Con la finalidad de establecer la obligación de que los propietarios de perros los paseen con correas o de lo contrario se harán acreedores a sanciones y arrestos, además de trabajo comunitario, a comisiones del Congreso capitalino ingresó una iniciativa del vicecoordinador de la asociación parlamentaria Alianza Verde Juntos por la Ciudad de ese órgano deliberativo, José Martín Padilla Sánchez, a fin de reformar la Ley de Cultura Cívica local.
El legislador fundamentó que es importante que las personas propietarias, poseedoras o encargadas de un perro, al pasear en la vía pública con éste, utilicen correa y se la pongan al animal, porque se corren diferentes riesgos que pueden traer consecuencias, de las cuales alguien debe asumir su responsabilidad.
Al explicar su propuesta en entrevista, detalló que se estima en la metrópoli la existencia de más de un millón de perros, por lo que las personas propietarias deben pasearlos con correas, a fin de evitar agresiones hacia las personas o destrozos en la vía pública ente otros problemas.
Dijo que es preciso dejar asentado en la legislación las responsabilidades que se adquieren al hacerse cargo de un perro, así como establecer sanciones acordes para las personas que no pasean a sus perros con correa en la vía pública, con el objetivo principal de prevenir situaciones o accidentes que dañen la integridad de otras personas y de los mismos animales.
Aclaró que la iniciativa no incluye aquellas zonas o parques adaptados exclusivamente para perros en las 16 alcaldías y en los cuales, pueden interactuar sin necesidad de correa.
El congresista que llegó al Poder Legislativo local por Morena, partido en el que milita, dijo que se trata de armonizar la Ley de Protección a los Animales con la Ley de Cultura Cívica, ambas de la Ciudad de México, a la vez que detalló que se prevpe una multa equivalente de 1 a 10 veces la Unidad de Medida y Actualización, arresto de 6 a 12 horas o trabajo en favor de la comunidad de 3 a 6 horas, para los dueños de los perros que transiten con ellos sin correa en la vía pública.
Dentro de la iniciativa propone adicionar la fracción VIII del artículo 27 y la modificación del artículo 32 de la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, para establecer que será considerada como infracción contra la tranquilidad de las personas la omisión por parte de toda persona propietaria, poseedora o encargada de un perro, la obligación de colocarle una correa al transitar con el animal en la vía pública.
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Padilla Sánchez expuso que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), se estima que en el 35 por ciento de los hogares capitalinos hay un perro como animal de compañía, lo que representa alrededor de un millón que requieren de atención y cuidados en la urbe.
Explicó que de acuerdo con los especialistas no hay forma de garantizar la seguridad de un perro mientras no lleve correa, al tiempo que aclaró que no es posible predecir su comportamiento, toda vez que siempre existirá la posibilidad de que sus instintos o deseos le lleven por caminos inciertos o peligrosos.
José Martín Padilla declaró: “cuando los perros están en la vía pública sin correa existe la posibilidad de que un golpe repentino, un animal inesperado, un objeto o algo más pueda asustar, alterar o dañar a estos, por lo que no solo el can está expuesto al riesgo cuando no lleva correa, sino también otros perros y personas, incluidos niños, quienes pueden resultar heridos o marcados emocionalmente por un incidente con un perro sin correa en la vía pública”.
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