Por Noel F. Alvarado.
El procurador general de la República, Raúl Cervantes Andradeofreció una disculpa pública a tres mujeres indígenas deQuerétaro, detenidas y encarceladas tras ser acusadas injustamentedel delito de secuestro.
Una disculpa pública, no repone el tiempo que perdimos en lacárcel, coincidieron las tres indígenas de Querétaro, detenidasy encarcelados en el 2006 tras ser acusadas del secuestro yposesión de droga de seis elementos de la desaparecida AgenciaFederal de Investigación de la PGR.
En el Museo Nacional de Antropología, sede de la disculpapública las víctimas de fabricación de pruebas, JacistaFrancisco, Teresa Ginzález y Alberta Alcántara, aceptaron ladisculpa pública del procurador, a quien le dijeron que esperanque su caso ni se repita.
Al hacer uso de la palabra, la hija de Jacinta Francisco -debidoa que su madre no habla español-, criticó fuertemente el actuarde las autoridades de procuración de justicia en México, aldetener bajo engaños y fabricar pruebas a inocentes.
Ante representantes de ONG, legisladores y funcionariospúblicos, la joven otomí, se dirigió al presiduim a quien es lesdijo: "con esta acción, nos chingados al Estado".