En el 2019 la señora Silvia Castillo sufrió el dolor más fuerte que un ser humano puede tener. Su hijo, Alán, fue asesinado en San Luis Potosí y hasta el momento no hay avances en las investigaciones.
Tras la desesperación de injusticia, la mujer junto a otras cuatro personas con un ataúd se apostaron frente a las instalaciones de la Secretaría de Gobernación (Segob), para exigir justicia por el caso de su hijo.
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“¡Madres de México, ayuda! Justicia ya no más violaciones hacía mis derechos humanos. Cuánto cuesta la justicia!”, es la leyenda que lleva la madre de Alán inscrita en la manta.
La señora Silva cerró tres de los cuatro carriles de la Avenida Bucareli y con una manta amarrada a su cuerpo exigía justicia y que fuera recibida por el Secretario de Gobernación Adán Augusto López.
Elementos de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC), abanderaron la zona para salvaguarda la vida de los manifestantes, quien llevaba un ataúd y ayudar a fluir el tráfico.
Fueron más de cinco horas de bloqueo frente a las oficinas de Segob.
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Incluso, en un momento de desesperación para ser atendida por personal de la Secretaria de Gobernación, la señora Silva se colocó una de las cuerdas de la manta en el cuello mientras otra de las esquinas, con otra cuerda, la amarró a las rejas y casi se asfixia, pero gracias a la oportuna intervención de unos de los manifestantes le ayudó para que no se ahorcara.
No es la primera vez que la madre de Alán hace una protesta ya que en el mes de noviembre del 2019 también lo hizo, incluso escaló las rejas de Segob para ser atendida y apresurar las investigaciones por el asesinato de su hijo. En días recientes, la señora Silvia se encadenó a uno de los accesos de la Segob para exigir justicia por el asesinato de su hijo.
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