/ lunes 20 de mayo de 2024

OPINIÓN POR LUIS VEGA | Ética y Valores

La porcelana china y la reputación se rompen fácilmente y nunca se reparan bien

Benjamín Franklin

Hay empresas y hombres de negocios que trabajan toda una vida para tener una reputación intachable y basta la duda de un evento para que todo se venga abajo o no vuelva a ser igual.

Hay una institución de salud en México que durante 10 años ha invertido millones de pesos en generar una percepción inmaculada de su ética y reputación, para lo cual se asoció a la Clínica Mayo, una de las empresas más prestigiadas de Estados Unidos que tiene los más altos estándares en los valores relacionados con la salud.

El hospital Médica Sur que encabeza el doctor Misael Uribe tuvo un evento controversial que podría poner el duda el código de ética de la dirección del hospital, la supervisión de su Consejo y la relación con sus proveedores, socio de negocios y clientes.

Los hechos son los siguientes:

La empresa Médica Sur, en la póliza colectiva número 34494012 de Seguro de Gastos Médicos Mayores para sus colaboradores, incluyó a Bertha Guillermina Ramos Ostos con número de empleada MED000.

Este evento que parecería normal, tiene un cuestionamiento: la señora no laboraba en la empresa, al parecer tampoco estaba dada de alta en el IMSS como parte de la plantilla de trabajadores y vivía en Tampico, Tamaulipas, lejos de la sede del nosocomio.

La señora Bertha Guillermina era hermana de Martha Helena Ramos Ostos (esposa del doctor Misael), recibió 3 tratamientos oncológicos amparada en la póliza colectiva (4 de agosto 2008) y generó un gasto en contra de GNP por más de 8 millones de pesos, mismos que fueron cubiertos puntualmente.

Este evento debe ser investigado por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, por el Comité legal de la aseguradora y por supuesto por la Clínica Mayo para determinar si hubo o no un posible ilícito, no solo por el

posible daño económico sino sobre todo por el cumplimiento de los estándares de Etica y Valores al que están sometidos estas empresas.

En la industria de los seguros el contrato de gastos médicos mayores de Médica Sur es uno de los más importantes en términos de negocio, por eso mismo el Dr. Misael, como accionista mayoritario de la empresa de salud privada debe una explicación a su Consejo; a Alejandro Bailléres, su principal cliente de negocios; a la Clínica Mayo y a sus socios médicos si hubo o no cumplimiento a la ética empresarial en meter a su cuñada en la póliza grupal.

Esta duda sobre la actuación de Médica Sur podría afectar la reputación y credibilidad de la empresa de salud, principalmente con otras aseguradoras; así como los accionistas minoritarios y su relación con Clínica Mayo de Gianrico Farrugia, con quien este año cumple una década como aliado estratégico. Pero sobre todo con los pacientes.


Opinión por Luis Vega

La porcelana china y la reputación se rompen fácilmente y nunca se reparan bien

Benjamín Franklin

Hay empresas y hombres de negocios que trabajan toda una vida para tener una reputación intachable y basta la duda de un evento para que todo se venga abajo o no vuelva a ser igual.

Hay una institución de salud en México que durante 10 años ha invertido millones de pesos en generar una percepción inmaculada de su ética y reputación, para lo cual se asoció a la Clínica Mayo, una de las empresas más prestigiadas de Estados Unidos que tiene los más altos estándares en los valores relacionados con la salud.

El hospital Médica Sur que encabeza el doctor Misael Uribe tuvo un evento controversial que podría poner el duda el código de ética de la dirección del hospital, la supervisión de su Consejo y la relación con sus proveedores, socio de negocios y clientes.

Los hechos son los siguientes:

La empresa Médica Sur, en la póliza colectiva número 34494012 de Seguro de Gastos Médicos Mayores para sus colaboradores, incluyó a Bertha Guillermina Ramos Ostos con número de empleada MED000.

Este evento que parecería normal, tiene un cuestionamiento: la señora no laboraba en la empresa, al parecer tampoco estaba dada de alta en el IMSS como parte de la plantilla de trabajadores y vivía en Tampico, Tamaulipas, lejos de la sede del nosocomio.

La señora Bertha Guillermina era hermana de Martha Helena Ramos Ostos (esposa del doctor Misael), recibió 3 tratamientos oncológicos amparada en la póliza colectiva (4 de agosto 2008) y generó un gasto en contra de GNP por más de 8 millones de pesos, mismos que fueron cubiertos puntualmente.

Este evento debe ser investigado por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, por el Comité legal de la aseguradora y por supuesto por la Clínica Mayo para determinar si hubo o no un posible ilícito, no solo por el

posible daño económico sino sobre todo por el cumplimiento de los estándares de Etica y Valores al que están sometidos estas empresas.

En la industria de los seguros el contrato de gastos médicos mayores de Médica Sur es uno de los más importantes en términos de negocio, por eso mismo el Dr. Misael, como accionista mayoritario de la empresa de salud privada debe una explicación a su Consejo; a Alejandro Bailléres, su principal cliente de negocios; a la Clínica Mayo y a sus socios médicos si hubo o no cumplimiento a la ética empresarial en meter a su cuñada en la póliza grupal.

Esta duda sobre la actuación de Médica Sur podría afectar la reputación y credibilidad de la empresa de salud, principalmente con otras aseguradoras; así como los accionistas minoritarios y su relación con Clínica Mayo de Gianrico Farrugia, con quien este año cumple una década como aliado estratégico. Pero sobre todo con los pacientes.


Opinión por Luis Vega