/ viernes 24 de marzo de 2023

Presa Madín, en la mira ante severa sequía en CDMX y Edomex

La construcción de una segunda planta potabilizadora lleva un retraso de casi 5 meses

Pese a ser un cuerpo de agua altamente contaminado, la presa Madín se encuentra en la mira de los gobiernos del Estado de México y de la capital del país para contrarrestar la severa sequía que golpea al Valle de México.

De acuerdo con un proyecto integral de rehabilitación, en el que participa la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obra del Estado de México, actualmente se llevan a cabo diversos trabajos de rehabilitación y las autoridades prevén terminarlos a principios del segundo semestre de este año.

Dicha presa tiene un nivel de almacenamiento de 9.275 hm3, al corte del 23 de marzo de 2023; es decir, más de 9 mil 200 millones de metros cúbicos, lo que representa el 98.9% del nivel de aguas máximas ordinarias para la época, con una elevación de corona de 2 mil 348.5 metros sobre el nivel del mar, con lo que es una de las presas del Valle de México que prácticamente está al tope, según información de la Comisión Nacional del Agua, encargada de monitorear el cauce de la citada presa.

El proyecto integral de rehabilitación de la presa incluye la construcción de una segunda planta potabilizadora, conocida como Madín II, la cual fue anunciada desde abril de 2021 por la jefa de gobierno de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en conjunto con el gobierno mexiquense y la Comisión Nacional de Agua, pero lleva un retraso de casi cinco meses, conforme a las estimaciones de terminación de obra.

La planta potabilizadora Madín II comenzó su construcción en noviembre de 2021, con una inversión inicial de alrededor de 520 millones de pesos, y estaba prevista para concluirse en noviembre de 2022, situación que no sucedió debido a que los trabajos permanecieron parados enseguida de que arrancaron, en el último trimestre de 2021.

El proyecto integral de rehabilitación de la presa Madín, además de la segunda planta potabilizadora, contempla el saneamiento del cuerpo de agua, el mantenimiento preventivo y correctivo para la primera planta potabilizadora, la cual opera desde 1977, así como nuevas plantas de tratamiento.

Localizada en la zona poniente del Valle de México, abarcando parte de los municipios de Atizapán de Zaragoza, Naucalpan, Xonacatlán y Jilotzingo, la presa Madín es un embalse artificial con una extensión total de 99.45 kilómetros cuadrados, de los cuales 81 corresponden al espejo de agua y pertenece a la región hidrológica 26 Pánuco, en la cuenca del Valle de México, según datos de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la UNAM.

Foto: Luis Barrera

El proyecto de construcción de la potabilizadora Madín II permitirá a las autoridades, con base a los registros hidrométricos y de estudios hidrológicos, aportar un caudal adicional de 500 litros por segundo durante ocho meses al año, correspondiente al periodo de lluvias.

Esa es la apuesta de los gobiernos del Estado de México y de la capital del país ante la crisis hídrica que padecen el Valle de México y otras regiones mexiquenses, cuya situación tiende a agravarse cada vez más.

Se trata de un proyecto para aprovechar el excedente de agua que históricamente presenta la presa Madín durante la época de precipitaciones pluviales, ya que hasta hace algunos años se tiraba, vía desfogue, y se iba al Río San Javier, en Tlalnepantla, y al sistema de alcantarillado, como medida de seguridad para evitar daños e inundaciones a las comunidades aledañas por desbordamientos del embalse.

De acuerdo con el titular del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, Víctor Bourguett Ortiz, la Potabilizadora Madín II contará con tecnología moderna que permitirá hacer más eficientes las tareas de remoción de algas y materia orgánica disuelta.

La primera planta potabilizadora, que lleva operando 46 años, fue sujeta a principios de año a un proceso de mantenimiento, mediante la sustitución de la subestación eléctrica y mecanismos de control para adecuarlos a las características de los nuevos equipos electromecánicos.

Foto: Iliana Omaña

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En el proyecto integral de rehabilitación participan la Comisión Nacional del Agua y los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México, La planta potabilizadora Madin II se diseñó con el fin de llevar más agua a alcaldías y municipios mexiquenses, aprovechando los excedentes de ese gigantesco cuerpo de agua durante la época de lluvia.

Los volúmenes adicionales de la Presa Madín se utilizarán para aumentar el abasto de agua potable y así enfrentar la sequía. Este desfogue se ha venido realizando habitualmente para brindar mayor seguridad, tanto a la infraestructura de la presa como a la población que vive cerca del embalse, y que en época de lluvias corre el riesgo de desbordamientos.

De esta manera, además de garantizar los niveles de seguridad, la medida también permitirá utilizar un volumen adicional de 500 litros por segundo, que serán distribuidos de manera equitativa entre los municipios del Estado de México y las alcaldías del oriente de la Ciudad de México.

Según la Comisión del Agua del Estado de México, la extracción no implica que haya menos abasto para Atizapán, Tlalnepantla y Naucalpan, que se surten de la Presa Madín.

En los alrededores del depósito de agua hay una “cortina urbana” en los linderos con Atizapán de Zaragoza, con miles de viviendas que comparten límites territoriales del lado de Naucalpan, por lo que las autoridades desfogan la presa por motivos de seguridad.

La intención ahora, con la planta potabilizadora Madín II, será aprovechar este excelente y ya no tirarlo, sino tratarlo para llevar agua a miles de familias del Valle de México.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

Pese a ser un cuerpo de agua altamente contaminado, la presa Madín se encuentra en la mira de los gobiernos del Estado de México y de la capital del país para contrarrestar la severa sequía que golpea al Valle de México.

De acuerdo con un proyecto integral de rehabilitación, en el que participa la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obra del Estado de México, actualmente se llevan a cabo diversos trabajos de rehabilitación y las autoridades prevén terminarlos a principios del segundo semestre de este año.

Dicha presa tiene un nivel de almacenamiento de 9.275 hm3, al corte del 23 de marzo de 2023; es decir, más de 9 mil 200 millones de metros cúbicos, lo que representa el 98.9% del nivel de aguas máximas ordinarias para la época, con una elevación de corona de 2 mil 348.5 metros sobre el nivel del mar, con lo que es una de las presas del Valle de México que prácticamente está al tope, según información de la Comisión Nacional del Agua, encargada de monitorear el cauce de la citada presa.

El proyecto integral de rehabilitación de la presa incluye la construcción de una segunda planta potabilizadora, conocida como Madín II, la cual fue anunciada desde abril de 2021 por la jefa de gobierno de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en conjunto con el gobierno mexiquense y la Comisión Nacional de Agua, pero lleva un retraso de casi cinco meses, conforme a las estimaciones de terminación de obra.

La planta potabilizadora Madín II comenzó su construcción en noviembre de 2021, con una inversión inicial de alrededor de 520 millones de pesos, y estaba prevista para concluirse en noviembre de 2022, situación que no sucedió debido a que los trabajos permanecieron parados enseguida de que arrancaron, en el último trimestre de 2021.

El proyecto integral de rehabilitación de la presa Madín, además de la segunda planta potabilizadora, contempla el saneamiento del cuerpo de agua, el mantenimiento preventivo y correctivo para la primera planta potabilizadora, la cual opera desde 1977, así como nuevas plantas de tratamiento.

Localizada en la zona poniente del Valle de México, abarcando parte de los municipios de Atizapán de Zaragoza, Naucalpan, Xonacatlán y Jilotzingo, la presa Madín es un embalse artificial con una extensión total de 99.45 kilómetros cuadrados, de los cuales 81 corresponden al espejo de agua y pertenece a la región hidrológica 26 Pánuco, en la cuenca del Valle de México, según datos de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la UNAM.

Foto: Luis Barrera

El proyecto de construcción de la potabilizadora Madín II permitirá a las autoridades, con base a los registros hidrométricos y de estudios hidrológicos, aportar un caudal adicional de 500 litros por segundo durante ocho meses al año, correspondiente al periodo de lluvias.

Esa es la apuesta de los gobiernos del Estado de México y de la capital del país ante la crisis hídrica que padecen el Valle de México y otras regiones mexiquenses, cuya situación tiende a agravarse cada vez más.

Se trata de un proyecto para aprovechar el excedente de agua que históricamente presenta la presa Madín durante la época de precipitaciones pluviales, ya que hasta hace algunos años se tiraba, vía desfogue, y se iba al Río San Javier, en Tlalnepantla, y al sistema de alcantarillado, como medida de seguridad para evitar daños e inundaciones a las comunidades aledañas por desbordamientos del embalse.

De acuerdo con el titular del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, Víctor Bourguett Ortiz, la Potabilizadora Madín II contará con tecnología moderna que permitirá hacer más eficientes las tareas de remoción de algas y materia orgánica disuelta.

La primera planta potabilizadora, que lleva operando 46 años, fue sujeta a principios de año a un proceso de mantenimiento, mediante la sustitución de la subestación eléctrica y mecanismos de control para adecuarlos a las características de los nuevos equipos electromecánicos.

Foto: Iliana Omaña

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En el proyecto integral de rehabilitación participan la Comisión Nacional del Agua y los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México, La planta potabilizadora Madin II se diseñó con el fin de llevar más agua a alcaldías y municipios mexiquenses, aprovechando los excedentes de ese gigantesco cuerpo de agua durante la época de lluvia.

Los volúmenes adicionales de la Presa Madín se utilizarán para aumentar el abasto de agua potable y así enfrentar la sequía. Este desfogue se ha venido realizando habitualmente para brindar mayor seguridad, tanto a la infraestructura de la presa como a la población que vive cerca del embalse, y que en época de lluvias corre el riesgo de desbordamientos.

De esta manera, además de garantizar los niveles de seguridad, la medida también permitirá utilizar un volumen adicional de 500 litros por segundo, que serán distribuidos de manera equitativa entre los municipios del Estado de México y las alcaldías del oriente de la Ciudad de México.

Según la Comisión del Agua del Estado de México, la extracción no implica que haya menos abasto para Atizapán, Tlalnepantla y Naucalpan, que se surten de la Presa Madín.

En los alrededores del depósito de agua hay una “cortina urbana” en los linderos con Atizapán de Zaragoza, con miles de viviendas que comparten límites territoriales del lado de Naucalpan, por lo que las autoridades desfogan la presa por motivos de seguridad.

La intención ahora, con la planta potabilizadora Madín II, será aprovechar este excelente y ya no tirarlo, sino tratarlo para llevar agua a miles de familias del Valle de México.

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