Pasó la pandemia de Covid-19, pero de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, dejó secuelas muy graves no solo en México sino en todo el mundo, pero en lo que respecta a la salud mental de los jóvenes, las estadísticas son verdaderamente alarmantes, debido a que antes de la emergencia sanitaria, había en el país 1.2 millones que padecían depresión, al terminar el año 2023, la cifra aumentó a 2.6 millones.
La adolescencia es una etapa de la vida de por sí compleja, y hoy en día, es uno de los sectores de la población que más se ve afectado por trastornos como la ansiedad y depresión, por lo que especialistas en salud mental, recomiendan a los padres principalmente, enfocar mayor atención.
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En entrevista con La Prensa, la psicóloga Olivia Cruz Díaz, con 14 años de experiencia atendiendo adolescentes y adultos, dio su punto de vista sobre los problemas de salud mental que están afectando en la actualidad a los adolescentes mexicanos.
De acuerdo con la especialista, los padecimientos mentales comienzan a afectar a los chicos alrededor de los 12 años y en su mayoría, no son detectados y mucho menos tratados. Indica que además de los problemas cotidianos, el contexto virtual en el que muchos de ellos se ven inmersos al pasar una cantidad de horas elevada al día en internet y las redes sociales complica aún más la situación.
“Hoy en día hay un uso abusivo de las redes sociales por parte de los adolescentes. Están tan inmersos, pues de acuerdo con un estudio de la Facultad de Psicología de la UNAM, los chicos están navegando entre 8 y 12 horas al día, lo que nos indica que hay un problema de adicción”.
“Los jóvenes se han vuelto esclavos de los “Me Gusta” (de los “Likes”). Se sacan un millón de fotos porque no les gusta su apariencia y cómo se ven, y en ese sentido, las mujeres son más susceptibles porque sufren en el aspecto de la aceptación de otras chicas, porque a ellas no les interesa verse bien para los chicos, sino les interesa verse bien para otras chicas, porque se crea una competencia”.
“Es decir, si una jovencita sube una foto en bikini y recibe muchos ‘Likes’ porque es delgada, pues yo no puedo subir una foto igual porque soy más llenita y voy a tener muchos menos ‘Me Gusta’ que ella, así que situaciones como estas, comienzan a generar en las jóvenes mucha inseguridad, angustia, estrés y lo peor de todo, una autoestima baja que las puede llevar a la depresión”.
¿Cuáles son las señales que nos pueden ayudar a identificar que nuestro adolescente es adicto al internet o a las redes sociales?
“Cuándo literal, viven sin despegarse del teléfono: en la escuela están con el teléfono, en casa, a donde quiera que vayan, están en las redes sociales, pero cuando ya no comen o duermen ni conviven de forma física con familiares y amigos, por estar navegando y pendientes de lo que publicaron en el día o en la semana y se les va la noche, ya es una muestra más que clara de que hay un grave problema de adicción”.
“Y vienen las secuelas, porque comienzan con trastornos del sueño, ansiedad y depresión. Durante el día están enojados, irritables, con estrés y eso los lleva a deprimirse”.
“Pero también vienen otros problemas en los que hay que poner atención, como los trastornos alimenticios, en el caso de las mujeres, sufren de anorexia, y aquí se relaciona con la baja autoestima y la inseguridad que padecen porque no se agradan, por ello para las redes sociales utilizan filtros para verse más delgadas y ser aceptadas o reconocidas por ciertos grupos que existen en las plataformas digitales”, enfatiza la especialista.
Otro de los aspectos que lleva a los adolescentes a pasar tantas horas en internet y las redes es el tiempo que sus padres conviven con ellos, sobre ello Olivia Cruz señala: “Todo es un conjunto y una cadena que se va formando empezando por los papás. Qué pasa cuando después de un día de trabajo llega papá o mamá a casa y ¿a qué llegan?, a ver el teléfono o la red social y eso lo aprende el adolescente, porque finalmente, todo viene de casa”.
“Si yo llego a casa y mi adolescente quiere platicarme y externarme algún sentimiento o algo que le sucede y encuentra por respuesta un ‘sí, espérame tantito porque estoy chateando con fulanita o porque estoy mandando unos mensajes’, y no quito la vista del celular, pues eso es lo que está aprendiendo, y a veces eso es lo que aprendió desde mucho tiempo atrás, entonces, se debe predicar con el ejemplo”.
“Todo lo que el adolescente es, involucra a los padres. Hoy llegan al consultorio los papás y hacen ver como el que los chicos están mal, que son ellos los que no saben, que se la pasan solo en las redes sociales, pero como mencioné anteriormente, todo viene de casa”.
“En consulta, muchos adolescentes externan esta parte: ‘Si mi papá se la pasa en el teléfono, por qué yo no voy a estar en el teléfono’. ‘Si mi mamá no me pela, por qué yo la voy a pelar’, así que el tiempo que los padres dedican a sus hijos es muy importante y sin duda influye en su desarrollo”.
Pérdida de habilidades
Otro problema que afecta a los jóvenes, por la interacción desmedida en internet, menciona la especialista, es la pérdida de habilidades como la capacidad de expresar sus sentimientos, ya que ahora en lugar de externar lo que sienten con palabras, en las plataformas digitales recurren a los emojis.
Mediante estas imágenes digitales, expresan “sus supuestas emociones o ideas”, sin embargo dista mucho de lo que realmente sienten, “porque un sentimiento o emoción es mucho más complejo que un simple dibujito”, precisa la doctora.
“Lo más preocupante es que se está perdiendo el contacto con el otro, lo cual nos ayuda a desarrollar habilidades y capacidades al tener contacto corporal y visual con el otro, al ver su expresión facial, escuchar su voz, no es lo mismo que a través de una pantalla donde se carece de todo eso, lo cual está haciendo que nuestros adolescentes tengan mucha dificultad para comunicarse y expresarse con los demás”.
Sobre si los adolescentes pueden relacionarse realmente por medio de las redes sociales, la psicóloga afirma que definitivamente no, porque en las redes hay muchas situaciones confusas que los adolescentes no saben verdaderamente con quién se están topando:
“En las redes sociales no se crea una brecha afín, ni tan cercana con alguien, y aunque no se descarta de que hay casos de personas que han conseguido pareja o formado buenas amistades, un adolescente no puede entablar un lazo estrecho con alguien que acaba de conocer, con alguien que no sabe quién es. En muchas de las ocasiones, los chicos interactúan en las redes porque está de moda, es tendencia y para participar en los retos y obtener ‘Likes’, para ver cuántos seguidores tienen”, por eso le dan gran importancia a frases como ‘Es que me etiquetó en su publicación’. ‘Es que me escribió por Instagram’. ‘Es que lo conocí por Facebook’. Se les hace más emocionante y divertido ‘conocer’ a alguien por internet que a alguien de su escuela o de su colonia”.
“Es tal la importancia para ellos de interactuar en las redes sociales, ya que en ellas ‘el mundo es perfecto’, nadie sufre, a todos les va bien, todos tienen lo que quieren, pero la realidad es otra, por ello, definitivamente, desde mi punto de vista, los chicos no socializan realmente con alguien por medio de las redes sociales, porque son círculos que aportan muy poco”.
Violencia infinita en las redes
Otro riesgo que advierte la especialista es la exposición a distintos tipos de violencia que existen en las redes sociales: “En la adolescencia, los chicos son muy susceptibles y se vuelven presa fácil de las redes, donde se topan con un universo infinito de situaciones, la mayoría de ellas crueles en todo aspecto, ya que lo son quienes las manejan como los contenidos”.
“En una red social puedes recibir un insulto, amenaza de muerte, una ‘broma’ pesada y vivir aterrorizado, angustiado y hasta padecer una ansiedad tremenda. En las redes también se da el ciberbullying, pornografía, sexting, stalked, entre otros, que pueden tener consecuencias fatales para los chicos y chicas”.
“Retomemos el tema de los retos, porque finalmente todo reto atenta contra la salud y vida de los adolescentes. Hemos visto casos de chicos que por ganar estos retos, han consumido barras de jabón, medicamentos de manejo delicado y ellos no están conscientes del peligro, porque lo único que les interesa es obtener “Likes”, para adquirir fama, porque ya lo vio medio mundo, incluida la chica o chico que les gusta”.
“Cuando un chico sube una foto, un video y no adquiere los “Me gusta” que desearía, lo toma personal y se irrita, se estresa, se angustia y hasta se deprime. Nos están rebasando las redes sociales y es muy peligroso”.
Adicción puede llevar al suicidio
El Instituto para la Atención y Prevención de Adicciones (IAPA) reveló en un estudio reciente, que quienes más sufren ansiedad, estrés y depresión son los niños y los adolescentes de entre 4 a 19 años y el uso excesivo de dispositivos electrónicos y plataformas digitales contribuyen de forma preocupante para que padezcan estos trastornos.
La doctora Cruz Díaz indica que todo es una serie de sucesos que la adicción a las redes sociales va causando y afectando a los adolescentes, pues al estar inmersos todo el tiempo se desatan los trastornos ya antes mencionados y en los casos extremos, comienzan a atentar contra su vida: “Si nos vamos a lo drástico, si los chicos no encuentran aceptación ‘de los otros’, de cierto ‘grupo social’, si en su afán no encajan en el ‘mundo perfecto’ que se crea en las redes, y si no suben un video diario ‘no estoy en tendencia en las redes’, entonces pueden llegar a un suicidio y si no consumarlo, sí llegar a intentarlo”, alerta la especialista.
“Los adolescentes pudieran atentar contra su vida, a veces de forma abrupta y otras, pasar por etapas previas, en las que envían señales claras de que lo van a hacer. Cuando publican frases como: ‘Ya no me verán más’. ‘Como no tengo Likes puedo desaparecer’. Son señales evidentes de que el joven tiene ideas suicidas. En esta situación hay que tener mucho cuidado, y principalmente los padres deben darse cuenta de esto, porque son muestras claras de que algo no anda bien y que el adolescente es un adicto a las redes sociales”.
Así que la doctora hace una llamado de atención para que los papás pongan atención en lo que están viendo sus hijos en las redes: “Si mi hijo se la pasa viendo videos de personas que se quieren suicidar o que están relacionadas con eso, algo grave está pasando, por eso hay que estar pendientes de lo que ven y escuchan en el internet. Se han dado casos extremos de chicos que hasta han transmitido su suicidio en vivo por las redes sociales”.
Realizar actividades y convivencia físicas
La psicóloga Olivia Cruz hace una serie de recomendaciones para generar entornos más benéficos y evitar que los hijos se vuelvan dependientes de las redes sociales y no se expongan a todo lo que su ámbito genera.
En primera instancia, sugiere que los padres pasen más tiempo con sus hijos, pero además, les ofrezcan tiempo de calidad, es decir, que dispongan de horas para realizar actividades sanas, como la práctica de algún deporte, hacer ejercicio, realizar alguna actividad artística, o hacer alguna salida con amigos o familiares que implique la convivencia física.
Además, recomienda establecer horarios en los que se evitará el uso de los dispositivos digitales, esto puede ser durante las comidas, u otro espacio en los que deberán dedicarlos a platicar y convivir con sus hijos. Brindarles tiempo para escucharlos, donde los adolescentes se sientan en confianza y puedan externar sus problemas y se sientan apoyados por sus padres.
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“Los adolescentes deben realizar actividades físicas en las que puedan desestresarse, porque a veces es tanta su adicción por estar en las redes, que están sumamente estresados. ¿Qué pasa cuando a un adicto le retiran la droga? Tiene síndrome de abstinencia: angustia, taquicardia, agresividad, lo mismo sucede con los adolescentes y su adicción a las redes”.
La experta en salud mental indica que deben buscarse formas positivas y benéficas para navegar y usar las redes sociales: “Es mucho más sano que vayan a realizar alguna actividad, como jugar futbol, se saquen una foto para el Face, a que se la pasen metidos en las redes. Este sería un ejemplo sano de cómo navegar e interactuar en una red social”.
En última instancia, la especialista habló sobre el tiempo recomendable para que un adolescente navegue en las redes sociales: “Yo sugiero una hora diaria, sin embargo, los padres deben establecer horarios para ello, para que los chicos no sientan esta necesidad obsesiva de estar en las redes sociales. Deben establecer situaciones para interactuar en persona, convivir, salir y que se vuelva una convivencia más sana”.
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