La madrugada de este lunes el cuerpo de una mujer de la tercera edad fue exhumado de su tumba en el panteón nuevo de la ciudad de Cortazar, Guanajuato, acción que fue descubierta al amanecer.
De acuerdo a los datos proporcionados por el personal de Servicios Municipales responsables del panteón 'nuevo', fue durante un rondín de vigilancia cuando observaron que una tumba había sido profanada, la cual se trataba de una mujer de la tercera edad que presentaba signos de violencia y al parecer había sido abusada sexualmente.
Al ver esta macabra situación, las personas aún en shock realizaron de inmediato las llamadas al 911 por lo que llegaron elementos policiacos y posteriormente peritos de la Agencia de Investigación Criminal, quienes serán los encargados de darle seguimiento a este caso y resolverlo y encerrar a los responsables de tan enfermo acto.
Asimismo, la zona fue resguardada y delimitada, mientras se realizaban los trabajos de investigación por parte de la Fiscalía General del Estado.
No es el primer caso que se da en el estado
El 14 de noviembre 2018, en Jaral de Progreso ocurrió otro hecho similiar que horrorizó a la ciudadanía. Una mujer de 62 años que recientemente había sido sepultada, fue localizada afuera de su tumba y desnuda. Los agresores la ultrajaron.
El segundo caso ocurrió también en Jaral del Progreso el 24 de enero de 2019. En esta ocasión la víctima fue una jovencita que fue asesinada a balazos en pleno jardín de la comunidad de Victoria de Cortazar. Después de las averiguaciones, la mujer fue entregada a sus familiares para darle cristiana sepultura, pero ahí no terminaría el dolor de la familia. La tumba de la joven mujer fue profanada y ella fue atacada sexualmente. No se informó si hubo detenidos por este atroz hecho.
En un tercer caso, pero ahora en Villagrán, unas 25 tumbas del panteón municipal fueron dañadas o parcialmente destruidas por ladrones con el propósito de robar varilla para su venta como fierro viejo.
Estos lamentables hechos ocurrieron en marzo del año en curso y aunque hubo un primer detenido en flagrancia, pero fue liberado porque nadie presentó denuncia. Algunos féretros quedaron a la vista al ser despojadas las gavetas de sus cubiertas para robar las varillas metálicas.
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