/ sábado 30 de noviembre de 2019

Red Compartida

“Lo que no mancha tizna”, la frase muy socorrida de los puritanos en el poder, la llevan a cuestas los diputados con el tema del jugoso aguinaldo, un tema del que a toda costa se quisieron desmarcar, aduciendo malos entendidos.

Lo peor es que en el ánimo de la sociedad, la otra frase de que “primero los pobres” queda como mera farsa de una retórica, que lo único que siempre buscó fue el poder por el poder mismo. Es la clase política rapaz y voraz. “¡La saliva cae por gravedad!”.

Mario Delgado, el morenista con mayor voz entre sus correligionarios, trató de limpiar el tizne y de paso hasta les dio una sobadita de lomo a los senadores, al manifestar que buscarán resarcir su salario recortado en el presupuesto del próximo año.

A propósito de dineros en el ámbito público, que siempre salen del pueblo, no fue bien recibida la noticia de los nuevos impuestos que se pretenden cobrar en 2020 en la Ciudad de México, de acuerdo con el paquete económico que la administración de Claudia Sheinbaum presentó al Congreso local.

Los impactos se darán en el pago de tenencia vehicular, donde la intención será evitar la evasión fiscal. También se pretende ajustar impuestos por la prestación de servicios de hospedaje, así como el pago tributario por juegos de apuestas y venta de bebidas alcohólicas.

Ahora está por verse qué dicen los legisladores frente a este proyecto del gobierno progresista que ofreció “bienestar para todos”.


El dantesco caso de los jueces suspendidos por el Consejo de la Judicatura, involucrados en la liberación de individuos de suma peligrosidad, luego de darse a conocer ante la opinión pública el abominable capitulo de Abril Cecilia, la mujer que luego de sufrir salvajes agresiones terminó asesinada, seguramente es el hilo de una extensa madeja de corrupción que permea a uno de los sistemas que de suyo, se ungen como la última verdad, por estar integrado por “estudiosos del derecho”.

“Ahogado el niño”, como siempre, se decide tapar el pozo. La duda es saber si efectivamente existe el valor de arrancar las escorias que durante años han estado enquistadas en el Poder Judicial.


La intención del gobierno de Estados Unidos de clasificar a los cárteles de la droga mexicanos como terroristas, tras una breve afirmación del Presidente estadounidense Donald Trump sobre el tema, puso al canciller Marcelo Ebrard en una “fiebre de declarasionitis”, con miras a tranquilizar al país, pero la realidad es que las supuestas tablas que tiene el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores son triplay de segunda frente al poder de los yanquis.

“Lo que no mancha tizna”, la frase muy socorrida de los puritanos en el poder, la llevan a cuestas los diputados con el tema del jugoso aguinaldo, un tema del que a toda costa se quisieron desmarcar, aduciendo malos entendidos.

Lo peor es que en el ánimo de la sociedad, la otra frase de que “primero los pobres” queda como mera farsa de una retórica, que lo único que siempre buscó fue el poder por el poder mismo. Es la clase política rapaz y voraz. “¡La saliva cae por gravedad!”.

Mario Delgado, el morenista con mayor voz entre sus correligionarios, trató de limpiar el tizne y de paso hasta les dio una sobadita de lomo a los senadores, al manifestar que buscarán resarcir su salario recortado en el presupuesto del próximo año.

A propósito de dineros en el ámbito público, que siempre salen del pueblo, no fue bien recibida la noticia de los nuevos impuestos que se pretenden cobrar en 2020 en la Ciudad de México, de acuerdo con el paquete económico que la administración de Claudia Sheinbaum presentó al Congreso local.

Los impactos se darán en el pago de tenencia vehicular, donde la intención será evitar la evasión fiscal. También se pretende ajustar impuestos por la prestación de servicios de hospedaje, así como el pago tributario por juegos de apuestas y venta de bebidas alcohólicas.

Ahora está por verse qué dicen los legisladores frente a este proyecto del gobierno progresista que ofreció “bienestar para todos”.


El dantesco caso de los jueces suspendidos por el Consejo de la Judicatura, involucrados en la liberación de individuos de suma peligrosidad, luego de darse a conocer ante la opinión pública el abominable capitulo de Abril Cecilia, la mujer que luego de sufrir salvajes agresiones terminó asesinada, seguramente es el hilo de una extensa madeja de corrupción que permea a uno de los sistemas que de suyo, se ungen como la última verdad, por estar integrado por “estudiosos del derecho”.

“Ahogado el niño”, como siempre, se decide tapar el pozo. La duda es saber si efectivamente existe el valor de arrancar las escorias que durante años han estado enquistadas en el Poder Judicial.


La intención del gobierno de Estados Unidos de clasificar a los cárteles de la droga mexicanos como terroristas, tras una breve afirmación del Presidente estadounidense Donald Trump sobre el tema, puso al canciller Marcelo Ebrard en una “fiebre de declarasionitis”, con miras a tranquilizar al país, pero la realidad es que las supuestas tablas que tiene el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores son triplay de segunda frente al poder de los yanquis.