/ viernes 1 de septiembre de 2023

Hallazgo de cadáver “entambado” no interrumpe la rutina en La Lagunilla

La vida continúa en esta calle de la Lagunilla, en donde antes se encontraba el bote macabro, ahora está un sillón gris que nadie quiere

En el corazón de la Lagunilla, entre República de Chile, mejor conocida como la calle de Las Novias y Allende, se encuentra un corredor peatonal con el nombre Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín. Ahí, la madrugada de este jueves, fue abandonado el cadáver de un hombre dentro de un bote de basura color ladrillo.

El macabro hallazgo se dio en una transitada zona del Centro Histórico. A unos cinco pasos de la entrada de un Aurrera Express y a metros del Colegio Cuauhtémoc, un jardín de niños, primaria y secundaria, en la que cientos de estudiantes estaban a punto de llegar al cuarto día de clases de este ciclo escolar.

Te recomendamos: Detienen a presunto líder de célula delictiva dedicada al robo de usuarios de casas de cambio

Esta calle, la Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín, está resguardada por enormes árboles y jardineras blancas y azules, en donde a diario diferentes personas, vecinos y visitantes, se sientan a ver su celular, fumar un cigarro o a esperar la llegada de alguien. También, frente a un mural con las imágenes de Hermelinda Linda, El Santo, Kaliman y Mazinger Z, la resguarda un viejo y olvidado módulo de la Secretaría de Seguridad Pública en la esquina de la calle de Las Novias, pero desde hace años ningún vigilante brinda seguridad a los que ahí transitan.

Este corredor es el domicilio de diferentes edificios de departamentos, de los que salen y entran familias enteras. Hombres, mujeres y niños, con mascotas y en bicicletas. El estacionamiento público que ahí se encuentra lo visitan a diario diferentes automovilistas y es el hogar de un pequeño gato de color negro.

Dos tiendas de abarrotes, un café internet y una papelería que abren sus puertas a las 9 de la mañana son parte de la panorámica. "No, no supe nada sobre el cuerpo. Llegué a trabajar y ya no había nada", dijo Lorena, quien prepara comida corrida en un local.

Foto La Prensa

Metros más adelante, dos hombres de mediana edad fuman frente a un Grupo de Alcohólicos Anónimos, llamado Renacimiento Lagunilla. Ambos afirman desconocer noticia alguna sobre el cadáver encintado y abandonado en el bote de basura. Su día continúa, porque aquí no pasó nada.

En otra jardinera, un hombre de alrededor de 70 años forja un porro de marihuana, voltea a un lado, voltea al otro, pasa su lengua sobre la sábana y le da las últimas vueltas para finalmente sacar un encendedor del bolsillo de su chamarra y prenderlo. Se sorprende al ver a un par de policías, pero no lo desanima a dejar de fumar, y mucho menos el hecho de que horas antes peritos de la Fiscalía capitalina se hizo presente para levantar el cadáver de un hombre.

Foto La Prensa



En seguida, a un lado de la lavandería "Miroslava", que anuncia sus servicios en letras color azul y amarillo fosforescente, hay un área de juegos para niños, a un paso del Colegio Cuauhtémoc de donde salen gritos de estudiantes.

No olvides seguirnos en Google Noticias para mantenerte informado

Ya casi al final del corredor Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín, en unas bancas en color blanco, una pareja habla de la crema de afeitar que la mujer está utilizando sobre la cabeza del hombre. "Vivimos en esta calle pero no nos enteramos de nada. Es muy tranquilo aquí", coinciden sin dar más detalles al respecto.

Al parecer aquí no pasó nada, a nadie le importó mucho que en su zona de trabajo y de vivienda haya aparecido un cadáver como los que aparecen en parajes lejanos del Estado de México o cualquier otro. Este fue en el mero corazón del Centro Histórico.

La vida continúa en esta calle de la Lagunilla, en donde antes se encontraba el bote macabro, ahora está un sillón gris que nadie quiere y del que esperan llegue el camión de basura para llevárselo.

Ahora solo queda en la última jardinera de la calle un hombre de la tercera edad, un indigente que vaga por la zona sin playera. Ahí, con el Tonayán en mano, riega unas cuantas gotas sobre la banca y el suelo para después entregarse a la botella.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

En el corazón de la Lagunilla, entre República de Chile, mejor conocida como la calle de Las Novias y Allende, se encuentra un corredor peatonal con el nombre Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín. Ahí, la madrugada de este jueves, fue abandonado el cadáver de un hombre dentro de un bote de basura color ladrillo.

El macabro hallazgo se dio en una transitada zona del Centro Histórico. A unos cinco pasos de la entrada de un Aurrera Express y a metros del Colegio Cuauhtémoc, un jardín de niños, primaria y secundaria, en la que cientos de estudiantes estaban a punto de llegar al cuarto día de clases de este ciclo escolar.

Te recomendamos: Detienen a presunto líder de célula delictiva dedicada al robo de usuarios de casas de cambio

Esta calle, la Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín, está resguardada por enormes árboles y jardineras blancas y azules, en donde a diario diferentes personas, vecinos y visitantes, se sientan a ver su celular, fumar un cigarro o a esperar la llegada de alguien. También, frente a un mural con las imágenes de Hermelinda Linda, El Santo, Kaliman y Mazinger Z, la resguarda un viejo y olvidado módulo de la Secretaría de Seguridad Pública en la esquina de la calle de Las Novias, pero desde hace años ningún vigilante brinda seguridad a los que ahí transitan.

Este corredor es el domicilio de diferentes edificios de departamentos, de los que salen y entran familias enteras. Hombres, mujeres y niños, con mascotas y en bicicletas. El estacionamiento público que ahí se encuentra lo visitan a diario diferentes automovilistas y es el hogar de un pequeño gato de color negro.

Dos tiendas de abarrotes, un café internet y una papelería que abren sus puertas a las 9 de la mañana son parte de la panorámica. "No, no supe nada sobre el cuerpo. Llegué a trabajar y ya no había nada", dijo Lorena, quien prepara comida corrida en un local.

Foto La Prensa

Metros más adelante, dos hombres de mediana edad fuman frente a un Grupo de Alcohólicos Anónimos, llamado Renacimiento Lagunilla. Ambos afirman desconocer noticia alguna sobre el cadáver encintado y abandonado en el bote de basura. Su día continúa, porque aquí no pasó nada.

En otra jardinera, un hombre de alrededor de 70 años forja un porro de marihuana, voltea a un lado, voltea al otro, pasa su lengua sobre la sábana y le da las últimas vueltas para finalmente sacar un encendedor del bolsillo de su chamarra y prenderlo. Se sorprende al ver a un par de policías, pero no lo desanima a dejar de fumar, y mucho menos el hecho de que horas antes peritos de la Fiscalía capitalina se hizo presente para levantar el cadáver de un hombre.

Foto La Prensa



En seguida, a un lado de la lavandería "Miroslava", que anuncia sus servicios en letras color azul y amarillo fosforescente, hay un área de juegos para niños, a un paso del Colegio Cuauhtémoc de donde salen gritos de estudiantes.

No olvides seguirnos en Google Noticias para mantenerte informado

Ya casi al final del corredor Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín, en unas bancas en color blanco, una pareja habla de la crema de afeitar que la mujer está utilizando sobre la cabeza del hombre. "Vivimos en esta calle pero no nos enteramos de nada. Es muy tranquilo aquí", coinciden sin dar más detalles al respecto.

Al parecer aquí no pasó nada, a nadie le importó mucho que en su zona de trabajo y de vivienda haya aparecido un cadáver como los que aparecen en parajes lejanos del Estado de México o cualquier otro. Este fue en el mero corazón del Centro Histórico.

La vida continúa en esta calle de la Lagunilla, en donde antes se encontraba el bote macabro, ahora está un sillón gris que nadie quiere y del que esperan llegue el camión de basura para llevárselo.

Ahora solo queda en la última jardinera de la calle un hombre de la tercera edad, un indigente que vaga por la zona sin playera. Ahí, con el Tonayán en mano, riega unas cuantas gotas sobre la banca y el suelo para después entregarse a la botella.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

Policiaca

Cae sujeto por portación de una pistola pluma tras persecución en Álvaro Obregón

Policías lo sorprendieron ingiriendo bebidas embriagantes junto a otro sujeto; intentó huir en un vehículo, del cual descendió para intentar escapar a pie, pero no lo logró

Policiaca

Incendio en La Viga consume edificio en obra negra; no se reportan lesionados

Las llamas rápidamente ardieron en el nivel más alto del inmueble