Los ojos llorosos de Cecilia González, delatan el dolor de 12 años en la búsqueda de su hija Amairany Roblero, este viernes, se manifestó frente al inmueble en Iztacalco donde tiene su vivienda el feminicida confeso de María José, para exigir la acción de las autoridades, ya que la joven podría ser una de las víctimas de Miguel ""N".
Una débil esperanza rasguña la posibilidad de encontrar con vida a la joven que desapareció el 1 agosto del 2012, cuando salió de su casa para dirigirse a la escuela y después, Cecilia no volvió a saber más de ella.
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"Ese hombre es de lo peor"
Con pancartas en mano, pidió que las autoridades la "informen, que me esclarezcan la investigación de mi hija, yo quiero saber si efectivamente ya no está con vida, temo que no por lo que estoy viendo, ese hombre es de lo peor", expresó la mamá de la joven, en medio de la protesta en la colonia La Cruz Coyuya.
Asimismo, refirió que se ha enterado más del caso por los medios de comunicación y no por las autoridades, "me interesa saber qué pasó con ella, si le hizo algo, temo por la integridad de mi hija, a tantos años y no sé nada de ella, quisiera ver las pertenencias que dijeron que encontraron ahí, exijo que me las enseñen, conozco las cosas que llevaba mi hija, para saber si la encontraron ahí".
Amairany desapareció en 2012
Amairany despareció cuando tenía 18 años y recién había salidos del CETIS 42, con el deseo de ingresar al Instituto Politécnico Nacional (IPN), pero entró al Tecnológico de Iztapalapa al no ser admitida en su primera opción.
Ese 1 de agosto, Amairany acudió al curso de introducción por la mañana y de ahí, pasaría al CETIS a recoger las fotos de su graduación pero ya no regresó a casa y, después de la búsqueda durante la madrugada, al día siguiente, levantaron un acta en el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA).
Como parte de la investigación, solicitaron las grabaciones de las cámaras de seguridad del entonces Distrito Federal, donde Amairany fue vista por última vez, pero tan solo trámite demoró un mes, por lo que fue imposible obtener información, ya que los videos se borraron después de 7 días, las autoridades dedujeron que posiblemente se habría "ido con el novio".
Hasta el día de hoy, Cecilia desconoce la relación que su hija tuvo con Miguel "N", "lo único que sé, es que él le hablaba mucho a ella y él fue la última persona que la vio el día que desapareció, desconozco si eran novios, amigos, nunca lo conocí, nunca tuve un vínculo", dijo.
Por medio de las investigaciones, la madre de la joven, supo que ellos se llamaban y mensajeaban seguido, pero las autoridades nunca lograron vincularlo en ese caso, por eso se presentó a la calle 16 de septiembre para exigir a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) que le dé acceso a la carpeta de investigación.
En compañía de su esposo, Mario Alberto, así como de integrantes de la “Red de madres buscando a sus hijos”, llevaron a cabo una protesta por Amairany, ahí, Cecilia encendió una veladora para María José, la adolescente de 17 años de edad, quien perdió la vida a manos de Miguel "N", el pasado 16 de abril, dejando herida a Cassandra, madre de la víctima, quien sigue hospitalizada debido a las lesiones que el imputado le causó con un arma punzo cortante al intentar defender a su hija.
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Más casos del presunto feminicida de Iztacalco
La exigencia de justicia también la comparten los habitantes de la zona, quienes, aterrados por las "atrocidades" de su vecino piden justicia para las víctimas.
Entre las posibles agredidas por el femicida confeso, se encuentran Amairany “R” – 31 años de edad, Frida Sofía “L” de 32, Viviana Elizabeth “G” de 37, Norma Elena “O” de 41, Cinthia Vanesa “E” de 39, Laura “V” de 33 y Claudia Andrea “A” – 36 años de edad.
Por su parte, Leticia Mora de la “Red de madres buscando a sus hijos”, expresó que "María José se va directo al cielo, por ella se están encontrando más mujeres, no debería de ser, si las autoridades hubieran hecho el trabajo en el 2012 no habría más muertos, María José estuviera en su casa".
Las consignas no se hicieron esperar, mismas que se han vuelto un lamentable himno en la búsqueda de justicia para la violencia de género, feminicidios y los casos de mujeres desaparecidas.
Los habitantes de la colonia se han encargado de que las veladoras que se encendieron el 16 de abril, no se terminen, por lo que colocaron una lona que también proteje las pancartas dirigida a ella y otras de las desaparecidas.
Cecilia espera que las autoridades la llamen, le muestren los avances de la investigación y que pronto tenga más datos sobre lo que ocurrió con su hija, sobre todo, que si Miguel está relacionado al caso, lo pague.
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