Fiel a los pronósticos, Pumas y Chivas entregaron un partido como remedio para el insomnio. Ambas escuadras mostraron las realidades que padecen en este Apertura 2021 y entregaron pocas emociones en el césped del Olímpico Universitario. Los pupilos de Andrés Lillini tuvieron las de mayor peligro, aunque no lograron dejar atrás la nula contundencia. Por su parte, Chivas sólo tuvo una, pero Julio González se convirtió en héroe, 0-0 final. Víctor Manuel Vucetich tendrá una semana más de respiro, mientras que los felinos enfrentarán la semifinal de la Leagues Cup con más dudas que certezas.
Los universitarios intentaron sorprender desde el inicio. Un pase filtrado puso mano a mano a Jerónimo Rodríguez con un defensor central del Rebaño Sagrado. Metió un centro de pierna izquierda que no logró rematar Montejano, Meritao y que le quedó atrasado a Saucedo. Aunque el mexicoamericano remató, lo hizo descompuesto y el balón terminó en la tribuna.
A los pupilos de Víctor Manuel Vucetich les costó el trámite del cotejo. Les otorgaron la posesión a los locales y no tuvieron aproximaciones de peligro. Pumas volvió a generar acciones ofensivas gracias a Favio Álvarez, su hombre más participativo por detrás de Saucedo. Al final, el balón le cayó a Jerónimo Rodríguez, quien probó de larga distancia, pero su intento no tuvo dirección de portería.
Transcurrieron los minutos y Chivas se atrevió más. La llave del peligro pasó por los botines de Uriel Antuna, quien siempre buscó encarar por el costado izquierdo para recortar y enfilarse hacia el centro. Sin embargo, encontraron a una zaga universitaria bien parada en el fondo. La respuesta llegó rápido. Saucedo cambió de banda con Favio Álvarez y se notó la diferencia. El exjugador del Salt Lake dejó mano a mano al argentino con Gudiño, pero el meta del Rebaño contuvo el peligro y salvó a su escuadra del primero. El mal de toda la temporada para Pumas ya estaba en CU: la nula contundencia.
La primera del Rebaño cayó segundos antes de finalizar la primera mitad. Brizuela agarró mal parada a la defensa universitaria, se quitó a Saucedo y metió un pase retrasado. El balón le cayó a Godínez, quien remató de primera intención, pero voló su disparo. Quedó en el aire la polémica de si había fuera de juego o no, pero la visita perdonó. La falta de contundencia no se acabó en Pumas, pues Álvarez volvió a fallar frente a Gudiño y su disparo lo mandó a las manos del rojiblanco.
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Ya en la parte complementaria, la polémica se hizo presente en el Olímpico Universitario. Tras un tiro libre, los jugadores de Chivas pedían una mano dentro del área por parte de Rogério, quien ingresó por Montejano, pero el silbante Fernando Guerrero optó por no marcarla. Pumas perdió el protagonismo de la primera mitad y Andrés Lillini tuvo que mover sus piezas. Le dio salida a Saucedo y Meritao, quienes bajaron su rendimiento de forma considerable. Optó por darle minutos a Marco García y Washington Corozo para recuperar el control del balón en medio campo y la profundidad.
Pese a las modificaciones, el guion del partido no cambió. Chivas se hizo amo y señor de la posesión del esférico, aunque les faltó un poco de claridad en la última zona para generar peligro. La más clara del partido la tuvieron los pupilos de Vucetich. Julio González despejó mal un balón y se lo dejó a merced de Brizuela y Antuna, pero el “Mago” no logró concretar ante el buen achique del meta mexicano. No hubo tiempo para más. Ambas escuadras decepcionaron y otorgaron un partido triste, gris y sin goles y con ausencia de explosividad.
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