/ jueves 9 de mayo de 2019

La cultura de la violencia

El Aullido de Lobo

Pocas veces se ha captado el momento de un ataque armado enMéxico, aún cuando muchos han sucedo a plena luz del día, y más pocos aquellos donde se ven involucrados comunicadores, tal como ha sucedido este martes en laPlaza de Armas, en el centro de Cuernavaca, Morelos. Ahí, a un pistolero no le importó tanta gente para cometer un atentado que ya costó la vida a dos personas y lesiones graves a tres más.

Fueron momentos de confusión, dolor, de terror y todo esto se combinó para que los ahí presentes no supieran qué hacer, la mayoría corrió en diferentes direcciones, unos tras el agresor y otros en sentido contrario o de un lado a otro.

Bien se puede escuchar en los diferentes videos difundidos,que los compañeros reporteros intentaban sobreponerse para captar las imágenes o llamar a sus medios, en tanto que algunos trataban de hacer un recuento delos daños.

Una joven le dice a otra: no se si estoy herida, siento algo caliente, revísame. Otra le

pide a su acompañante buscar un puesto y esconderse detrás.

Todo esto solo nos conduce a una conclusión, no tenemos una cultura de la violencia, esa que nos indica cómo reaccionar ante una balacera,quizá porque los niveles de violencia que viven nuestros compañeros del norte del país no han sido iguales.

Ahí, en estados como Sinaloa, Guadalajara o Chihuahua, hasta los niños de primaria saben que ante un tiroteo hay que tirarse al piso,cubrirse la cabeza y no levantarse hasta que no se escuchen más disparos, ya ocurrió así en algunos casos y hasta un infante de primaria hizo una mochila blindada para el caso de una balacera.

Pero acá, en el centro del país, no obstante que vivimos una de las eras más sangrientas de la historia del crimen, aún falta mucho para que desarrollemos esa cultura de la violencia y de reacción; con razón dicen que practicar el periodismo en México es tan peligroso como estar en algún país del medio oriente

@Antoniodemarcel

antoniodemarcelo@gmail.com

El Aullido de Lobo

Pocas veces se ha captado el momento de un ataque armado enMéxico, aún cuando muchos han sucedo a plena luz del día, y más pocos aquellos donde se ven involucrados comunicadores, tal como ha sucedido este martes en laPlaza de Armas, en el centro de Cuernavaca, Morelos. Ahí, a un pistolero no le importó tanta gente para cometer un atentado que ya costó la vida a dos personas y lesiones graves a tres más.

Fueron momentos de confusión, dolor, de terror y todo esto se combinó para que los ahí presentes no supieran qué hacer, la mayoría corrió en diferentes direcciones, unos tras el agresor y otros en sentido contrario o de un lado a otro.

Bien se puede escuchar en los diferentes videos difundidos,que los compañeros reporteros intentaban sobreponerse para captar las imágenes o llamar a sus medios, en tanto que algunos trataban de hacer un recuento delos daños.

Una joven le dice a otra: no se si estoy herida, siento algo caliente, revísame. Otra le

pide a su acompañante buscar un puesto y esconderse detrás.

Todo esto solo nos conduce a una conclusión, no tenemos una cultura de la violencia, esa que nos indica cómo reaccionar ante una balacera,quizá porque los niveles de violencia que viven nuestros compañeros del norte del país no han sido iguales.

Ahí, en estados como Sinaloa, Guadalajara o Chihuahua, hasta los niños de primaria saben que ante un tiroteo hay que tirarse al piso,cubrirse la cabeza y no levantarse hasta que no se escuchen más disparos, ya ocurrió así en algunos casos y hasta un infante de primaria hizo una mochila blindada para el caso de una balacera.

Pero acá, en el centro del país, no obstante que vivimos una de las eras más sangrientas de la historia del crimen, aún falta mucho para que desarrollemos esa cultura de la violencia y de reacción; con razón dicen que practicar el periodismo en México es tan peligroso como estar en algún país del medio oriente

@Antoniodemarcel

antoniodemarcelo@gmail.com