A cuatro años de que un Tribunal Federal ratificó el amparo concedido a Rodolfo López Ibarra, detenido en 2016 en Hermosillo, Sonora, el cual frenó su extradición a Estados Unidos, la jueza Rosa María Cervantes Mejía, del Juzgado Décimo Segundo de Amparo de Distrito en Materia Penal en la Ciudad de México tiene en su poder dejar en libertad a Rodolfo.
Ello de acuerdo con sus familiares, desde el 1 de noviembre de 2022, fecha en la que se cumplieron los 60 días que marca la ley para ejecutarse una orden de extradición, al día de hoy no cuenta con ninguna suspensión otorgada dentro de algún juicio de amparo ni se encuentra a disposición de ningún juzgador de amparo, por lo que se encuentra a disposición del sistema de justicia.
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Ante dicho escenario, la esposa del señalado, Marcela “N”, a través de un comunicado indicó que de acuerdo con “el artículo 18 de la Ley de Extradición Internacional menciona la formalización de la petición formal de extradición con el mismo término y en el artículo 35 del mismo ordenamiento menciona el término de los sesenta días concedida en definitiva la extradición para que se materialice la entrega de la persona requerida, esto en íntima relación con el artículo 14, numerales 3 y 4 del Tratado de Extradición entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América, por lo que debería encontrarse en libertad.
Haciendo referencia al caso de Ovidio Guzmán, en donde el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, expuso que “no es nada más la solicitud, sino es probar el tipo de delito por el que se le está pidiendo que se le extradite”.
Y es un proceso en el que se tienen que comprobar delitos, hizo un llamado a las autoridades correspondientes impartidoras de justicia para que verifiquen el caso de Rodolfo López Ibarra, toda vez que no se le comprobaron delitos algunos.
En dicho comunicado, la pareja sentimental de Rodolfo López, indicó que confía en las autoridades, pero subraya la necesidad de que la juez no sea omisa y se apegue a lo que dicta la ley y no caer en eventuales suspicacias que podría tener el caso.
Marcela “N”, reiteró su llamado a las autoridades judiciales para que este caso no sea una especia de chivo expiatorio y así mantener a su esposo en la cárcel sin una sentencia y luchando contra el sistema que lo incrimina por hechos que no cometió y que lo mantienen privado de su libertad.
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