El servicio a la nación ha motivado a la Teniente de navío del Servicio de Sanidad Naval, Sandra Caballero, a llevar alivio a diversas comunidades, especialmente a las de difícil acceso, donde ha encontrado el calor de la población y la satisfacción de su ejercicio como Enfermera Naval.
Dentro de las filas de la Secretaría de Marina Armada de México, Sandra ha portado con orgullo el uniforme al desempeñarse en áreas administrativas y operativas de sanidad.
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En los últimos meses ha contribuido “en la aplicación de la vacuna Covid en lugar lugares muy alejados y de difícil acceso (…), lo que más me gusta es estar con la población, convivir con ellos, llegar a lugares muy alejados y ver que puedas ayudar a la población civil, honrando el nombre de la Secretaría de Marina”, expresó Caballero.
Cuenta que la pasión la obtuvo de su familia “mis hermanos mayores son militares también y por la parte de ellos y que tenían una emoción, yo quería sentir esa emoción, pero yo quería estar en la Marina, ellos pertenecen al Ejército (…), un hermano es policía militar y piloto”.
En su práctica cotidiana como enfermera, siempre ha sentido un ambiente de equidad, “nuestra institución nos trata igual tanto en hombres como mujeres, de hecho, también en el servicio de enfermería hay personal masculino y como tal nos tratan”, compartió Sandra en entrevista para LA PRENSA.
Sobre el servicio que ha desempeñado la institución en materia de Covid, comentó que ha sido muy acertado, “aquí tenemos el módulo de vacunación, el cual toda la población ha querido venirse a vacunar aquí porque tienen una buena atención los ayudamos, tantos adultos mayores, jóvenes y ha tenido una buena aceptación”, dijo.
Con 18 años como parte de la Secretaría de Marina, ha inspirado a otros con su quehacer en el área de la salud, en especial a su hija de 10 años, quien le manifiesta su interés de formar parte del servicio de sanidad, “quiere ayudar a la gente, más que nada porque siempre le platico que, cuando vamos a lugares muy alejados lo primero que haces es ayudar a la gente o los adultos mayores y niños”.
Una de las experiencias recientes que más atesora es, “cuando llevamos vacuna a la montaña de Guerrero, tú llegas y la gente te apoya, ahí sí pudimos ayudar a todos porque fue muy aceptado y nos recibieron maravillosamente, más porque éramos Secretaría de Marina”.
Desde su ingreso en la Armada, en 2003, el crecimiento de Sandra ha sido una constante, primero al formarse en enfermería naval durante tres años y posteriormente, cursar la licenciatura en enfermería y después continuar sus estudios con la especialidad en salud pública, como parte de las opciones que le ha dado la SEMAR.
NUEVE AÑOS EN LA SINFÓNICA
Desde hace nueve años, la Tercer Maestre Paola Vaqueiro, quien forma parte de la banda sinfónica de la Secretaría de Marina, se ha desarrollado y ha crecido en su carrera como cantante, al contribuir a su institución, así como a la nación con el don con el que nació.
La egresada del Conservatorio Nacional de Música, supo de su talento a los 17 años de edad en la preparatoria, “ingresé al coro de La Viga de la Prepa 7 y mi maestra, en ese momento la maestra Martha Millán, me dijo, tienes potencial para entrar al conservatorio, éntrale tú puedes”, dijo Vaqueiro.
Durante un ensayo, donde cada uno los músicos afinaban sus instrumentos, previo a la grabación de algunas de las piezas que han preparado, también el coro y Paola Vaqueiro, se preparaban en el auditorio de la Escuela de la Heroica Escuela Naval Militar.
Cuando se enteró de la convocatoria en la SEMAR, para pertenecer a la Banda Sinfónica, no dudo en audicionar e ingresó al igual de otros compañeros provenientes de otras escuelas como el Conservatorio Nacional de Música, la Facultad de Música, entre otras.
Mi estancia en Marina ha sido llena de sorpresas, de retos, donde me siento en mi casa, mis compañeros son mis hermanos, son mi familia. A veces, los veo más que a mi familia, pero al igual mi familia de sangre se siente muy orgullosa de venir aquí a los conciertos a escucharme
La Tercer Maestre, compartió que “canto desde que habló, mi familia es, como todo buen mexicano, muy alegre, les gusta mucho la música, yo crecí escuchando a Javier Solís a Pedro infante a José José, Rocío Dúrcal, Lola Beltrán”.
Paola, también ha participado en los desfiles del 16 de septiembre, “estamos en la parte coral dónde se cantan los himnos”, hecho que la llena de satisfacción ya que manifiesta que está comprometida con “el país, así como todos los servicios en esta noble institución y es una maravilla estar cantando, es muy extenuante como todos los que se realizan aquí y la gente lo hace con mucho gusto”.
Es un honor enorme, he tenido el privilegio de estar en muchos eventos muy importantes para el país. El coro está conformado de personas sumamente profesionales, mis compañeros son muchos de ellos; premios internacionales tanto en la banda sinfónica como en el coro tenemos muchísimo talento, aquí aprendo todos los días de ellos y es un verdadero honor
Entre las experiencias que le han marcado en su trayectoria, relata que en 2016 sobre la colaboración con Los amigos del Sol “una agrupación de niños que tocan las marimbas, maravillosos músicos y los niños te ven así, con el uniforme, y dicen que quieren ser como tú y aprenden de ti y uno trata de darles el mejor ejemplo”.
Esta experiencia le llevó a reflexionar sobre el trabajo con la niñez, “me han enseñado mucho más, la niñez es un campo enorme donde uno tiene que trabajarlo para que florezca, para que lleguen las mariposas, para que se llene de prosperidad, de amor y es necesario ese tipo de iniciativas que la Secretaría de Marina ha tenido a bien apoyar”.
Dentro de la SEMAR, en su desarrollo no ha experimentado diferencia entre sus compañeros, “ser mujer no ha cambiado nada, el arte es una reproducción de la vida, se inspira en la vida sin vida no hay arte (…), aquí en la Secretaría de Marina, hablando de mi servicio mis compañeros siempre me han estado apoyando toda la vida”, cuenta Vaqueiro.
Narra también, sobre los consejos que le dan los otros integrantes de la Banda, “me observan con detenimiento para hacerme mejorar, ellos jamás me han marcado una diferencia por ser mujer, saben que puedo, me dicen que puedo, me alientan”.
La cantante, su vocación requiere “muchísima disciplina, se requiere vocación como en todo lo que uno hace en la vida, simplemente es trasladarlo a todo lo que ya saben, a todo lo que necesiten hacer. Si se van a dedicar a ser militares sea el mejor y sí, la Marina es una inspiración cómo lo fue para mí”.
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“Nosotros somos parte del servicio músico naval, el trabajo de los músicos es fomentar la cultura mexicana a lo largo y ancho de la República. Hemos salido al extranjero, aquí hay excelencia en músicos y también como la hay en médicos en el servicio de infantes, hay mucha excelencia en los músicos. Es un privilegio hay mucha disciplina, en la música si no eres disciplinado no llegas a ninguna parte”, comparte Vaqueiro.
Paola tiene claro que ser parte de la SEMAR y la Banda Sinfónica de Marina “es ser un abrazo fraterno para la población, es la cara cultural, el amor que le tenemos a la cultura mexicana”.
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