“Ha habido también en estos medios, y en varios otros de televisión, de radio, esta afición por concentrarse en el lado más triste de la epidemia, y pienso que en ese sentido, esa obsesión entiende a varias razones, desde luego la posibilidad de tener más ganancias, aumentar la rentabilidad de los periódicos, que suban las acciones, en fin el aspecto comercial” ¡Cómo lo ve! Esta es la última con la que nos salió “el genio” López Gatell, quien demuestra una vez más, su gran torpeza disfrazada de intelectualidad de izquierda.
EL TRISTE
Primero, le responderíamos al Subsecretario de Salud, ¿existe algo que no sea triste en una epidemia? Una pandemia, a nivel mundial, la peor en la historia humana, ¿debería tenernos felices?
Llevamos un año donde millones han estado encerrados, sin abrazos, sin besos, sin asistir a funerales, sin poder despedir a nuestros seres queridos, y, por si fuera poco, deprimidos, sufriendo, haciendo corajes, buscando camas en los hospitales, o implorando tanques de oxígeno, pero bueno, según el encargado de la pandemia, no habría razón para estar tristes.
¿200 MIL?
El genio López Gatell anticipa además que los medios registraremos nuevamente esta trágica cifra cerrada. ¿de verdad creerá este exburócrata de Felipe Calderón y encumbrado por López Obrador, que los mexicanos pensamos que sólo han fallecido 200 mil personas?
Esas, por supuesto, son cifras oficiales, o el genio Gatell olvida las neumonías atípicas, o quienes han muerto en su casa, o en las calles, y que no están registrados en las defunciones por COVID-19. Los cálculos más conservadores estiman medio millón de mexicanos fallecidos por esta causa.
Pero este gobierno, al igual que con el de Miguel de la Madrid con el terremoto del 85, ocultará para nuestra historia, la cifra real de quienes han muerto en esta pandemia, nunca la sabremos.
DELIRIO DE GRANDEZA
López Gatell ha dado virajes en su vida personal que le han perturbado sin duda en lo profesional, quizás por eso, anda tan, pero tan desatinado últimamente. Delirios de Che Guevara combinado con comportamiento de chavo ruco. La historia lo juzgará.
