/ domingo 8 de octubre de 2023

¿Quién es el gran elector?

Por Fernando Schütte Elguero

En México en gran elector ha sido siempre el presidente en turno y al parecer en esta ocasión no es la excepción, y digo al parecer porque como también muchas veces ha sucedido, al presidente de la república a veces no le dejan alternativas que sean cien por ciento congruentes con su visión y proyecto de país.

Andrés Manuel López Obrador siempre me ha parecido un político inteligente y culto, no cabe duda que el gusto por el baseball le ha ayudado a ser un gran estratega, sin embargo las cosas no salen siempre, ni siquiera como quire el ampáyer:

Me queda claro que nulificó a Marcelo Ebrard ya que este no representaba a la cuarta transformación, también me queda claro que Claudia Sheimbaum Pardo, era por su cercanía con AMLO, pero también por su historia personal y familiar, quien puede continuar un proyecto de izquierda, que a través de Morena el presidente quiere que quede debidamente consolidado.

Pero el gran elector ha sido obligado en varios estados del país a permitir que contiendan por el poder a quienes hoy gobiernan estados y municipios, y algunos ligados con los grupos delincuenciales quienes a mi juicio son quienes realmente deciden.

Es por ello que el presidente tiene que encontrar salidas para la pacificación de México. La Decisión de los abrazos no hizo sino generar un ambiente de impunidad que, sumado al encono social, son una verdadera bomba de tiempo.

Para muestra un botón, la Ciudad de México se caracterizó durante el gobierno de Claudia Sheimbaum por ser relativamente pacífica y esto no se debe más que se pactó con algunas organizaciones criminales, para ello Omar García Harfush tuvo que haber estado involucrado, o por lo menos eso parece constar en su obscura historia personal y familiar.

Si García Harfush hizo o no hizo, para estos momentos ni siquiera importa, lo han señalado y con ello no solo podría no ser el candidato aunque haya sido el preferido y haya sido apoyado por la ex jefa de gobierno, de cualquier manera seguirá siendo señalado y por ende a su ex jefa, estigma que llegará hasta el presidente de la república. Todo esto sin tomar en cuenta la participación de García Harfush en Ayotzinapa.

Si algo es importante en un gobernante al final de su mandato es escoger muy bien quien le sucederá ya que de ello dependerá en buena medida el juicio de la historia.

AMLO, sin duda tiene un enorme deseo de trascendencia, y ello es parte de lo que le brindó el voto de confianza de la ciudadanía, pero si su candidata impulsa a quienes hoy son cuestionados por periodistas serios y no por “los conservadores”, de apoyar para que lleguen al poder personajes ligados a grupos delincuenciales, la historia juzgará a López Obrador como parte del narco Estado que pueda llegar a suceder y puede en su último año detonarse una violencia mucho más exacerbada e incluso en los lugares del país en donde parecía que las mafias no existían. Es por ello que yo creo que el gran elector es el grupo político ligado a la delincuencia organizada, para bien o para mal.

No soy de los que satanizan a los narcotraficantes porque sé que hay otros intereses mucho más sensibles e importantes, no podemos olvidar que algunos cárteles, que no son solo de drogas, tienen más hombres que todos los elementos de seguridad a nivel federal, estatal y municipal, a veces mejor armamento y su mejor arma es que ellos no están sujetos por los derechos humanos y “el pueblo sabio”, los defiende.

@FSchutte

Por Fernando Schütte Elguero

En México en gran elector ha sido siempre el presidente en turno y al parecer en esta ocasión no es la excepción, y digo al parecer porque como también muchas veces ha sucedido, al presidente de la república a veces no le dejan alternativas que sean cien por ciento congruentes con su visión y proyecto de país.

Andrés Manuel López Obrador siempre me ha parecido un político inteligente y culto, no cabe duda que el gusto por el baseball le ha ayudado a ser un gran estratega, sin embargo las cosas no salen siempre, ni siquiera como quire el ampáyer:

Me queda claro que nulificó a Marcelo Ebrard ya que este no representaba a la cuarta transformación, también me queda claro que Claudia Sheimbaum Pardo, era por su cercanía con AMLO, pero también por su historia personal y familiar, quien puede continuar un proyecto de izquierda, que a través de Morena el presidente quiere que quede debidamente consolidado.

Pero el gran elector ha sido obligado en varios estados del país a permitir que contiendan por el poder a quienes hoy gobiernan estados y municipios, y algunos ligados con los grupos delincuenciales quienes a mi juicio son quienes realmente deciden.

Es por ello que el presidente tiene que encontrar salidas para la pacificación de México. La Decisión de los abrazos no hizo sino generar un ambiente de impunidad que, sumado al encono social, son una verdadera bomba de tiempo.

Para muestra un botón, la Ciudad de México se caracterizó durante el gobierno de Claudia Sheimbaum por ser relativamente pacífica y esto no se debe más que se pactó con algunas organizaciones criminales, para ello Omar García Harfush tuvo que haber estado involucrado, o por lo menos eso parece constar en su obscura historia personal y familiar.

Si García Harfush hizo o no hizo, para estos momentos ni siquiera importa, lo han señalado y con ello no solo podría no ser el candidato aunque haya sido el preferido y haya sido apoyado por la ex jefa de gobierno, de cualquier manera seguirá siendo señalado y por ende a su ex jefa, estigma que llegará hasta el presidente de la república. Todo esto sin tomar en cuenta la participación de García Harfush en Ayotzinapa.

Si algo es importante en un gobernante al final de su mandato es escoger muy bien quien le sucederá ya que de ello dependerá en buena medida el juicio de la historia.

AMLO, sin duda tiene un enorme deseo de trascendencia, y ello es parte de lo que le brindó el voto de confianza de la ciudadanía, pero si su candidata impulsa a quienes hoy son cuestionados por periodistas serios y no por “los conservadores”, de apoyar para que lleguen al poder personajes ligados a grupos delincuenciales, la historia juzgará a López Obrador como parte del narco Estado que pueda llegar a suceder y puede en su último año detonarse una violencia mucho más exacerbada e incluso en los lugares del país en donde parecía que las mafias no existían. Es por ello que yo creo que el gran elector es el grupo político ligado a la delincuencia organizada, para bien o para mal.

No soy de los que satanizan a los narcotraficantes porque sé que hay otros intereses mucho más sensibles e importantes, no podemos olvidar que algunos cárteles, que no son solo de drogas, tienen más hombres que todos los elementos de seguridad a nivel federal, estatal y municipal, a veces mejor armamento y su mejor arma es que ellos no están sujetos por los derechos humanos y “el pueblo sabio”, los defiende.

@FSchutte