/ domingo 4 de junio de 2023

La participación ciudadana es un deber y un derecho

Por Mtra. Gabriela Jiménez Godoy

La participación ciudadana en los procesos electorales de México es una piedra angular de la democracia y un pilar fundamental para garantizar un sistema político justo y representativo. Sin embargo, existe un alto nivel de abstencionismo en nuestro país, lo cual puede debilitar la salud de nuestra democracia y nos obliga a reflexionar sobre los obstáculos que impiden una participación significativa de los ciudadanos.


El abstencionismo es un fenómeno preocupante que refleja una profunda desconfianza y desencanto por parte de cierto sector de la ciudadanía hacia el sistema político, en gran parte debido a las malas prácticas heredadas del periodo neoliberal.


La falta de participación implica renunciar a nuestro derecho y al deber de influir en la toma de decisiones que nos afectan directamente. Al no votar, estamos cediendo el poder a aquellos que pueden no tener los intereses del pueblo como prioridad.


Es responsabilidad ciudadana informarse de manera objetiva y crítica sobre las candidaturas y sus propuestas. El estar informado implica conocer los nombres de los candidatos e investigar su trayectoria, posturas políticas, compromiso con los derechos humanos y su capacidad para representar los intereses de la ciudadanía. Sólo así podremos emitir un voto informado y consciente, y exigir a nuestros representantes cuentas claras y acciones concretas en beneficio de la sociedad.


Dos proyectos están en juego en el Estado de México y Coahuila. Por un lado, el del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien, a lo largo de su historia, ha sido señalado por llevar a cabo prácticas cuestionables en la búsqueda del poder. El acarreo, las trampas y el uso ilegal de recursos públicos son algunas de las estrategias que han empleado para ganar las elecciones. Estas prácticas antidemocráticas socavan la confianza de la ciudadanía en el sistema electoral y perpetúan un ciclo vicioso de impunidad y corrupción.


Por otra parte, se tiene el proyecto del pueblo, la Cuarta Transformación, un proyecto que ha demostrado ser distinto, eliminado la corrupción y que garantiza derechos sociales. El Estado de México y Coahuila merecen un cambio.


En esta jornada del 4 de junio, será muy importante difundir y denunciar las prácticas antidemocráticas del PRI y de cualquier otro sector que utilice estrategias ilícitas para ganar. También se espera superar el abstencionismo y que la ciudadanía ejerza su derecho y deber de votar. Al fortalecer la participación ciudadana, podremos construir una democracia más sólida y representativa, donde la voz de todos los ciudadanos sea escuchada y valorada.


Gabriela Jiménez Godoy, Presidenta de Que Siga la Democracia AC

Twitter: @GabyJimenezMX Facebook: GabyJimenezGo


Por Mtra. Gabriela Jiménez Godoy

La participación ciudadana en los procesos electorales de México es una piedra angular de la democracia y un pilar fundamental para garantizar un sistema político justo y representativo. Sin embargo, existe un alto nivel de abstencionismo en nuestro país, lo cual puede debilitar la salud de nuestra democracia y nos obliga a reflexionar sobre los obstáculos que impiden una participación significativa de los ciudadanos.


El abstencionismo es un fenómeno preocupante que refleja una profunda desconfianza y desencanto por parte de cierto sector de la ciudadanía hacia el sistema político, en gran parte debido a las malas prácticas heredadas del periodo neoliberal.


La falta de participación implica renunciar a nuestro derecho y al deber de influir en la toma de decisiones que nos afectan directamente. Al no votar, estamos cediendo el poder a aquellos que pueden no tener los intereses del pueblo como prioridad.


Es responsabilidad ciudadana informarse de manera objetiva y crítica sobre las candidaturas y sus propuestas. El estar informado implica conocer los nombres de los candidatos e investigar su trayectoria, posturas políticas, compromiso con los derechos humanos y su capacidad para representar los intereses de la ciudadanía. Sólo así podremos emitir un voto informado y consciente, y exigir a nuestros representantes cuentas claras y acciones concretas en beneficio de la sociedad.


Dos proyectos están en juego en el Estado de México y Coahuila. Por un lado, el del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien, a lo largo de su historia, ha sido señalado por llevar a cabo prácticas cuestionables en la búsqueda del poder. El acarreo, las trampas y el uso ilegal de recursos públicos son algunas de las estrategias que han empleado para ganar las elecciones. Estas prácticas antidemocráticas socavan la confianza de la ciudadanía en el sistema electoral y perpetúan un ciclo vicioso de impunidad y corrupción.


Por otra parte, se tiene el proyecto del pueblo, la Cuarta Transformación, un proyecto que ha demostrado ser distinto, eliminado la corrupción y que garantiza derechos sociales. El Estado de México y Coahuila merecen un cambio.


En esta jornada del 4 de junio, será muy importante difundir y denunciar las prácticas antidemocráticas del PRI y de cualquier otro sector que utilice estrategias ilícitas para ganar. También se espera superar el abstencionismo y que la ciudadanía ejerza su derecho y deber de votar. Al fortalecer la participación ciudadana, podremos construir una democracia más sólida y representativa, donde la voz de todos los ciudadanos sea escuchada y valorada.


Gabriela Jiménez Godoy, Presidenta de Que Siga la Democracia AC

Twitter: @GabyJimenezMX Facebook: GabyJimenezGo