/ lunes 30 de diciembre de 2019

Gana contratos, pero no los cumple

Secretos

A Jet Van Car Rental, la arrendadora de Cuauhtémoc Velázquez y Teresa López, le llovieron los contratos con el nuevo gobierno federal. Si fue una empresa favorita con Enrique Peña Nieto, se coronó como la predilecta en la administración de Andrés Manuel López Obrador a pesar de sus incumplimientos exhibidos recientemente por la Auditoría Superior de la Federación, a cargo de David Colmenares.

Dicen que el que mucho abarca, poco aprieta, este puede ser el caso de Jet Van Car Rental, firma que cierra el 2019 con 103 contratos a nivel federal por 3 mil 153 millones 610 mil 864 pesos, es decir, el doble del presupuesto 2019 de la Oficina de la Presidencia de la República.

Tuvo contratos con el Servicio de Administración Tributaria, Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Instituto Nacional de Migración, Sedatu, Secretaría de Bienestar, Secretaría del Trabajo, Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), entre otras instituciones. Pero poco a poco se han exhibido los incumplimientos de la empresa.

Segalmex, organismo dirigido por Ignacio Ovalle, fue la víctima reciente de los incumplimientos de la empresa. Le rentó por cuatro años 700 camiones y tractocamiones que utilizará para la distribución de productos en zonas de alta marginación en el país, un contrato por mil 714 millones de pesos.

Sin embargo, la arrendadora debía entregar 100 tractocamiones a Segalmex el pasado 15 de diciembre y, de acuerdo con fuentes de la 4T, sólo cumplió con una quinta parte de las unidades comprometidas.

La institución podría sancionar al proveedor, incluso rescindirle el contrato al atentar contra la estrategia de reparto.

Para la empresa las sanciones no son nuevas. En 2017, el Instituto Nacional Electoral, presidido por Lorenzo Córdova, le impuso una penalización por 5.7 millones de pesos por el incumplimiento de condiciones contractuales. Pese a ello, el organismo electoral le renovó convenios.

Los señalamientos por entrega de unidades en malas condiciones, incluso precios inflados han puesto a Jet Van Car Rental en el ojo del huracán.

Los sabuesos de la Auditoría Superior de la Federación han detectado sus malas prácticas, al grado de entregar ambulancias “chatarra” al IMSS, de Zoé Robledo.

Si la 4T tiene como sello la cero tolerancia a la corrupción debería revisar el emporio de Jet Van Car Rental y sus entregas deficientes, malas prácticas y su atentado contra el patrimonio de los mexicanos.


Secretos

A Jet Van Car Rental, la arrendadora de Cuauhtémoc Velázquez y Teresa López, le llovieron los contratos con el nuevo gobierno federal. Si fue una empresa favorita con Enrique Peña Nieto, se coronó como la predilecta en la administración de Andrés Manuel López Obrador a pesar de sus incumplimientos exhibidos recientemente por la Auditoría Superior de la Federación, a cargo de David Colmenares.

Dicen que el que mucho abarca, poco aprieta, este puede ser el caso de Jet Van Car Rental, firma que cierra el 2019 con 103 contratos a nivel federal por 3 mil 153 millones 610 mil 864 pesos, es decir, el doble del presupuesto 2019 de la Oficina de la Presidencia de la República.

Tuvo contratos con el Servicio de Administración Tributaria, Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Instituto Nacional de Migración, Sedatu, Secretaría de Bienestar, Secretaría del Trabajo, Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), entre otras instituciones. Pero poco a poco se han exhibido los incumplimientos de la empresa.

Segalmex, organismo dirigido por Ignacio Ovalle, fue la víctima reciente de los incumplimientos de la empresa. Le rentó por cuatro años 700 camiones y tractocamiones que utilizará para la distribución de productos en zonas de alta marginación en el país, un contrato por mil 714 millones de pesos.

Sin embargo, la arrendadora debía entregar 100 tractocamiones a Segalmex el pasado 15 de diciembre y, de acuerdo con fuentes de la 4T, sólo cumplió con una quinta parte de las unidades comprometidas.

La institución podría sancionar al proveedor, incluso rescindirle el contrato al atentar contra la estrategia de reparto.

Para la empresa las sanciones no son nuevas. En 2017, el Instituto Nacional Electoral, presidido por Lorenzo Córdova, le impuso una penalización por 5.7 millones de pesos por el incumplimiento de condiciones contractuales. Pese a ello, el organismo electoral le renovó convenios.

Los señalamientos por entrega de unidades en malas condiciones, incluso precios inflados han puesto a Jet Van Car Rental en el ojo del huracán.

Los sabuesos de la Auditoría Superior de la Federación han detectado sus malas prácticas, al grado de entregar ambulancias “chatarra” al IMSS, de Zoé Robledo.

Si la 4T tiene como sello la cero tolerancia a la corrupción debería revisar el emporio de Jet Van Car Rental y sus entregas deficientes, malas prácticas y su atentado contra el patrimonio de los mexicanos.