Un día sin mujeres

Este día no es una fiesta, ni una conmemoración...

Ángel Dehesa 

  · viernes 6 de marzo de 2020

Foto: Cuartoscuro


"Si yo fuera mujer, tendría que empezar, por abrir del todo, el telón de fondo del mito virginal, y del hombre macho. Si yo fuera mujer".- Patxi Andione.

Desde que comenzó a circular la propuesta, surgida del colectivo feminista veracruzano Brujas del mar, la iniciativa ha sufrido un destino comparable al de muchas, muchísimas mujeres en nuestro país: ha sido manoseada, ha sido cuestionada en su valía y en su legitimidad y se ha pretendido aleccionarla y dirigirla desde el machismo más agresivo y descalificador o desde ese otro machismo, condescendiente y perdonavidas, pero machismo al fin y quizá, por solapado, más dañino.

Para cuando esto se publique, el día sin mujeres estará en marcha y los mexicanos nos encontraremos, como los expedicionarios del siglo XIX, en territorio inexplorado.

Este día no es una fiesta, no es una conmemoración, por lo que el cerrar los lugares de trabajo y suspender las clases no funciona.

Diseño @brujasdelmar

¿Qué vivimos este 9 de marzo de 2020?

No pretendo explicarlo yo, que soy hombre.

Que nunca he cruzado una calle escuchando vulgaridades que, según los apologistas de lo indefendible, son “piropos” y son parte de la “cultura del mexicano”, que no tengo que salir de mi casa a tomar el metro y “agradecer” que lo único que me pasó fue que me agarraran las nalgas, que no he salido nunca de mi casa a las tres de la mañana, con los ojos morados, la boca rota y mis hijos de la mano a buscar un lugar donde aquel que dice amarme no pueda hacerme más daño.

No soy yo quien, como muchas mujeres que conozco, buscaron a sus hijas, hermanas, madres y abuelas por todas partes, para encontrarlas muertas, violadas, destrozadas por… quién sabe por quien, porque muchos de los responsables siguen libres y aquellos que, por compromiso y humanidad, están obligados a garantizar mi seguridad se limitan a decirme que no deje que los “conservadores” me manipulen, porque seguro a mí solita no se me puede ocurrir algo tan complejo como quejarme cuando me matan y anuncian rifas que no son rifas.

Foto: Cuartoscuro

Soy hombre.

Soy uno de los que, aún hoy, que las mujeres se han ido, hace chistes acerca de que habrá menos accidentes porque no están manejando y piensa, fíjense las prioridades, en quién va a hacer mi cama y lavar los trastes y no hace nada por preguntar, con una mente abierta y sin tener toda clase de respuestas preparadas acerca de que “los machistas son los otros, pero yo no” ¿qué estoy haciendo mal y cómo puedo dejar de hacerlo?

Y mientras, YO no corrija eso, el 9 de marzo podrá terminar y las mujeres volver a salir (si ellas quieren).

Pero estaré, estaremos siempre, expuestos a quedarnos un día sin mujeres, o dos, o toda una vida. No todas al mismo tiempo, pero sí una por una, sin que nadie haga nada.

Y, desgraciadamente, no será, como sí lo es hoy, por voluntad de ellas.

¡Despertemos!