/ lunes 29 de enero de 2024

Se queda en el Penal de Tenango del Valle el presunto agresor del Fiscal mexiquense

Usurpación de funciones, portación de arma prohibida, cohecho y delitos contra la salud son algunos de los cargos que enfrenta el imputado Julio Cesar “N”

El Juez de Control del Distrito Judicial de Tenango del Valle calificó como legal la detención de Julio César "N", tras considerar que fue detenido en flagrancia mientras presuntamente cometía delitos de homicidio en grado de tentativa en agravio de escoltas y el fiscal general de Justicia del Estado de México, José Luis Cervantes Martínes; usurpación de funciones, portación de arma prohibida, cohecho y delitos contra la salud.

Tras acreditar el Ministerio Público la proporcionalidad, necesidad e idoneidad, la Autoridad Judicial le impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada y en los próximos días determinará su situación legal.

El 25 de enero, el ahora detenido habría agredido a un convoy de vehículos en los que viajaban el Fiscal del Estado de México, José Luis Cervantes y elementos de seguridad, todos ellos portando visiblemente indumentaria institucional, en la carretera Toluca-Ciudad de México.

¿Cómo ocurrió el ataque en contra del Fiscal mexiquense?

Al inicio de la agresión, el vehículo escolta que circulaba entre la camioneta del Fiscal General y la motocicleta, fue objeto de acercamientos peligrosos por parte del particular, de tal manera que los elementos de seguridad procedieron a realizar comandos verbales y físicos para alejarlo y desistiera de su conducta de riesgo.

A pesar de ello y lejos de desistir de su acción, continuó realizando acercamientos laterales y a muy alta velocidad con la evidente finalidad de desestabilizar la unidad oficial y el aparente propósito de impactar el vehículo oficial contra la valla de seguridad que colinda con el vacío, justo en el momento que transitaban sobre un puente vehicular de considerable altura, comprometiendo de esta manera la vida o la integridad física de sus tripulantes.

En respuesta uno de los elementos de escolta exhibió de forma disuasiva el armamento que portaba, ante lo cual, el vehículo agresor impactó la unidad oficial, de manera violenta y en reiteradas ocasiones. Por ello, con el propósito de resguardar la vida y la seguridad de los ocupantes, el artillero del binomio que tripulaba la motocicleta, detonó su arma de cargo en contra de los neumáticos del vehículo agresor, a fin de inhabilitarlo. La agresión no cesó, sino que se intensificó.

Foto: FGJEM

Arma tipo fusil y cartuchos, entre lo asegurado al presunto agresor

Dos de los elementos de escolta advirtieron que el ocupante de la unidad particular exhibió un arma de fuego de alto poder de características “recortadas”, por lo que ante esta circunstancia la escolta principal abrió fuego contra el tren motor del vehículo agresor, sin lograr inhibirlo.

En la bifurcación posterior a la salida de un túnel cercano, el agresor fue interceptado y rodeado por el convoy oficial. Los tripulantes de los vehículos oficiales descendieron y lo conminaron mediante comandos verbales a detenerse y abandonar el vehículo. Sin embargo, el sujeto realizó acciones evasivas súbitas y violentas que pusieron en riesgo al personal que se apostó al frente y en la parte posterior del vehículo del agresor, por lo que procedieron a realizar detonaciones a la parrilla, motor y llantas posteriores con objeto de impedir que se evadiera y evitar que dañara a personas ajenas a los hechos.

De las primeras acciones realizadas por peritos en materia de criminalística de campo, los indicios encontrados al interior del vehículo que conducía el detenido fueron un arma de fuego de tipo fusil con cargador abastecido con tres cartuchos útiles y tres casquillos percutidos, todos de calibre 7.62 x 39. Así mismo los peritos ubicaron una chamarra táctica, una cangurera color verde que en su interior contenía bolsas con presuntos narcóticos, diversas credenciales entre las que se identificaron algunas aparentemente apócrifas con logotipos oficiales, una manopla de metal tipo boxer, una botella de vidrio conteniendo bebida alcohólica, un arma corto contundente con filo de metal y mango de plástico negro, así como artículos diversos presuntamente relacionados con prácticas rituales.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

Foto: FGJEM

El Juez de Control del Distrito Judicial de Tenango del Valle calificó como legal la detención de Julio César "N", tras considerar que fue detenido en flagrancia mientras presuntamente cometía delitos de homicidio en grado de tentativa en agravio de escoltas y el fiscal general de Justicia del Estado de México, José Luis Cervantes Martínes; usurpación de funciones, portación de arma prohibida, cohecho y delitos contra la salud.

Tras acreditar el Ministerio Público la proporcionalidad, necesidad e idoneidad, la Autoridad Judicial le impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada y en los próximos días determinará su situación legal.

El 25 de enero, el ahora detenido habría agredido a un convoy de vehículos en los que viajaban el Fiscal del Estado de México, José Luis Cervantes y elementos de seguridad, todos ellos portando visiblemente indumentaria institucional, en la carretera Toluca-Ciudad de México.

¿Cómo ocurrió el ataque en contra del Fiscal mexiquense?

Al inicio de la agresión, el vehículo escolta que circulaba entre la camioneta del Fiscal General y la motocicleta, fue objeto de acercamientos peligrosos por parte del particular, de tal manera que los elementos de seguridad procedieron a realizar comandos verbales y físicos para alejarlo y desistiera de su conducta de riesgo.

A pesar de ello y lejos de desistir de su acción, continuó realizando acercamientos laterales y a muy alta velocidad con la evidente finalidad de desestabilizar la unidad oficial y el aparente propósito de impactar el vehículo oficial contra la valla de seguridad que colinda con el vacío, justo en el momento que transitaban sobre un puente vehicular de considerable altura, comprometiendo de esta manera la vida o la integridad física de sus tripulantes.

En respuesta uno de los elementos de escolta exhibió de forma disuasiva el armamento que portaba, ante lo cual, el vehículo agresor impactó la unidad oficial, de manera violenta y en reiteradas ocasiones. Por ello, con el propósito de resguardar la vida y la seguridad de los ocupantes, el artillero del binomio que tripulaba la motocicleta, detonó su arma de cargo en contra de los neumáticos del vehículo agresor, a fin de inhabilitarlo. La agresión no cesó, sino que se intensificó.

Foto: FGJEM

Arma tipo fusil y cartuchos, entre lo asegurado al presunto agresor

Dos de los elementos de escolta advirtieron que el ocupante de la unidad particular exhibió un arma de fuego de alto poder de características “recortadas”, por lo que ante esta circunstancia la escolta principal abrió fuego contra el tren motor del vehículo agresor, sin lograr inhibirlo.

En la bifurcación posterior a la salida de un túnel cercano, el agresor fue interceptado y rodeado por el convoy oficial. Los tripulantes de los vehículos oficiales descendieron y lo conminaron mediante comandos verbales a detenerse y abandonar el vehículo. Sin embargo, el sujeto realizó acciones evasivas súbitas y violentas que pusieron en riesgo al personal que se apostó al frente y en la parte posterior del vehículo del agresor, por lo que procedieron a realizar detonaciones a la parrilla, motor y llantas posteriores con objeto de impedir que se evadiera y evitar que dañara a personas ajenas a los hechos.

De las primeras acciones realizadas por peritos en materia de criminalística de campo, los indicios encontrados al interior del vehículo que conducía el detenido fueron un arma de fuego de tipo fusil con cargador abastecido con tres cartuchos útiles y tres casquillos percutidos, todos de calibre 7.62 x 39. Así mismo los peritos ubicaron una chamarra táctica, una cangurera color verde que en su interior contenía bolsas con presuntos narcóticos, diversas credenciales entre las que se identificaron algunas aparentemente apócrifas con logotipos oficiales, una manopla de metal tipo boxer, una botella de vidrio conteniendo bebida alcohólica, un arma corto contundente con filo de metal y mango de plástico negro, así como artículos diversos presuntamente relacionados con prácticas rituales.

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Foto: FGJEM

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