En el municipio de Atlautla, al oriente del Estado de México, ubicado en la zona del Valle de México, los dibujos o representaciones hechas sobre piedra que datan de la época prehistórica, conocidas como pinturas rupestres, corren el riesgo de perder su originalidad y quedar mancilladas, debido al descuido y falta de programas de protección por parte de los tres niveles de gobierno.
Lo anterior fue denunciado por habitantes de San Andrés Tlalamac, quienes advirtieron que grupos de vándalos han comenzado a invadir la zona en la que se hallan estas pinturas ancestrales e incluso en algunas de ellas ya realizaron pintas, por lo que exigieron la inmediata intervención de las autoridades.
Durante un recorrido realizado por La Prensa, se pudo constatar que algunas de las expresiones prehistóricas dejadas en grandes rocas de la región están maltratadas. “Estas pinturas rupestres tienen alrededor de 30 mil años”, afirmó Ramón González Hernández, residente de la zona, quien agregó que uno de los arqueólogos más reconocidos, Adán Meléndez García, ya fallecido, estudió estos elementos que forman parte de la historia del municipio.
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Se trata de expresiones hechas por los antiguos pobladores, quienes vivían en cuevas, donde lo mismo dibujaron a seres humanos cazando animales que aves como colibríes y otros mamíferos. Dichas pinturas rupestres se localizan en los parajes de las barrancas de Tehuehueyaca, perteneciente a de la delegación de San Juan Tepecoculco, sitio hasta donde este medio de información bajo para ver el estado en que se encuentran los dibujos.
González Hernández informó que si bien el actual gobierno municipal, a cargo del alcalde Raúl Navarro Rivera ha intentado poner en marcha acciones para resguardar los vestigios, “aún hace falta más interés y dedicación de los tres órdenes de gobierno para garantizar que las pinturas no queden mancilladas.
“No sabemos en qué momento algunas de las rocas en las que se estamparon los dibujos prehispánicos fueron pintarrajeadas; sabemos que se trata de grupos de vándalos porque en muchas de las ocasiones los hemos visto merodear la zona, pero ni cuenta nos dimos los habitantes cuando hicieron las pintas”, agregó.
Entre los símbolos ancestrales que existen en Atlautla, una de las localidades muy cercana a la zona de los volcanes, sobresalen siluetas de humanos, además de figuras que copian la forma del sol y la luna.
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En los alrededores de las barrancas existen cuevas de todos tamaños, en las que se presume que se protegían los habitantes de hace más de 30 mil años de las inclemencias del tiempo, o que incluso les servían para vivir.
De acuerdo con Ramón González Hernández, este sitio no es el único en el que existen pinturas rupestres, pues dijo que también hay en San Juan Tepecoculco, en las barrancas de Patlahuaya, Tehuahualpa y Huauhtle.
Aseveró que las autoridades locales han tratado de consolidar el proyecto de Atlautla como pueblo con encanto o pueblo mágico, tomando como base todas las evidencias ancestrales que posee el municipio, con el fin de fortalecer los proyectos turísticos.
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Sin embargo, indicó que frente a los daños provocados a las pinturas rupestres eso será muy complicado, por lo que urgió a las autoridades a tomar cartas en el asunto y defender, rescatar y salvaguardar la integridad de los dibujos prehistóricos.
Finalmente, mencionó que en la región los únicos dos municipios que cuentan con pinturas rupestres son Atlautla y Otumba, territorio vecino, donde las expresiones antiguas datan de entre 25 y 30 mil años, donde lo entonces pobladores hacían culto a la naturaleza con los dibujos.
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