Por Alejandro Jiménez
Se le hizo bolas el engrudo al comité especial para el voto en el extranjero del INE, presidido por el consejero Arturo Castillo e integrado por los consejeros Carla Humphrey, Beatriz Zavala, Jaime Rivera, Martín Faz y Dania Ravel.
El rechazó a 39,724 ciudadanos por supuestas irregularidades, sin aclarar detalles, hizo que los partidos políticos levantaran sospechas: por un lado, que había un intento de Morena por cometer un gran fraude con esos votantes, y por el otro, que desde el mismo INE se estaba deteniendo el voto de partidarios de la 4T para favorecer a Xóchitl Gálvez.
A falta de transparencia sobre lo que realmente pasó con esos ciudadanos rechazados, pues las especulaciones se dieron vuelo.
Y es que el gasto de 261 millones de pesos que el Instituto Nacional Electoral asignó para organizar y promover el voto en el extranjero tiene que ser objeto de escrutinio. Se esperaba que más de un millón de mexicanos residentes en el extranjero votaran, pero los números finales han sido desalentadores. Solo 226 mil 661 solicitudes fueron registradas, un aumento modesto respecto a las 182 mil de 2018. La estrategia de promoción parece haber fallado.
En cuanto al financiamiento, es crucial que la presidenta Taddei exija una rendición de cuentas detallada sobre el uso de los 261 millones de pesos, especialmente los 112 millones supuestamente destinados a la promoción del voto en el extranjero, una promoción que aparentemente pasó inadvertida para muchos.
A los casi 40 mil potenciales votantes desde el exterior se les había notificado inicialmente por correo electrónico que su solicitud estaba aprobada, solo para luego informarles lo contrario. El comité incluso ha amenazado con acciones legales contra algunos por presuntas irregularidades en su documentación, lo que ha generado una gran frustración e indignación entre los afectados.
Este mismo grupo de consejeros es del que hablábamos aquí en este mismo espacio la semana pasada, que habían cargado con la responsabilidad de los errores en el primer debate de las candidatas y el candidato a la Presidencia de la Repúbica
Es el grupo que ha bloqueado los intentos de Taddei de nombrar a nuevos funcionarios, dejando al INE operando con encargados provisionales de los despachos, en una inútil pugna entre los antiguos consejeros y los nuevos, que llegaron recientemente.
Pugna que daña la imagen del INE que estaba funcionando bien con Lorenzo Córdova, pese a la furia presidencial por no tener control del instituto, y que necesita legitimarse con Guadalupe Taddei, quien ha dicho que el proceso electoral 2023-2024 avanza en tiempo y forma:
“Tengan la tranquilidad que no para el proceso electoral. El INE está bien; está caminando bien; esta firme, es porque cuenta con una estructura probada una y otra vez para llevar a cabo los procesos electorales. México está bien y estamos caminando bien.”
De paso ha dicho que el INE no es lo que los partidos políticos mencionan en sus estrategias de campaña, sino la institución encargada de organizar las elecciones, y para ello cuenta con una estructura desconcentrada de 32 juntas locales ejecutivas y 300 juntas distritales, además de trabajar de manera coordinada con los organismos públicos locales de todas las entidades.
O sea: nada de debilitar al INE, ni de afuera ni de adentro.
