/ lunes 18 de marzo de 2024

OPINIÓN POR CÉSAR SALOMÓN | ¿Y la IED apá?

En los últimos meses hemos escuchado un término por todos lados; empresarios y políticos hablan de él. Los primeros esperan más, no es suficiente y podría mejorar con políticas económicas diferentes, los segundos se cuelgan de todo lo que pueda parecer positivo para sus proyectos políticos y, por ende, para sus fines electorales.

Hablemos, escribamos, mejor dicho, de la Inversión Extranjera Directa (IED). ¿Qué significa, por qué todos hablan de ello? Según la Secretaría de Economía (SE), la IED “es aquella que tiene como propósito crear un vínculo duradero con fines económicos y empresariales de largo plazo, por parte de un inversionista extranjero en el país receptor.

Diversas instituciones indican que la IED genera empleos, facilita el crecimiento y desarrollo, atrae dinero a la economía mexicana, permite la llegada de nuevas tecnologías, incrementa las exportaciones e incentiva la competencia entre empresas e instituciones.

Para la SE, se considera IED:

  • La participación de inversionistas extranjeros en el capital social de empresas mexicanas.
  • La participación de inversionistas extranjeros en las actividades y actos contemplados por la Ley


Para el año 2023, la IED que aterrizó en México fue de aproximadamente 36 mil millones de dólares, cifra importante, sin lugar a duda, pero que podría mejorar e incrementarse en los próximos años debido a un tema que tocamos en entregas anteriores: el nearshoring.

Debido a este fenómeno que representa este nuevo modelo de negocios, el secretario de Hacienda del actual gobierno Rogelio Ramírez de la O, aseguró hace no más de dos semanas, que la IED podría superar lo que llegó el año pasado.

Y si usted se pregunta si es bueno o malo que lleguen dineros extranjeros para invertir en México, le puedo decir que depende. Así es.

Sí, en efecto, la IED genera empleos y atrae divisas a la economía mexicana. Las empresas que llegan a suelo mexicano movilizan la economía y con el nearshoring contratan o subcontratan a otras compañías que, a su vez, generan empleo. Sin duda, un punto positivo por donde se le vea.

Sin embargo, si todo ese recurso que llega no se refleja en mejores condiciones salariales, en más prestaciones para los trabajadores que como usted y yo nos levantamos y desde temprano salimos a trabajar, y sólo se queda en los bolsillos de empresas, políticos o instituciones, pues de nada servirá.

La Inversión Extranjera Directa es todo aquel dinero que traen empresas y empresarios foráneos, no mexicanos, a tierras aztecas para invertir y generar empleos, riqueza y lo hace por un periodo prolongado de tiempo, idealmente, para obtener algún tipo de ganancia en el país.

Opinión por César Salomón @ElCesaro13


En los últimos meses hemos escuchado un término por todos lados; empresarios y políticos hablan de él. Los primeros esperan más, no es suficiente y podría mejorar con políticas económicas diferentes, los segundos se cuelgan de todo lo que pueda parecer positivo para sus proyectos políticos y, por ende, para sus fines electorales.

Hablemos, escribamos, mejor dicho, de la Inversión Extranjera Directa (IED). ¿Qué significa, por qué todos hablan de ello? Según la Secretaría de Economía (SE), la IED “es aquella que tiene como propósito crear un vínculo duradero con fines económicos y empresariales de largo plazo, por parte de un inversionista extranjero en el país receptor.

Diversas instituciones indican que la IED genera empleos, facilita el crecimiento y desarrollo, atrae dinero a la economía mexicana, permite la llegada de nuevas tecnologías, incrementa las exportaciones e incentiva la competencia entre empresas e instituciones.

Para la SE, se considera IED:

  • La participación de inversionistas extranjeros en el capital social de empresas mexicanas.
  • La participación de inversionistas extranjeros en las actividades y actos contemplados por la Ley


Para el año 2023, la IED que aterrizó en México fue de aproximadamente 36 mil millones de dólares, cifra importante, sin lugar a duda, pero que podría mejorar e incrementarse en los próximos años debido a un tema que tocamos en entregas anteriores: el nearshoring.

Debido a este fenómeno que representa este nuevo modelo de negocios, el secretario de Hacienda del actual gobierno Rogelio Ramírez de la O, aseguró hace no más de dos semanas, que la IED podría superar lo que llegó el año pasado.

Y si usted se pregunta si es bueno o malo que lleguen dineros extranjeros para invertir en México, le puedo decir que depende. Así es.

Sí, en efecto, la IED genera empleos y atrae divisas a la economía mexicana. Las empresas que llegan a suelo mexicano movilizan la economía y con el nearshoring contratan o subcontratan a otras compañías que, a su vez, generan empleo. Sin duda, un punto positivo por donde se le vea.

Sin embargo, si todo ese recurso que llega no se refleja en mejores condiciones salariales, en más prestaciones para los trabajadores que como usted y yo nos levantamos y desde temprano salimos a trabajar, y sólo se queda en los bolsillos de empresas, políticos o instituciones, pues de nada servirá.

La Inversión Extranjera Directa es todo aquel dinero que traen empresas y empresarios foráneos, no mexicanos, a tierras aztecas para invertir y generar empleos, riqueza y lo hace por un periodo prolongado de tiempo, idealmente, para obtener algún tipo de ganancia en el país.

Opinión por César Salomón @ElCesaro13