"Me escondí en el baño y los vidrios explotaban, tuve mucho miedo pensé que ahora sí me moriría"
María del Jesús Sánchez Torreblanca una mujer de 92 años de edad que dedico su vida a la enseñanza relató para LA PRENSA el horrible momento que vivió cuando el huracán Otis azotó el Puerto de Acapulco.
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Ella es conocida por los lugareños como La Maestra Chuchita pues dio clases a muchos jóvenes que incluso han llevado a regularizar a sus hijos, nietos y ahora hasta bisnietos.
Chuchita contó cómo fue que su caso que construyó durante varios años ahora quedó reducida a escombros, pues el viento y la lluvia arrasó con todo.
Así lo narró María del Jesús Sánchez
"Me fui a acostar temprano como a eso de las 06:00 de la tarde, cerré las puertas y las ventanas para estar tranquila y segura. Estaba acostada en mi cama viendo la tele cuando a las 10:00 de la noche comenzó a llover, podía escuchar y ver las gotas chochar fuertemente contra el vidrio, pero como en media hora se quitó por completo.
Entonces a la media noche otra vez se escuchó la lluvia fuerte pero bien fuerte y las ventanas comenzaron a temblar.
Mi hijo que a veces se queda a cuidarme corrió a dónde estaba yo y trato de sostener uno de los ventanales que tronaba y que se vino abajo, pero el aire fue tan fuerte que lo arrojó contra en piso.
Agarré mi bastón y como pude me escondí en el baño y los vidrios explotaban, tuve mucho miedo pensé que ahora sí me moriría.
Mi hijo como pudo se levantó y fue corriendo a dónde yo estaba y trato de cubrirme las cabezas, pero el viento, las piedras y los vidrios volaban por toda la casa.
Los truenos y los relámpagos me asustaron mucho y más porque no había luz no podía ver nada.
El agua y viento nos azotaban de un lado para el otro, quedé completamente mojada y asustada entre las cuatro paredes de mi baño.
Fueron las peores horas de mi vida, en mi larga vida que tengo nunca había tenido tanto miedo como ahora.
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Esa noche dormimos en el baño y a la mañana siguiente desperté y salí a ver qué había pasado con mi casa.
Llore y llore porque se había perdido todo, años de esfuerzo, trabajo, ayuda de mis hijos se fue para siempre en un abrir y cerrar de ojos.
En mi casa ya no se puede vivir, todos los recuerdos que forme con mi familia en eso quedarán en recuerdos porque ya no podré disfrutar de un futuro con ellos en mi hogar.
Ahora me tendré que ir con mi hija y mi nieta a la Ciudad de México para poder tener un techo.
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