A consecuencia de la Covid-19 y de los controles de movilidad, muchas personas han buscado alternativas para seguir con sus proyectos migratorios, incluidas rutas que les pueden exponer más a riesgos, sin embargo, existe un aumento en el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes en el tráfico de personas, y de la desinformación a través de redes sociales como consecuencia del cierre de las fronteras en distintos países.
Así lo revelan dos informes elaborados por especialistas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que destacan que los traficantes se hacen pasar por abogados y les hacen falsas ofertas de regular su condición migratoria o facilitar su cruce a los Estados Unidos exponiéndose a ser víctimas de diversos delitos más allá del tráfico.
La organización internacional que analizan la situación del tráfico ilícito de personas migrantes por rutas marítimas y las dinámicas migratorias durante la pandemia por Covid-19 en México, remarcó que han persistido y aumentado los riesgos a los que se enfrentan durante su trayecto, como la trata de personas, secuestro, extorsión y otros abusos en los últimos meses.
Dana Graber Ladek, Jefa de Misión de la OIM en México, argumentó “necesitamos redoblar nuestros esfuerzos para proteger y asistir a quienes actualmente son objeto del tráfico ilícito de personas migrantes y de otros delitos conexos, y abordar con una mayor coordinación todo lo relacionado con este delito”.
Uno de los estudios: “Evaluación rápida del impacto de la Covid-19 en las redes de tráfico ilícito de migrantes”, reúne información esencial para entender las dinámicas relacionadas con la facilitación de la migración irregular con ánimo de lucro durante la pandemia, y los cambios que la práctica en general ha sufrido en México a razón de la misma.
En vísperas del Día Internacional del Migrante (18 de diciembre), la evaluación rápida permite analizar las dinámicas migratorias en ocho estados de México, y destaca la falta de información oportuna tanto en las personas migrantes como entre los actores gubernamentales y civiles que apoyan a migrantes para responder mejor a las situaciones de riesgo a las que se enfrenta, por el tráfico ilícito de personas.
Mientras tanto, el informe titulado “Mar adentro: migraciones y náufragos en el mar. Diagnóstico sobre migración irregular y tráfico ilícito de migrantes por mar en México”, detalla las principales rutas marítimas de tráfico ilícito de personas migrantes en siete estados de México (Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz, Baja California y Ciudad de México) y lo invisibilizado que se encuentra este fenómeno en específico a diferencia de las rutas terrestres y aéreas.
También documenta que el fenómeno de la migración irregular y el tráfico ilícito por vía marítima implica un alto riesgo, y que la pérdida de vidas humanas es un hecho inevitable.
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En este estudio la OIM destaca que la denuncia por parte de las personas migrantes, es vital para responder de una manera efectiva a este crimen. Sin embargo, cuando las personas son detectadas en situaciones de emergencia o de seguridad para su vida, como los naufragios, temen denunciar por posibles represalias contra ellas por su condición migratoria o que se comentan otros delitos conexos en su contra.
También llama la atención sobre la importancia del fortalecimiento de capacidades técnicas para la detección de víctimas entre los actores involucrados en todas las etapas de la migración, tanto de sociedad civil, gobierno y consulados de países de origen consulados.
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