Luis Vega D.
Hoy en el mundo y particularmente en México, cientos de miles de personas viven cada día un “Camino de la Cruz” ante el pecado de omisión y comisión de autoridades, grupos sociales y el silencio personal de muchos de nosotros. Pero también por el discurso y políticas excluyentes, racistas y xenófobas de gobiernos en Estados Unidos.
En esta Semana Santa, miles de migrantes viven su Viacrucis en su paso por México; miles de Madres Buscadoras y familias completas son víctimas del valemadrismo oficial y social para encontrar a sus hijos, hermanos y parientes; cientos de miles de personas están en las cárceles sin un proceso judicial expedito y apegado a la ley; miles de niños, adolescentes y adultos mayores no tienen medicamentos, ni un tratamiento médico profesional.
El Papa Francisco, en un mensaje (21 marzo) a los obispos de Colombia, Costa Rica y Panamá reconoce el amplio y diverso sistema de ministerio pastoral, caritativo y de movilidad humana en América Latina y el Caribe. Reconoce que “es en el Tapón o selva del Darién (Colombia-Panamá) que los migrantes nos esperan, en la orilla terrestre de un mar de lágrimas y muerte que une hombres y mujeres, adultos y niños de las más diferentes latitudes”.
3000 migrantes que pasan por México en busca del sueño americano, provienen de Venezuela, Ecuador, Colombia, Haití, Nicaragua y otros países latinoamericanos, esta caravana se encuentran en el Campo de Acogida de Lajas Blancas, a las afueras de la selva panameña del Darién.
El Pontífice describe “La selva es triunfo de la naturaleza, hoy se convierte en un verdadero viacrucis que no sólo pone en evidencia los límites de la gobernanza migratoria en el hemisferio occidental, sino alimenta un próspero negocio que permite acumular ganancias ilícitas del tráfico humano”.
Hoy lunes de Semana Santa, al menos 3000 personas saldrán desde la frontera sur de México en un Viacrucis Migrante para exigir mejores políticas migratorias a los Gobiernos de Centroamérica, México y sobre todo al presidente católico de los Estados Unidos, Joe Biden. La cadena humana saldrá de Tapachula, Parque Bicentenario, y por la carretera costera federal 200 se dirigirá a la Ciudad de México.
Según el Centro de Dignificación Humana, el flujo migratorio irregular en México, durante el año pasado aumentó 77%, al superar las 782,000 personas.
Y a la pregunta hecha por los apóstoles a Jesús, ¿Dónde quieres te preparemos la comida Pascual?, el Papa Francisco recomienda: “Trabajemos para erradicar la indiferencia frente al sufrimiento de los migrantes, de tal manera que cuando un hermano o una hermana migrante llegue, encuentre en la Iglesia un lugar donde no se sienta juzgado, sino acogido; donde pueda calmar el hambre y la sed, y revivir la esperanza”.
Madres Buscadoras
Lo menos que puedo decir es que siento un enorme respeto y admiración por Ceci Flores. Mi solidaridad, apoyo y denuncia para que sea escuchada, acompañada y sus demandas de justicia sean atendidas. No debería recurrir a vestirse de beisbolista, llevar una pala y un montón de exigencias para ser atendida y escuchada por el huésped de Palacio Nacional. Es increíble la insensibilidad y ausencia de respuesta del Ejecutivo Federal. ¡La revictimización sí existe!
El próximo 19 y 20 de abril, 250 colectivos de familiares de personas desaparecidas de todo el país y de Centroamérica van a realizar la Jornada Nacional de Búsqueda, la que se espera se sumen 300 buscadoras y organizaciones de la sociedad civil de 28 entidades del país. No hay que olvidar que han sido asesinadas 21 personas buscadoras y una ha sido desaparecida, de 2010 a la fecha, de las cuales 15 han ocurrido en los últimos cinco años.
Y para el 10 de mayo próximo, 250 colectivos de familiares de personas desaparecidas en México hacen un llamado a la Marcha Nacional en la Ciudad de México. Será una marcha que salga de diversos puntos y termine en el Zócalo, frente a Palacio Nacional.
Opinión por Luis Vega D.
