este no es problema, el problema es que estos no actúan de manera legal, porque de ser así sería buena su presencia, no, son violentos y hasta sanguinarios y hacen el trabajo sucio de los ministeriales.
Según nuestros informantes estos madrinas y efectivos de la policía ministerial han sembrado el terror entre los vecinos de varios de los municipios del área que comprende la Fiscalía regional de Amecameca, como lo son Chalco, Valle de Chalco, Ixtapaluca y el mismo Amecameca, pues según nos comentaron con falsas órdenes de cateo han llegado a diferentes domicilios y ya en el interior someten a los moradores y como auténticos ladrones se roban todo lo que pueden.
De esto, dijeron, ya existen varias denuncias, a las que evidentemente no se les ha dado el trámite correspondiente por obvias razones. Pero ahí no para la cosa, pues madrinas y ministeriales salen a las calles dizque para patrullar, pero en realidad lo hacen para detener a cualquier ciudadano incauto que se cruza en su camino, a quien para sacarle dinero le inventan cualquier delito o en su defecto le meten droga o alguna arma de fuego y bajo la amenaza de no ponerlo a disposición del Ministerio Público obtienen de ellos lo que quieren, por la psicología del terror que les infunden para no llegar a la cárcel. Nos leemos el próximo domingo.
alvarovem@hotmail.com
