La asociación parlamentaria Ciudadana en el Congreso de la Ciudad de México, hizo un llamado a la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) del gobierno capitalino, a evitar más pérdida del arbolado en la metrópoli, ya sea por enfermedad, plaga o porque decidieron cortarlos de manera particular para favorecer proyectos o la visibilidad de negocios, para lo cual la dependencia debe realizar diversas acciones, como un registro actualizado de cuántos árboles y de qué especias hay sembrados.
El coordinador de la denominadas bancada naranja en el órgano deliberativo, Royfid Torres González, aseguró que la palmera de la glorieta que recientemente cortaron y retiraron, sobre avenida Paseo de la Reforma, símbolo de la capital del país, fue por omisiones, no por antigüedad, lo que no debe volverse a repetir.
Refirió que, según cifras oficiales de la página de Educación Ambiental del gobierno local, existen 3.5 millones de árboles, de los que un 63 por ciento están infestados de muérdago y 15 mil palmeras en la capital del país, de las cuales al menos 30 por ciento tiene alguna plaga.
Y declaró: “de acuerdo a las únicas cifras disponibles hay casi dos millones de árboles en riesgo en la ciudad y, un análisis realizado por la Universidad Iberoamericana arrojó que aproximadamente el 43 por ciento de las zonas arboladas en la capital carecen de un plan de manejo o gestión”.
El diputado ciudadano expuso que hace casi 20 años se comenzó a hablar de muérdago y de otras enfermedades, parásitos y plagas que dañaban la salud del arbolado de la metrópoli pero, a pesar de varias acciones para detenerlo, se volvieron insuficientes.
Delineó que “veníamos arrastrando este tema desde unas semanas y hoy, después de la polémica generada por el corte de la palmera ubicada en la glorieta de Reforma, decirles que lo que pasó con ella es un reflejo del estado en el que están los árboles de la ciudad. No se trata de permitir que mueran para sembrar nuevos árboles, deberíamos de apostar por estrategias de rearborización en la ciudad, pero también hay una enorme responsabilidad con su cuidado”.
Planteó que los árboles son aliados fundamentales para la construcción de la ciudad, al ayudar a filtrar y remover la contaminación del aire, almacenar carbono, así como regular la temperatura, contribuir a la recarga de los mantos acuíferos y enriquecer la biodiversidad que sin ella, dibujar un mejor futuro con aire y agua, sería imposible.
Royfid Torres detalló que los árboles son parte del patrimonio verde que tiene la urbe; sin embargo, se carece de un registro actualizado y certero de los que existen, lo que impide saber cuáles se encuentran enfermos o son podados de manera indiscriminada.
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Indicó que el primer estudio estadístico data del año 2002, del Centro de Investigación en Geografía y Geomática del Concejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT); en 2006, se realizó el denominado Estudio de Corredores Verdes, por la misma institución y en 2009 se llevó a cabo el último, a través de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT), que se comenzó a actualizar y con el que se toman las decisiones a nivel gubernamental.
Reconoció el Programa de Saneamiento de Árboles y Palmeras de la Ciudad de México, pero aclaró: “lo que necesitamos es el diagnóstico preciso que dio pie a este programa, al que por cierto, sólo se le destinan 60 millones de pesos para acciones de poda y manejo de plagas”.
Pidió al gobierno local hacer pública la información de diagnóstico de la salud del arbolado, en la que se incluya el censo de los afectados por el muérdago, plagas, parásitos u otras enfermedades.
También requirió que se entreguen y hagan públicos los resultados del estudio Estado de Salud y Manejo Integrado de Palmeras de la Ciudad de México, aplicado en las alcaldías Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Benito Juárez, Coyoacán, Tlalpan, Xochimilco, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón e Iztacalco así como del Programa de Manejo Integral de Palmeras y Control de Muérdagos.
“Es fundamental hablar de consistencia, transparencia y legalidad. No podemos permitir que los árboles y palmeras mueran por omisiones y negligencias pues hay un enorme riesgo de perderlos y no podemos postergar su atención ni paliar un problema atendiendo solo una parte de él”, remató.
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