LA PAZ, Méx. Gritos de dolor, llanto y un ambiente desolador, fue lo que se vivió está tarde en el sepelio del niño Brando, quien perdió la vida la noche de ayer aplastado por una barda de su domicilio que se colapsó a consecuencia del torrencial aguacero que cayó.
Acompañado por sus padres, amigos y familiares, el féretro que contenía los restos mortales del pequeño salió alrededor de las 12 del día de este sábado de su domicilio rumbo al panteón municipal de Coaxusco, en el centro de este municipio, donde sería su última morada.
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Durante el trayecto, los padres del menor y familiares lloraban a grito abierto, su dolor por la pérdida del ser humano era intenso. "porque señor, porque te lo llevaste, era una criatura que apenas empezaba a vivir, porque señor" gritaba la madre del menor.
Al entraron al cementerio los gritos de dolor y llanto cimbraron toda la zona, la madre del pequeño no permitía que fuera sepultado, no aceptaba que el pequeño Brando se fuera.
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Sin embargo, sus familiares la contenían y le pedían que ya lo dejara ir, le daban consuelo y trataban de convencerla de que tuviera resignación, pero la destrozada mujer no entendía razones, no aceptaba nada, quería a su hijo de regreso.
Pero, todo era en vano, finalmente en medio de la consternación y el llanto, el féretro que contenía los restos mortales del pequeño Brando bajó a su última morada.
Si madre y su padre finalmente se despidieron de él, arrojaron unos puños de tierra y flores y con lágrimas en los ojos y el alma destrozada le manifestaron, "hijo en la otra vida nos vamos a encontrar".
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