David Fuller, un británico de 69 años, quien fue condenado a cadena perpetua en diciembre de 2021 por violar decenas de cadáveres de mujeres fallecidas en morgues entre los años de 2005 a 2020, vuelve a ser noticia, ahora, porque se revelaron los errores cometidos en hospitales de ese país, que facilitaron de alguna forma que ese sujeto ultrajara los cuerpos.
Fuller violó al menos a 101 mujeres muertas, de acuerdo con informes policiacos, donde su víctima más joven tenía 8 años y la mayor 100, por lo que fue condenado nuevamente en diciembre del 2022 por esos delitos.
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Era un electricista
David Fuller laboraba como electricista en dos hospitales del sur de Inglaterra, donde cubría turnos de noche por lo que el personal era escaso y él aprovechaba para agredir los cuerpos.
Este sujeto accedía a morgues y cámaras frigoríficas donde se encontraban los cadáveres y los ultrajaba sin que alguien se diera cuenta, y todo, cubriéndose bajo su empleo de electricista.
Las conclusiones de la investigación de las autoridades británicas, se hicieron públicas el pasado martes 28 de noviembre, donde se precisó los errores en los que infringieron los hospitales, que propiciaron los actos deplorables de Fuller.
“Errores de gestión y cobranza” facilitaron que Fuller cometiera sus delitos durante 15 años, donde accedió cerca de unas 445 veces al año a morgues y pasara desapercibido, dijeron las autoridades policiacas.
Debido a esta situación, las autoridades exigieron a los hospitales instalar cámaras de vigilancia en morgues y refrigeradores mortuorios.
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Detenido por asesinar a dos mujeres
No obstante, Fuller fue detenido en 2020, pero no por lo que hacía en las morgues, sino por asesinar a dos mujeres. ADN encontrado en dos víctimas muertas en 1987, en Tunbridge Wells (al sur de Inglaterra), llevó a su arresto.
En aquella ocasión, Fuller confesó haber violado a las dos mujeres y después asesinado estrangulándolas.
En las investigaciones, la policía e investigadores registraron su domicilio e hicieron un hallazgo espeluznante, ya que encontraron fotografías y videos de las agresiones que cometía a los cuerpos de las mujeres fallecidas en las morgues.
Este caso es uno de los que más ha estremecido a la sociedad británica en las últimas décadas.
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