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Despiadado crimen fue cometido en contra de un hombre, quien fue torturado, descuartizado y quemado tras haber sido privado de la libertad. El cuerpo fue abandonado en un lote baldío en la colonia San Juan y Guadalupe Ticomán, alcaldía Gustavo A. Madero, en los límites con el municipio de Tlalnepantla.
De acuerdo con versión de habitantes de la zona, aproximadamente a las 16:00 horas de este viernes, el cuerpo fue bajado en partes de la caja de una camioneta, por varios sujetos, quienes lo rociaron con combustible e iniciaron las llamas. El cadáver fue consumido por el fuego y la cabeza permanecía tirada a unos cuantos metros. Las autoridades forenses determinarán si la cabeza pertenece al mismo cuerpo encontrado.
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Pobladores del lugar se acercaron a al área despoblada, ubicada entre las calles Dragones de América y Cantera, en donde pudieron observar el tronco calcinándose. No se apreciaban genitales, los cuales le fueron amputados.
Al interior de un costal lleno de sangre, fueron dejados los brazos, la cabeza y los trozos de las piernas, los cuales fueron cercenados desde las rodillas. La víctima tenía unos 35 años de edad.
La cabeza al parecer fue sacada de la bolsa por perros callejeros y fue encontrada metros más adelante. Las orejas le fueron cortadas con alguna herramienta quirúrgica, mostraba múltiples golpes y moretones en el rostro y no tenía nariz.
"Lo vinieron a tirar en la madrugada. Lo bajaron de volada y se fueron", dijo un joven que vive cerca del lugar. "La cabeza ya se la estaban comiendo los perros, se las quité y la metí a una cubeta de plástico", mencionó.
Elementos de la Policía Municipal, así como de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX, llegaron al mismo tiempo para atender el reporte, pero al tratarse de una zona limítrofe, los uniformados mexiquenses se fueron del lugar, argumentando que no era de su jurisdicción.
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El sitio fue resguardado por policías capitalinos, adscritos al sector Ticomán. Los curiosos se acercaban y venían de lejos el humo blanco, proveniente de los restos humanos que fueron cubiertos con láminas de cartón, para que se avivaran las llamas.
Elementos del área pericial de la Ciudad de México, se hicieron presentes para procesar el lugar del hallazgo, previo a que fueran levantadas las partes del cadáver de quien, hasta el momento, continúa en calidad de desconocido.
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