/ jueves 14 de febrero de 2019

Tras debacle electoral, PRI enfrenta problemas laborales por despidos injustificados

Por Arturo R. Pansza​​ ​

El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido RevolucionarioInstitucional (PRI) enfrenta un serio problema financiero por ladrástica caída en sus prerrogativas para este año, debido a ladebacle electoral que tuvo en el 2018.

Ahora, a días del aniversario 89 del organismo político, 4 demarzo, en el que se espera se lance la convocatoria para larenovación de su dirigencia nacional y de la rebatiña por llegara la misma entre militantes de años, a éste se le avecina unproblema mayúsculo, debido a que trabajadores que han sidodespedidos por el CEN en los últimos meses, al menos 120, preparanuna demanda colectiva contra el partido.

Fundamentan despido injustificado y que no han sido liquidadosconforme a la ley, con todo y las artimañas implementadas para quelos afectados no recurran a la Junta Federal de Conciliación yArbitraje (JFCA), instancia que puede ordenar embargar las cuentasdel tricolor para que éste responda a los empleados.

Testimonios recabados de personas que pidieron mantenerse en elanonimato, refieren que la crítica situación del institutopolítico no solo es en el CEN sino en los 32 comités estatales,donde también hay despidos y se argumenta que los empleadosdeben resolver su situación laboral en las instalacionescentrales.

En octubre pasado hubo un recorte del 10 por ciento de lanómica y, en la actualidad, a partir del 1° de enero, se lleva acabo otro adicional del 25 por ciento, sin que se liquide a laspersonas, porque ello implica darle a cada una tres meses desalario y 20 días por año laborado. Adicional a esa acción, alos empleados en activo ya no les dan una compensación adicional,fuera de nómina, que se acostumbraba.

Al no estar de acuerdo con sus despidos, la mayoría de losafectados no han firmado, en tanto que sus superiores lesrecomiendan que en dos meses acudan a las oficinas para determinarel arreglo al que pueden llegar, cuando el ambiente político enel organismo toma mayor efervescencia por la elección de lapresidencia, cargo al que ya se apuntó la yucateca Ivonne OrtegaPacheco y el oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz, además del desecretario general.

Pero la realidad es que esa es una artimaña, porque a los dosmeses de que se le notificó al empleado que ya no tiene el puestolaboral, se venció el plazo para acudir ante autoridades federalesa interponer una demanda.

El descontento entre los empleados crece día a día, porquesemanalmente son despedidos decenas de trabajadores, sin pagarlessiquiera la quincena que ya trabajaron y, además, los amedrentancon que si demandan no tendrán posibilidad alguna de volver aingresar a trabajar a las filas del CEN.

Para el presente año el Instituto Nacional Electoral (INE)aprobó un presupuesto para el PRI de 770.2 millones de pesos, loque representa menos del 50 por ciento de lo que ejerció en el2018, a lo que se suma una cantidad importante que estácomprometida para solventar multas que arrastra desde el añopasado, como las del orden de los siete millones de pesos impuestasal partido en la Ciudad de México, por violaciones a la ley en queincurrió Mikel Arriola Peñaloza, entonces candidato a gobernarla capital del país, en el marco de las elecciones pasadas.

Con esta crisis a cuestas, el instituto político optó poraplicar un severo recorte a su plantilla laboral tanto en el CENcomo en los comités estatales, pero sin darles liquidación a lagran mayoría de los trabajadores despedidos, pero a los pocos quehan hecho escándalo y se inconforman, les han dado cuando mucho unmes de salario.

Ante esta situación ha habido reuniones de los trabajadores quehan sido despedidos sin siquiera ofrecerles una mínimaliquidación, para integrar una demanda masiva ante la JFCA, porparte de al menos cien trabajadores.

Personas consultas que tienen conocimiento del problema ypidieron no revelar sus nombres, advierten que hay antecedentes deque al PRI se le pueden confiscar sus cuentas bancarias para pagarlas liquidaciones de sus trabajadores.

A este negro panorama se suma que hay demandas presentadas porparte de trabajadores de comités estatales de todo el país, queargumentan que al recibir éstos transferencias del CEN, sonrealmente empleados del órgano central del partido, lo cualles obligaría también a responder estas inconformidades.

Los priistas están así en una situación más que complicada,debido a que ahora enfrentan los pasivos laborales en un gobiernofederal de Morena y con una Secretaria del Trabajo, Luisa MaríaAlcalde Lujan, cercana a las luchas de los trabajadores.

Por Arturo R. Pansza​​ ​

El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido RevolucionarioInstitucional (PRI) enfrenta un serio problema financiero por ladrástica caída en sus prerrogativas para este año, debido a ladebacle electoral que tuvo en el 2018.

Ahora, a días del aniversario 89 del organismo político, 4 demarzo, en el que se espera se lance la convocatoria para larenovación de su dirigencia nacional y de la rebatiña por llegara la misma entre militantes de años, a éste se le avecina unproblema mayúsculo, debido a que trabajadores que han sidodespedidos por el CEN en los últimos meses, al menos 120, preparanuna demanda colectiva contra el partido.

Fundamentan despido injustificado y que no han sido liquidadosconforme a la ley, con todo y las artimañas implementadas para quelos afectados no recurran a la Junta Federal de Conciliación yArbitraje (JFCA), instancia que puede ordenar embargar las cuentasdel tricolor para que éste responda a los empleados.

Testimonios recabados de personas que pidieron mantenerse en elanonimato, refieren que la crítica situación del institutopolítico no solo es en el CEN sino en los 32 comités estatales,donde también hay despidos y se argumenta que los empleadosdeben resolver su situación laboral en las instalacionescentrales.

En octubre pasado hubo un recorte del 10 por ciento de lanómica y, en la actualidad, a partir del 1° de enero, se lleva acabo otro adicional del 25 por ciento, sin que se liquide a laspersonas, porque ello implica darle a cada una tres meses desalario y 20 días por año laborado. Adicional a esa acción, alos empleados en activo ya no les dan una compensación adicional,fuera de nómina, que se acostumbraba.

Al no estar de acuerdo con sus despidos, la mayoría de losafectados no han firmado, en tanto que sus superiores lesrecomiendan que en dos meses acudan a las oficinas para determinarel arreglo al que pueden llegar, cuando el ambiente político enel organismo toma mayor efervescencia por la elección de lapresidencia, cargo al que ya se apuntó la yucateca Ivonne OrtegaPacheco y el oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz, además del desecretario general.

Pero la realidad es que esa es una artimaña, porque a los dosmeses de que se le notificó al empleado que ya no tiene el puestolaboral, se venció el plazo para acudir ante autoridades federalesa interponer una demanda.

El descontento entre los empleados crece día a día, porquesemanalmente son despedidos decenas de trabajadores, sin pagarlessiquiera la quincena que ya trabajaron y, además, los amedrentancon que si demandan no tendrán posibilidad alguna de volver aingresar a trabajar a las filas del CEN.

Para el presente año el Instituto Nacional Electoral (INE)aprobó un presupuesto para el PRI de 770.2 millones de pesos, loque representa menos del 50 por ciento de lo que ejerció en el2018, a lo que se suma una cantidad importante que estácomprometida para solventar multas que arrastra desde el añopasado, como las del orden de los siete millones de pesos impuestasal partido en la Ciudad de México, por violaciones a la ley en queincurrió Mikel Arriola Peñaloza, entonces candidato a gobernarla capital del país, en el marco de las elecciones pasadas.

Con esta crisis a cuestas, el instituto político optó poraplicar un severo recorte a su plantilla laboral tanto en el CENcomo en los comités estatales, pero sin darles liquidación a lagran mayoría de los trabajadores despedidos, pero a los pocos quehan hecho escándalo y se inconforman, les han dado cuando mucho unmes de salario.

Ante esta situación ha habido reuniones de los trabajadores quehan sido despedidos sin siquiera ofrecerles una mínimaliquidación, para integrar una demanda masiva ante la JFCA, porparte de al menos cien trabajadores.

Personas consultas que tienen conocimiento del problema ypidieron no revelar sus nombres, advierten que hay antecedentes deque al PRI se le pueden confiscar sus cuentas bancarias para pagarlas liquidaciones de sus trabajadores.

A este negro panorama se suma que hay demandas presentadas porparte de trabajadores de comités estatales de todo el país, queargumentan que al recibir éstos transferencias del CEN, sonrealmente empleados del órgano central del partido, lo cualles obligaría también a responder estas inconformidades.

Los priistas están así en una situación más que complicada,debido a que ahora enfrentan los pasivos laborales en un gobiernofederal de Morena y con una Secretaria del Trabajo, Luisa MaríaAlcalde Lujan, cercana a las luchas de los trabajadores.

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