/ sábado 6 de abril de 2024

DISCO DURO | Disfrazados de morenistas

Ya cuando se han definido todas las candidaturas en el país a los cargos de elección popular que están en juego, no todos han quedado contentos con el resultado, principalmente en Morena, que dirige Mario Delgado, quien por puro pragmatismo cobijó a muchos ex militantes de última hora de otros partidos, con perfiles más mediáticos que algunos militantes de base, que se quedaron sin nada porque no fueron considerados “electoralmente atractivos”.

El caso más extremo se dio en Yucatán, donde trasplantaron a priístas y panistas de cepa, los disfrazaron de morenistas, como el propio candidato a gobernador Joaquín "Huacho" Díaz, pero también trajeron a Rommel Pacheco para la alcaldía de Mérida, y previamente habían jugado sin ningún rubor la carta de traer, vía el PVEM, a Jorge Carlos Ramírez Marín, priísta de toda la vida, generando una inconformidad que tuvo que ser controlada desde el propio Palacio Nacional.

Pero así estuvo por todo el país. De pronto, nombres asociados a los viejos partidos en el poder aparecieron en bardas color guinda. De menos 100, según reporta la ex diputada María de los Ángeles Huerta, quien en estas mismas páginas dio conocer la existencia de un “Observatorio ciudadano de candidatos y legisladores de Morena”, que se ha dedicado a armar expedientes “de candidatos que, de acuerdo con la observación de ciudadanos y especialistas, no corresponden ni han estado de acuerdo con el trabajo que históricamente representa el obradorismo en este país.”

Huerta explica: “Para los miembros del observatorio, “candidatos indeseables” es sinónimo de personas que o provienen del prianprd y que ingresaron a Morena sin compromiso alguno excepto el electoral, o bien que poco antes de formar parte de las filas de Morena, han tenido acciones y/o declaraciones fuertes en contra del proyecto de la Cuarta Transformación y/o sus líderes principales. También son indeseables aquellos a quienes la sociedad o las leyes les han comprobado actos de corrupción asociados con algún tipo de delincuencia organizada o temas de género y abuso sexual.”

Y sigue: “En la lista de Morena a diputados federales, locales, alcaldes y regidores hay más de cien personas de esta naturaleza. Todos nos hemos preguntado cómo se explica, aun cuando las votaciones o “encuestas” los respalden o señalen, que gente así haya ganado la oportunidad de representar a un movimiento que les es indiferente o contra el que han luchado como miembros del PRI, PAN, PRD o Partido Verde.

“Es muy extraño y casi inaceptable que este “pueblo sabio” prefiera candidatos tan indeseables, en lugar de militantes leales y activos que siempre han trabajado en favor de un proyecto; yo creo que fue un error haber dicho que los candidatos de Morena no ganan

encuestas, creo que eso debe aclararse bien. Sería terrible que además de eso se pudieran perder los congresos, sea porque no se alcance la votación necesaria, o porque aún ganando Morena la mayoría absoluta, se pierdan las votaciones necesarias porque quienes queden de diputados o senadores no voten en favor.”

De momento la lista completa de los 100 expedientes es asunto interno del partido, y como son tiempos de “unidad” ante la elección pues se postergará su difusión. Sin embargo, el hecho es que una corriente de “puros” del partido, va a traer vigilados a los “indeseables”: cómo se comportan, cómo votarán, que declaraciones harán, para evitar, como dicen, que traicionen al obradorismo.

Otro militante de Morena, Luis Humberto Fernández, ex autoridad de la SEP en la CdMx, y actualmente candidato a diputado federal por Morena en Querétaro también advirtió en estas páginas: “Pasando la elección, Morena deberá entrar a un proceso de reflexión y de mucho aprendizaje. Una propuesta sería que, en la cual expresen el reconocimiento al liderazgo del presidente López todos los que se quieran sumar deban hacer una declaración profunda de su fe política en la cual expresen el reconocimiento al liderazgo del presidente López Obrador, el compromiso para abolir privilegios y la corrupción, y la conciencia de que primero es la gente, no los contratistas ni los proveedores. Y también debe existir un proceso para quienes busquen dejar el partido por no subirse al camión de las candidaturas, en el cual se haga patente nuestro desprecio a su impostura; no en vano el pecado favorito del diablo es la soberbia de la que se alimenta la traición.”

Se cocina, pues, una división interna entre “puros” y neo-morenistas, de pronóstico reservado.


ajimenez@oem.com.mx

Ya cuando se han definido todas las candidaturas en el país a los cargos de elección popular que están en juego, no todos han quedado contentos con el resultado, principalmente en Morena, que dirige Mario Delgado, quien por puro pragmatismo cobijó a muchos ex militantes de última hora de otros partidos, con perfiles más mediáticos que algunos militantes de base, que se quedaron sin nada porque no fueron considerados “electoralmente atractivos”.

El caso más extremo se dio en Yucatán, donde trasplantaron a priístas y panistas de cepa, los disfrazaron de morenistas, como el propio candidato a gobernador Joaquín "Huacho" Díaz, pero también trajeron a Rommel Pacheco para la alcaldía de Mérida, y previamente habían jugado sin ningún rubor la carta de traer, vía el PVEM, a Jorge Carlos Ramírez Marín, priísta de toda la vida, generando una inconformidad que tuvo que ser controlada desde el propio Palacio Nacional.

Pero así estuvo por todo el país. De pronto, nombres asociados a los viejos partidos en el poder aparecieron en bardas color guinda. De menos 100, según reporta la ex diputada María de los Ángeles Huerta, quien en estas mismas páginas dio conocer la existencia de un “Observatorio ciudadano de candidatos y legisladores de Morena”, que se ha dedicado a armar expedientes “de candidatos que, de acuerdo con la observación de ciudadanos y especialistas, no corresponden ni han estado de acuerdo con el trabajo que históricamente representa el obradorismo en este país.”

Huerta explica: “Para los miembros del observatorio, “candidatos indeseables” es sinónimo de personas que o provienen del prianprd y que ingresaron a Morena sin compromiso alguno excepto el electoral, o bien que poco antes de formar parte de las filas de Morena, han tenido acciones y/o declaraciones fuertes en contra del proyecto de la Cuarta Transformación y/o sus líderes principales. También son indeseables aquellos a quienes la sociedad o las leyes les han comprobado actos de corrupción asociados con algún tipo de delincuencia organizada o temas de género y abuso sexual.”

Y sigue: “En la lista de Morena a diputados federales, locales, alcaldes y regidores hay más de cien personas de esta naturaleza. Todos nos hemos preguntado cómo se explica, aun cuando las votaciones o “encuestas” los respalden o señalen, que gente así haya ganado la oportunidad de representar a un movimiento que les es indiferente o contra el que han luchado como miembros del PRI, PAN, PRD o Partido Verde.

“Es muy extraño y casi inaceptable que este “pueblo sabio” prefiera candidatos tan indeseables, en lugar de militantes leales y activos que siempre han trabajado en favor de un proyecto; yo creo que fue un error haber dicho que los candidatos de Morena no ganan

encuestas, creo que eso debe aclararse bien. Sería terrible que además de eso se pudieran perder los congresos, sea porque no se alcance la votación necesaria, o porque aún ganando Morena la mayoría absoluta, se pierdan las votaciones necesarias porque quienes queden de diputados o senadores no voten en favor.”

De momento la lista completa de los 100 expedientes es asunto interno del partido, y como son tiempos de “unidad” ante la elección pues se postergará su difusión. Sin embargo, el hecho es que una corriente de “puros” del partido, va a traer vigilados a los “indeseables”: cómo se comportan, cómo votarán, que declaraciones harán, para evitar, como dicen, que traicionen al obradorismo.

Otro militante de Morena, Luis Humberto Fernández, ex autoridad de la SEP en la CdMx, y actualmente candidato a diputado federal por Morena en Querétaro también advirtió en estas páginas: “Pasando la elección, Morena deberá entrar a un proceso de reflexión y de mucho aprendizaje. Una propuesta sería que, en la cual expresen el reconocimiento al liderazgo del presidente López todos los que se quieran sumar deban hacer una declaración profunda de su fe política en la cual expresen el reconocimiento al liderazgo del presidente López Obrador, el compromiso para abolir privilegios y la corrupción, y la conciencia de que primero es la gente, no los contratistas ni los proveedores. Y también debe existir un proceso para quienes busquen dejar el partido por no subirse al camión de las candidaturas, en el cual se haga patente nuestro desprecio a su impostura; no en vano el pecado favorito del diablo es la soberbia de la que se alimenta la traición.”

Se cocina, pues, una división interna entre “puros” y neo-morenistas, de pronóstico reservado.


ajimenez@oem.com.mx