/ lunes 8 de abril de 2024

PAZ Y RECONCILIACIÓN | Encerrona de Obispos y Candidatas Presidenciales

El miércoles y jueves de esta semana, el pleno de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) recibirá en su casa de Lago de Guadalupe a las candidatas presidenciales Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, así como al aspirante presidencial Jorge Alvarez Máynez.

El miércoles, por la mañana y por separado, pasarán por el confesionario y la bendición de más de 100 obispos católicos mexicanos Xóchitl Gálvez, aspirante de la coalición Fuerza y Corazón por Mexico, y Claudia Sheinbaum candidata de Sigamos haciendo historia. Y un día después pasará al confesionario el Candidato de movimiento ciudadano Álvarez Máynez.

La reunión entre obispos candidatas y candidato presidencial va a estar influenciada por el resultado del debate del domingo, pero el encuentro de miércoles y jueves constará de tres partes: bienvenida y mensaje del presidente y secretario de la CEM, Rogelio Cabrera López y Ramón Castro, con motivo de las elecciones del 2 de junio; una exposición de cada una de los candidatos; y, preguntas de los participantes a las candidatas.

En el mensaje de los obispos a los candidatos, la jerarquía católica va a insistir en lo que las 72 diócesis, 19 arquidiócesis y 5 prelaturas han planteado en las últimas semanas a través de cartas pastorales y mensajes parroquiales a millones de católicos de todo el país mediante más de 10,000 sacerdotes y agentes de pastoral:

1.- Las próximas elecciones serán las más grandes en la historia de México porque están en juego más de 20,000 cargos de elección popular, incluidos presidencia de la República, congresos federal, local y gubernaturas.

2.- En esta jornada electoral histórica, los obispos van a pedir “que la participación ciudadana sea nutrida”, y que el procesos electoral ocurra en paz y transparencia, pero también van a advertir de los riesgos que “amenazan la estabilidad democrática mediante la violencia criminal”, por ello insisten en confiar en la fortaleza de las instituciones electorales y en la honestidad de todos los candidatos.

3.- Los obispos católicos durante los últimos meses han insistido de muy diversas manera que este 2 de junio que el voto se ejerza de manera razonada y se reconozcan los resultados electorales, dejando a un lado los intereses partidistas y las conductas egoístas, poniendo por delante el bien común de México.

4.- Al INE, al Tribunal Electoral y a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales piden “actuar con apego a la imparcialidad y la justicia”, con ética y competencia profesional. Al Ejército y SEMAR exhortan a garantizar la protección y el ambiente de paz, para que se eviten “las agresiones, los atentados y los lamentables asesinatos de candidatos, políticos, familiares, periodistas y demás ciudadanos”.

5.- El peor escenario, a juicio de los obispos católicos, es que “ Organizado y otros grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral”. Porque, dicen, La democracia electoral mezclada con la delincuencia es un binomio totalmente inaceptable. Ningún motivo se puede justificar y mucho menos entrar en complicidad. Porque lo que está en juego es la construcción de la Casa Común de todos: México.

La reunión del próximo miércoles, comparada con la del 11 de marzo, fecha en que se firmó el Compromiso Nacional por La Paz, será la segunda parte del mismo episodio: mismos personajes pero con un guión diferente. Ahora Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum van a poder interactuar con los obispos, ante la “preocupación creciente de la violencia y la pérdida de miles de vidas inocentes (180,000) que llenan de luto a familias enteras”.

El diagnóstico sobre la violencia, muerte e inseguridad está dado y a la vista de todos. Lo que los obispos mexicanos, en general católicos y población en general quieren escuchar de Xóchitl y Claudia es saber los “cómos” para pacificar el país. Y el dilema es si sigue por el mismo camino de los últimos gobiernos o se adopta un camino diferente.

Los candidatos, partidos políticos, representantes de la sociedad civil y las diversas iglesias coinciden que lo primero es detener el nivel de violencia que exige, que la política de “abrazos, no balazos” fue un fracaso; que se debe reconstruir el tejidos social; que el gobierno no puede solo; que los caminos para llegar a la Paz sustentable con justicia va a tardar al menos una década pero… ¡ hay que empezar ya!

Muchos jerarcas católicas están curados de espantos con este tipo de reuniones; saben que las campañas son tiempo de promesas pero están muy claros del papel que juegan en esta elección: su bendición o maldición puede ser la diferencia.

El miércoles y jueves de esta semana, el pleno de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) recibirá en su casa de Lago de Guadalupe a las candidatas presidenciales Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, así como al aspirante presidencial Jorge Alvarez Máynez.

El miércoles, por la mañana y por separado, pasarán por el confesionario y la bendición de más de 100 obispos católicos mexicanos Xóchitl Gálvez, aspirante de la coalición Fuerza y Corazón por Mexico, y Claudia Sheinbaum candidata de Sigamos haciendo historia. Y un día después pasará al confesionario el Candidato de movimiento ciudadano Álvarez Máynez.

La reunión entre obispos candidatas y candidato presidencial va a estar influenciada por el resultado del debate del domingo, pero el encuentro de miércoles y jueves constará de tres partes: bienvenida y mensaje del presidente y secretario de la CEM, Rogelio Cabrera López y Ramón Castro, con motivo de las elecciones del 2 de junio; una exposición de cada una de los candidatos; y, preguntas de los participantes a las candidatas.

En el mensaje de los obispos a los candidatos, la jerarquía católica va a insistir en lo que las 72 diócesis, 19 arquidiócesis y 5 prelaturas han planteado en las últimas semanas a través de cartas pastorales y mensajes parroquiales a millones de católicos de todo el país mediante más de 10,000 sacerdotes y agentes de pastoral:

1.- Las próximas elecciones serán las más grandes en la historia de México porque están en juego más de 20,000 cargos de elección popular, incluidos presidencia de la República, congresos federal, local y gubernaturas.

2.- En esta jornada electoral histórica, los obispos van a pedir “que la participación ciudadana sea nutrida”, y que el procesos electoral ocurra en paz y transparencia, pero también van a advertir de los riesgos que “amenazan la estabilidad democrática mediante la violencia criminal”, por ello insisten en confiar en la fortaleza de las instituciones electorales y en la honestidad de todos los candidatos.

3.- Los obispos católicos durante los últimos meses han insistido de muy diversas manera que este 2 de junio que el voto se ejerza de manera razonada y se reconozcan los resultados electorales, dejando a un lado los intereses partidistas y las conductas egoístas, poniendo por delante el bien común de México.

4.- Al INE, al Tribunal Electoral y a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales piden “actuar con apego a la imparcialidad y la justicia”, con ética y competencia profesional. Al Ejército y SEMAR exhortan a garantizar la protección y el ambiente de paz, para que se eviten “las agresiones, los atentados y los lamentables asesinatos de candidatos, políticos, familiares, periodistas y demás ciudadanos”.

5.- El peor escenario, a juicio de los obispos católicos, es que “ Organizado y otros grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral”. Porque, dicen, La democracia electoral mezclada con la delincuencia es un binomio totalmente inaceptable. Ningún motivo se puede justificar y mucho menos entrar en complicidad. Porque lo que está en juego es la construcción de la Casa Común de todos: México.

La reunión del próximo miércoles, comparada con la del 11 de marzo, fecha en que se firmó el Compromiso Nacional por La Paz, será la segunda parte del mismo episodio: mismos personajes pero con un guión diferente. Ahora Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum van a poder interactuar con los obispos, ante la “preocupación creciente de la violencia y la pérdida de miles de vidas inocentes (180,000) que llenan de luto a familias enteras”.

El diagnóstico sobre la violencia, muerte e inseguridad está dado y a la vista de todos. Lo que los obispos mexicanos, en general católicos y población en general quieren escuchar de Xóchitl y Claudia es saber los “cómos” para pacificar el país. Y el dilema es si sigue por el mismo camino de los últimos gobiernos o se adopta un camino diferente.

Los candidatos, partidos políticos, representantes de la sociedad civil y las diversas iglesias coinciden que lo primero es detener el nivel de violencia que exige, que la política de “abrazos, no balazos” fue un fracaso; que se debe reconstruir el tejidos social; que el gobierno no puede solo; que los caminos para llegar a la Paz sustentable con justicia va a tardar al menos una década pero… ¡ hay que empezar ya!

Muchos jerarcas católicas están curados de espantos con este tipo de reuniones; saben que las campañas son tiempo de promesas pero están muy claros del papel que juegan en esta elección: su bendición o maldición puede ser la diferencia.