El asesinato de un hombre generó incertidumbre entre los vecinos de la colonia Arenal, en la alcaldía Venustiano Carranza, donde el acordonamiento policiaco delata el crimen que se cometió hace unas semanas y cuyos restos fueron encontrados en un tambo, dentro de un local de costura.
La mirada de la gente no logra esquivar la lúgubre esquina, que es vigilada por un par de policías a distancia. Los habitantes de la colonia saben que murió el señor de la “chacharas”, saben que lo mató su esposa y lo “descuartizó”, pero no adivinan en qué momento ni con qué saña ocurrió.
Versiones allegadas a la pareja de la tercera edad, aseguran que se vivía violencia dentro de la relación sentimental, algunos de ellos, con frecuencia escuchaban los insultos que Luz Violeta “N”, le decía a su esposo que, a pesar de que no tenían amistad con nadie, alcanzaban a escuchar las palabras altisonantes hacia el ahora occiso.
Los vecinos no se ponen de acuerdo porque, mientras unos sostienen esa versión, otros dicen que se ambos se peleaban, aunque era muy poco lo que se sabía de ellos, ya que desde mayo llegaron a rentar, únicamente el local para costura que, no abrían frecuentemente.
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Fétido olor
El olor a amoniaco y a otras hierbas comenzó a ser frecuente semanas atrás cuando, posiblemente, el cuerpo dentro del tambo con sosa cáustica se descomponía y la putrefacción era perceptible para algunos transeúntes o negocios cercanos.
Conocidos de la pareja, aseguran que “de pronto dejamos de ver al señor, pero su esposa actuaba normal, nos decía que más tarde llegaría o que andaba ocupado. No me podía imaginar que el cuerpo estuviera ahí adentro”, comentó uno de los vecinos.
Desde el mes de mayo llegaron a rentar el local para ofrecer servicio de costura, del que se encargaba la señora Luz Violeta, mientras su pareja, venía “chacharas” en la banqueta, afuera del negocio.
“A veces abrían y a veces, no, por eso no era tan raro ver cerrado mucho tiempo, ella venía abría un rato y se iba o de plano ni se aparecía por aquí. No eran de la zona, así que no sabemos de dónde venían, pero el señor traía un carrito con sus cosas”.
El crimen se dio a conocer gracias a una de las hijas de Luz Violeta, después de escuchar la confesión donde le narró que lo mató y lo metió en el tambo, por lo que decidió denunciar el hecho a las autoridades.
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