Esta 28 de octubre, a la fiesta grande de San Judas Tadeo, se darán cita decenas de miles de creyentes que veneran al “Santo de las causas imposibles o el Santo de la Esperanza”, en el templo de San Hipólito y San Casiano (Santos de la Ciudad de México).
A partir de las 24:00 horas y a las 4:30 de la mañana, los fieles les cantarán las tradicionales mañanitas; las misas inician desde las 5 de la mañana hasta las 9 de la noche, son 17 misas durante el día que ofician en promedio 5 o 6 sacerdotes, entre ellos, un obispo. Para los que no pueden, las celebraciones religiosas se transmiten por sus redes sociales del Templo.
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En entrevista con La Prensa, el sacerdote, José Juan Tapia, quien forma parte de la comunidad del Templo de San Hipólito, comentó que como sucede cada 28 de mes, en especial el 28 de octubre, llegarán ríos de creyentes que van con mucha fe a venerar a San Judas Tadeo, el amigo de Jesús.
Las personas vendrá a pedir por su salud, por un trabajo, por la paz; que termine la violencia en México, mayor seguridad o bien vendrá agradecer la petición que le hicieron a San Juditas, por lo cual regalan imágenes, dulces, pulseras, collares, tortas, tamales; incluso habrá un señor que va a regalar tacos de pastor durante varias horas.
Aunque dijo “no me atrevo a decir cuántas son las personas que llegan cada 28, entre fieles que vienen solo, acompañados o en peregrinación, pero si son miles, los que llegan con sus imágenes de bulto en diversos tamaños para que se les bendigan”. Aunado a los cientos que realizan una gran verbena popular.
El misionero Claretiano recordó que en los años 50 y 60 fue cuando comenzó la devoción a San Judas en el Templo de San Hipólito, “en los 70 se va desarrollando, en los 80 va creciendo y ya en los 90 y los 2000 aumenta más la fe; y en esta última fecha se extendió a otros templos y capillas de la Ciudad.
Después de 2010, la gente comenzó también con la devoción en templos cercanos a su hogar, pero en general, en el país se conoce al templo de San Hipólito, el lugar por excelencia donde se vive y se celebra la devoción a San Judas Tadeo, “quien ayuda o intercede en las causas difíciles”.
Recordó que antes de los años 50, poca gente bautizaba con los nombres de Tadeo o Judas a sus hijos, porque lo confundían con Judas Iscariote. Del año 90 para adelante ya se utilizan esos nombres.
El sacerdote de la orden de los Claretianos dijo que en el tema de la seguridad se coordinan con Seguridad Pública, Protección Civil y autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc, para lo cual se realizan diversas reuniones para preparar los operativos de la festividad.
Precisó que en esta fecha, se realiza una auténtica verbena popular, donde se ofrecen un sinfín de artículos como playeras, rosarios, collares, mantas, imágenes, pinturas de San Judas.
Viene mucha gente de la capital, Estado de México, Veracruz, Puebla, Chiapas, Oaxaca, así como extranjeros que pasan a visitar a San Judas Tadeo.
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Dijo que también ya son varias las peregrinaciones que llegan a San Hipólito, sobre todo cuando se acerca su fiesta patronal, durante la novena del 19 al 27 de octubre crecen más y el 28 son más numerosas.
José Juan Tapia expresó: “Me he dado cuenta que en estos últimos años han crecido el número de peregrinaciones”.
Fe mal entendida
El misionero no dejó de reconocer que como sucede en todas las religiones o creencia, hay fe mal entendida y algunos que llegan quizá se dediquen a actos delictivos, “desviaciones hay en todos los sectores, en todas las áreas; la devoción a San Judas como todos los santos se entiende dentro del marco de la llamada religiosidad popular, que tiene una riqueza y profundidad espiritual muy importante”.
La cual se debe respetar y acompañar, ya que hay valores profundos, ya que hay muchas personas que logran vivir una espiritualidad muy profunda. Pero dentro de esa religiosidad popular hay debilidades o riesgos, si alguien toma la devoción a San Judas, para hacer actos ilícitos, es un error total, indicó.
“Es una gran tarea para los miembros de la iglesia encauzar y acompañar a los fieles en su religiosidad popular con todas las expresiones. Porque la creencia a San Judas ha hecho que miles de personas que se portaban retomen un camino diferente”, dijo el padre Tapia, quien oficiará 3 misas este día.
Simbología de San Juditas
La llama, que llega en la cabeza, es la presencia o el don del Espíritu Santo Pentecostés, es amor, fuego que quema y que purifica, da amor y da nueva vida; el medallón en el pecho es que lleva a Jesús en su corazón, el báculo, bastón o garrote.
“Se supone que fue martirizado a golpes con un garrote, se le pone a la mano el instrumento con el que participa de la pasión de Cristo como mártir por la causa del evangelio'', puntualizó el sacerdote.
La historia señala que tras la conquista de Tenochtitlan, Hernán Cortés ordenó edificar un templo dedicado a San Hipólito y San Casiano, cuyas fiestas religiosas se conmemoran precisamente el día 13 de agosto, día de la caída de Tenochtitlan.
Fue construido en 1740; su fachada luce un par de relevantes torres ricamente ornamentadas en sus dos cuerpos, las cuales muestran la singularidad de estar “giradas” 45 grados respecto de la fachada, mientras sus bases lucen revestidas de hermosas ajaracas o elementos geométricos de influencia mudéjar.
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