/ lunes 6 de mayo de 2024

Piden destitución del titular de TSJCM; acusan machismo de jueces y magistrados 

Denuncian colectivos de mujeres que hay tortuguismo y corrupción en casos de pensión alimenticia, dicen estar en desventaja frente a violencia de género

Mujeres que han presentado demandas por pensión alimenticia o denuncias por la separación de sus hijos e hijas padecen la falta de aplicación de la Ley y la corrupción de jueces y magistrados en los juzgados, que imparten justicia con visión machista.

Existen casos abiertos en los que la vida de las mujeres está en riesgo por el simple hecho de exigir la pensión alimentaria para sus hijos y más aún, cuando el deudor es un hombre vinculado a redes de poder que resulta favorecido por la actuación de jueces y ministerios públicos.

TE RECOMENDAMOS: Edomex: Toma protesta Comité de Seguimiento de la CEAVEM

En diversos tribunales del país, sobre todo en la capital mexicana, prevalecen decisiones y fallos judiciales en contra de las mujeres que han o son víctimas de violencia vicaria, de sustracción de sus hijos y pensiones alimenticias.

En entrevistas con LA PRENSA activistas representantes de diversos colectivos, denunciaron lo anterior; y exigieron la destitución del magistrado Rafael Guerra Álvarez, presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, por incurrir en el delito de omisión, debido a que no actúa conforme a derecho en fallos judiciales en casos de violencia vicaria.

Las activistas, Dulce Nelly Gómez Martell, integrante de la Ley Camila; la impulsora de “Ley Camila”, Cynthia Bravo; Gabriela Pablos, impulsor de la Ley Vicaria Mx, del Frente Nacional Mujeres Libertarias y Rebeka Zebrekos abogada, periodista deportiva y víctima de violencia vicaria, comentaron que pese a que hay mujeres que enfrentan verdaderas violencias y son excluidas de la justicia para convivir con los menores de edad.

Los colectivos solicitan se erradique la visión machista de jueces y magistrados en juicios y procesos vinculados con la violencia de género.

De acuerdo a las activistas, el actuar de Guerra Álvarez afecta profundamente la integridad del sistema judicial, beneficia a políticos y a él mismo, mediante la manipulación de sentencias judiciales.

“Nos perjudica en casos de violencia vicaria y disputas de pensión alimenticia, donde la corrupción y malas prácticas judiciales resultan en decisiones que separan a los niños de sus madres o asignan insuficientes recursos económicos, perpetuando así ciclos de injusticia y violencia de género”.

Foto: cortesía

Los problemas se agravan por procesos judiciales que exceden una década, lo que viola el principio constitucional de justicia pronta y expedita, y deja a muchas familias en situaciones de daño irreparable. “A las víctimas de violencia familiar, la Fiscalía capitalina les da la espalda, cuando su obligación es protegerlas”, mencionaron.

Vamos a conocer casos de mujeres que sufren violencia vicaria o la sustracción de sus hijos

Gaby, violentada por dos parejas, promueve Ley Vicaria

Gabriela Pablos es una joven madre de dos hijos. Cada uno de ellos tiene su padre. Primero estuvo casada con un médico, con el cual vivió 8 años. Se embarazó de Nicolás, el niño mayor y los abusos psicológicos, emocionales y económicos de su entonces marido se volvieron más drásticos. Por lo que salió huyendo de esa relación porque el hombre era muy violento, luego se divorció.

A los pocos meses de su separación, conoció al papá de su segundo hijo. “Un francés muy guapo, que la apoyó en su proceso de duelo de su primera relación. Cuatro meses después de esta segunda relación quedó embarazada. La quería obligar a abortar… me volteó la cara y me di cuenta que era un psicópata integrado”.

El francés Guillaume Claude planeó la sustracción de su bebé antes de que naciera, un hombre perverso, pese a que decía ser un iluminado, un ser de luz, un chamán y gurú.

Con él también vivió múltiples abusos. Su bebé nació días antes de que se declarara la pandemia del Covid-19, en marzo del 2020. A los 7 meses sustrajo a su niño. “Le dijo que lo iba a llevar al parque y nunca volvió. Le comunicó que hablara con su abogada. Supo que lo había llevado a Francia. Y durante dos años no supo nada de su bebé”.

Pese a las denuncias que presentó, ninguna autoridad actuó, ningún juez pidió que presentaran al bebé. El francés de manera alevosa buscó al ex marido y con la misma abogada se pusieron de acuerdo. Como se divorció en Mazatlán, allá le abrió otro juicio para quitarle la custodia de su hijo mayor”. Donde la acusaron de que consumía drogas.

Fue acosada y hostigada por el progenitor de su hijo mayor después de que la demandó por sustracción y temía por su vida. Las autoridades de la Fiscalía de Sinaloa emitieron una orden de aprehensión en su contra y tuvo que huir para evitar que se lo quitaran.

Ya vivía acosada, vigilada y amenazada. “Era juicio y demanda, juicio y demanda, creo que son cerca de 70”, citó.

Pablos es licenciada en Periodismo y Maestra en Estudios de la Mujer por la UAM. Ella expuso que le concedieron un amparo.

“Fui a bajar el alerta ámbar de mi hijo, pero ya tenía otros dos juicios de pérdida de patria potestad, en una de esas audiencias me ejecutaron una orden de aprehensión, porque el hombre había hecho una carpeta de sustracción. Me detienen, me llevaron a la Fiscalía, luego a Sinaloa, como si fuera una criminal. “Me ingresaron al penal el Castillo, en Mazatlán donde estuvo 10 días”.

Gabriela y sus hijos son víctimas de violencia vicaria. Es activista en contra de la violencia vicaria en la Unión de Madres Libertarias. Actualmente trabaja en la promulgación de la Ley Vicaria y asiste a madres que también buscan a sus hijos y viven violencia institucional.

Al salir de la cárcel conoció por televisión, las protestas de mujeres que sufrían violencia vicaria y sustracción de menores, como es su caso. En el 2021 se sumó a los colectivos y el 25 de noviembre de ese año fue la primera vez que exigieron Ley Vicaria. Después realizaron un cacerolazo frente a la SCJN.

El ministro Arturo Zaldívar que estaba por terminar salió las atendió y reconoció que la violencia vicaría existe. Después hicieron foros. Luego fundaron la Unión de Madres Protectoras. Sigue impulsando Ley Vicaria, donde trabajaron con el senador José Narro.

A su bebé lo volvió a ver “porque hice mucho ruido”, después de dos años. “La juez dijo, vamos a ver cómo se lleva el niño con su mamá”.

¡La activista sinaloense remarcó que lleva esperando más de 4 años a que le devuelvan a su bebé! Lleva 4 años para que deje de haber impunidad a sus agresores y 1 para que se investigue la violencia mediática que le fabricaron.

Por lo que denuncia que los jueces "trabajan" vendiendo las custodias de nuestros hijos a señores abusivos y violentadores, indicó la fundadora de Madres Libertarias.

Foto: Ignacio Huitzil / La Prensa

Rebeka vive con miedo por amenazas de su agresor vicario

Rebeka Zebrekos, es integrante de Ley Sabina y apoya a varias colectivas. Ella no sólo padece adeudo de pensión alimenticia, sino también violencia vicaria. Su agresor y padre de su hija, es un famoso abogado que la amenaza, utiliza el aparato de justicia y sus influencias para fabricarle delitos como falsedad de declaración ante la autoridad, que la llevaron a estar, unos días, encarcelada sin ninguna prueba en julio de 2022.

Al estar encinta, se comienza a dar cuenta de las infidelidades de su pareja y sufrió diversos tipos de violencia psicológica, emocional y sexual, de un hombre macho, el cual afirmaba “que le daban asco las mujeres embarazadas”, de esa manera ejercía el patriarcado, de los hombres que quieren tener el control de la vida de las mujeres.

Rebeca es abogada y periodista deportiva, dice no ser activista, pero apoya a madres, donde dona su trabajo como abogada, las asesora y aclara dudas sobre en materia penal. Cuando estudió la carrera de Derecho conoció a su agresor, el padre de su hija que actualmente tiene 8 años.

En el Centro de Justicia de la Mujer le explicaron que ese tipo de hombres tienen la autoestima muy baja. Que era un sociópata y narcisista.

A Rebeka, la dejó durante algunos meses de su embarazo, se dedicó a viajar y regresó cuando la niña tenía 15 días de nacida. La buscó y le expresó que quería retomar la relación y formar una familia. Ella le creyó y retomó la relación, le propuso matrimonio, pues le dijo que si no se casaban no reconocía a la niña y no le daba dinero.

Le pidió el reconocimiento y manutención de la niña y fue cuando la amenazó por primera vez y le advirtió que “le iba a hacer la vida imposible, pues a él ninguna pendeja lo rechaza”. A los tres años volvió a aparecer y comentó que si quería reconocer a la niña.

Le puso tres demandas de paternidad, pero "él hacía que le desecharan los juicios”. Inclusive ante los jueces declaraba que no era su hija, que dudaba que lo fuera”. Luego decía que sí era.

Denunció que a la fecha, el abogado y agresor vicario la persigue y la trata de obligar a que decir que ya recibió todo el retroactivo de la pensión.

Dice tener miedo, porque es un sujeto de alta peligrosidad que la amenaza de muerte vía telefónica y de fabricarle delitos”. Considera que puede ser víctima de feminicidio.

El agresor vicario ha tenido favoritismo de parte de las MP. Describió que a la fecha mantiene dos denuncias en contra del abogado, una por violencia familiar y otra por incumplimiento de pensión alimentaria.

Contó que al estar encarcelada, recibió el apoyo de las colectivas: “Ley Sabina, 50 más 1, Frente Nacional contra la Violencia Vicaria, Gaby Pablos, Madres Libertarias, Coordinación de Madres e Infancias de Frida Gómez, por lo que le dieron audiencia.

También denunció que el Juez 12 en materia familiar en la Ciudad de México, Carlos Enríquez Sánchez Aparicio, ha sido señalado por muchas mamás, de que no juzga con perspectiva de género ni con perspectiva de infancia

Expuso que el papá de su hija ha entrado a las audiencias con guaruras para intimidar a la perito para que no lo evaluaran y todo ello lo ha permitido el juez Sánchez Aparicio.

Dulce Gómez Martell, Integrante de la Ley Camila

El 6 de abril 2022, tuvo una audiencia de escucha, llegó con su hija que en ese tiempo tenía 6 años, sin abogados; aun así, el juez determinó que se debía continuar con la audiencia, la separaron de su hija durante 6 horas.

“Me enteré que el juez tenía un trato con el papá de mi niña para quitármela en esa audiencia, pese a que ya tenía una denuncia penal en el juzgado familiar, de violencia familiar en su contra… se lo informé al juez y éste me gritó que era una mamá violenta, que había sido una mala madre y que le iba a dar la guarda y custodia provisional al papá, por lo que sólo iba a ver a mi hija en convivencia supervisada. Ya ni me permitieron despedirse de mi hija, y la volví a ver después de 6 meses”.

En la narración de su caso, Dulce Gómez, destacó que al papá de su hija lo vinculan a proceso por el delito de violencia familiar en abril del 2023. “En venganza, un mes después lleva a mi niña, y me denuncia penalmente porque afirma que yo le daba a mi hija comida podrida, que le decía puta, que la abandonaba en la calle y la golpeaba”.

Dulce contó que había logrado tener convivencias con su hija y poderla llevar a su casa cada domingo, pero a raíz de la anterior denuncia, la regresan a las convivencias supervisadas durante dos horas, cada 15 días. “La veo cuatro horas al mes”, refiere.

En el DIF diagnosticaron que su hija tiene alienación parental y salió que ella es una buena mamá, que está pendiente de la niña. Dulce tiene otra hija de 16 años.

Ella se divorció del papá de su segunda hija cuando ésta tenía año y medio. “El hombre empezó a ser violento con ella, desde que estaba embarazada, no la dejaba hablar con su familia, no quería que tuviera amigas; le criticaba la forma de vestir, hablaba mal de mi familia, la jaloneaba y le aventaba la comida, la ropa y criticaba a su hija mayor, que estudia en iniciación universitaria desde los 12 años”.

Hace un año comenzó con su activismo. Debido a que los jueces no ven por los niños, no hay un interés por el menor, ellos se venden por un taco”, acusó.

La niña pequeña le escribió a su hermana, ya que dejaron de verse un año completo, ya que el ex esposo metió una apelación para que no se vieran entre hermanas. “Mi hija pequeña escribió que se había convertido en una persona muy depresiva...que a nadie le importa... en menos de dos años, la han llevado a vivir con dos mamás diferentes y la niña ya no quiere, pero como el papa la obliga, lo tiene que hacer”.

Su hija está sometida, cuando llega a las convivencias con la cabeza agachada, no la ve ni le habla, hasta que ve que el papá se retira. “Es cuando platica y juega conmigo”.

El ex marido volvió a meter otra denuncia falsa, y ya no puede ver a su hermana, y yo la veo sólo en convivencia supervisada.

El sistema judicial “no sólo le falla a las víctimas de violencia familiar, sino que nos acusa de ser criminales y nos somete un viacrucis ante la gran necesidad y amor que tenemos por nuestras hijas, mientras hacen favores a los agresores para que sus agencias del Ministerio Público nos destrocen la vida”.

Ella también se sumó a la petición de promover una reforma judicial feminista y exigir la destitución de Rafael Guerra Álvarez, ya que dijo protege a jueces corruptos y desatiende los derechos y necesidades de mujeres y niños afectados por estas estructuras de poder corruptas.

“Hemos tenido reuniones con el magistrado, nos ve con desprecio, no hace nada por aplicar la justicia. Los juicios de guardia y custodia duran mucho tiempo, mientras el infante pierde vínculos ya sea con la mamá o el papá. Las relaciones con la familia”, comenta Dulce, quien estudió la licenciatura en educación preescolar.

Su caso está trabado. “Yo quiero tener la guardia y custodia de mi hija y que todos vayan a terapia”. Lamentablemente, agregó, mi hija que tiene problemas de sobrepeso no va a terapia, no realiza ninguna actividad, está aislada, el día de su cumpleaños la festejan con puros adultos. A ella la cuida por algunas horas su abuelita, que no se puede valer por sí misma, que se la pasa en un sillón viendo la televisión”, expuso.

Su hija actualmente tiene 9 años, y está muy manipulada por el padre.

“Pido a la juez dicte sentencia, que de la guarda y custodia de mi hija… sino me la quieren dar a mi, que se la den al papá, pero que ya queden definidas las convivencias, cuándo la debo ver… que mi niña no esté encarcelada en un Centro de Convivencia, no es bueno para ella, no tenemos porque están separadas, ya lo dijo el DIF, Cecofam, que soy apta para tener a mi hija. Que no se tarden tantos años”, concluyó.

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Mujeres que han presentado demandas por pensión alimenticia o denuncias por la separación de sus hijos e hijas padecen la falta de aplicación de la Ley y la corrupción de jueces y magistrados en los juzgados, que imparten justicia con visión machista.

Existen casos abiertos en los que la vida de las mujeres está en riesgo por el simple hecho de exigir la pensión alimentaria para sus hijos y más aún, cuando el deudor es un hombre vinculado a redes de poder que resulta favorecido por la actuación de jueces y ministerios públicos.

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En diversos tribunales del país, sobre todo en la capital mexicana, prevalecen decisiones y fallos judiciales en contra de las mujeres que han o son víctimas de violencia vicaria, de sustracción de sus hijos y pensiones alimenticias.

En entrevistas con LA PRENSA activistas representantes de diversos colectivos, denunciaron lo anterior; y exigieron la destitución del magistrado Rafael Guerra Álvarez, presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, por incurrir en el delito de omisión, debido a que no actúa conforme a derecho en fallos judiciales en casos de violencia vicaria.

Las activistas, Dulce Nelly Gómez Martell, integrante de la Ley Camila; la impulsora de “Ley Camila”, Cynthia Bravo; Gabriela Pablos, impulsor de la Ley Vicaria Mx, del Frente Nacional Mujeres Libertarias y Rebeka Zebrekos abogada, periodista deportiva y víctima de violencia vicaria, comentaron que pese a que hay mujeres que enfrentan verdaderas violencias y son excluidas de la justicia para convivir con los menores de edad.

Los colectivos solicitan se erradique la visión machista de jueces y magistrados en juicios y procesos vinculados con la violencia de género.

De acuerdo a las activistas, el actuar de Guerra Álvarez afecta profundamente la integridad del sistema judicial, beneficia a políticos y a él mismo, mediante la manipulación de sentencias judiciales.

“Nos perjudica en casos de violencia vicaria y disputas de pensión alimenticia, donde la corrupción y malas prácticas judiciales resultan en decisiones que separan a los niños de sus madres o asignan insuficientes recursos económicos, perpetuando así ciclos de injusticia y violencia de género”.

Foto: cortesía

Los problemas se agravan por procesos judiciales que exceden una década, lo que viola el principio constitucional de justicia pronta y expedita, y deja a muchas familias en situaciones de daño irreparable. “A las víctimas de violencia familiar, la Fiscalía capitalina les da la espalda, cuando su obligación es protegerlas”, mencionaron.

Vamos a conocer casos de mujeres que sufren violencia vicaria o la sustracción de sus hijos

Gaby, violentada por dos parejas, promueve Ley Vicaria

Gabriela Pablos es una joven madre de dos hijos. Cada uno de ellos tiene su padre. Primero estuvo casada con un médico, con el cual vivió 8 años. Se embarazó de Nicolás, el niño mayor y los abusos psicológicos, emocionales y económicos de su entonces marido se volvieron más drásticos. Por lo que salió huyendo de esa relación porque el hombre era muy violento, luego se divorció.

A los pocos meses de su separación, conoció al papá de su segundo hijo. “Un francés muy guapo, que la apoyó en su proceso de duelo de su primera relación. Cuatro meses después de esta segunda relación quedó embarazada. La quería obligar a abortar… me volteó la cara y me di cuenta que era un psicópata integrado”.

El francés Guillaume Claude planeó la sustracción de su bebé antes de que naciera, un hombre perverso, pese a que decía ser un iluminado, un ser de luz, un chamán y gurú.

Con él también vivió múltiples abusos. Su bebé nació días antes de que se declarara la pandemia del Covid-19, en marzo del 2020. A los 7 meses sustrajo a su niño. “Le dijo que lo iba a llevar al parque y nunca volvió. Le comunicó que hablara con su abogada. Supo que lo había llevado a Francia. Y durante dos años no supo nada de su bebé”.

Pese a las denuncias que presentó, ninguna autoridad actuó, ningún juez pidió que presentaran al bebé. El francés de manera alevosa buscó al ex marido y con la misma abogada se pusieron de acuerdo. Como se divorció en Mazatlán, allá le abrió otro juicio para quitarle la custodia de su hijo mayor”. Donde la acusaron de que consumía drogas.

Fue acosada y hostigada por el progenitor de su hijo mayor después de que la demandó por sustracción y temía por su vida. Las autoridades de la Fiscalía de Sinaloa emitieron una orden de aprehensión en su contra y tuvo que huir para evitar que se lo quitaran.

Ya vivía acosada, vigilada y amenazada. “Era juicio y demanda, juicio y demanda, creo que son cerca de 70”, citó.

Pablos es licenciada en Periodismo y Maestra en Estudios de la Mujer por la UAM. Ella expuso que le concedieron un amparo.

“Fui a bajar el alerta ámbar de mi hijo, pero ya tenía otros dos juicios de pérdida de patria potestad, en una de esas audiencias me ejecutaron una orden de aprehensión, porque el hombre había hecho una carpeta de sustracción. Me detienen, me llevaron a la Fiscalía, luego a Sinaloa, como si fuera una criminal. “Me ingresaron al penal el Castillo, en Mazatlán donde estuvo 10 días”.

Gabriela y sus hijos son víctimas de violencia vicaria. Es activista en contra de la violencia vicaria en la Unión de Madres Libertarias. Actualmente trabaja en la promulgación de la Ley Vicaria y asiste a madres que también buscan a sus hijos y viven violencia institucional.

Al salir de la cárcel conoció por televisión, las protestas de mujeres que sufrían violencia vicaria y sustracción de menores, como es su caso. En el 2021 se sumó a los colectivos y el 25 de noviembre de ese año fue la primera vez que exigieron Ley Vicaria. Después realizaron un cacerolazo frente a la SCJN.

El ministro Arturo Zaldívar que estaba por terminar salió las atendió y reconoció que la violencia vicaría existe. Después hicieron foros. Luego fundaron la Unión de Madres Protectoras. Sigue impulsando Ley Vicaria, donde trabajaron con el senador José Narro.

A su bebé lo volvió a ver “porque hice mucho ruido”, después de dos años. “La juez dijo, vamos a ver cómo se lleva el niño con su mamá”.

¡La activista sinaloense remarcó que lleva esperando más de 4 años a que le devuelvan a su bebé! Lleva 4 años para que deje de haber impunidad a sus agresores y 1 para que se investigue la violencia mediática que le fabricaron.

Por lo que denuncia que los jueces "trabajan" vendiendo las custodias de nuestros hijos a señores abusivos y violentadores, indicó la fundadora de Madres Libertarias.

Foto: Ignacio Huitzil / La Prensa

Rebeka vive con miedo por amenazas de su agresor vicario

Rebeka Zebrekos, es integrante de Ley Sabina y apoya a varias colectivas. Ella no sólo padece adeudo de pensión alimenticia, sino también violencia vicaria. Su agresor y padre de su hija, es un famoso abogado que la amenaza, utiliza el aparato de justicia y sus influencias para fabricarle delitos como falsedad de declaración ante la autoridad, que la llevaron a estar, unos días, encarcelada sin ninguna prueba en julio de 2022.

Al estar encinta, se comienza a dar cuenta de las infidelidades de su pareja y sufrió diversos tipos de violencia psicológica, emocional y sexual, de un hombre macho, el cual afirmaba “que le daban asco las mujeres embarazadas”, de esa manera ejercía el patriarcado, de los hombres que quieren tener el control de la vida de las mujeres.

Rebeca es abogada y periodista deportiva, dice no ser activista, pero apoya a madres, donde dona su trabajo como abogada, las asesora y aclara dudas sobre en materia penal. Cuando estudió la carrera de Derecho conoció a su agresor, el padre de su hija que actualmente tiene 8 años.

En el Centro de Justicia de la Mujer le explicaron que ese tipo de hombres tienen la autoestima muy baja. Que era un sociópata y narcisista.

A Rebeka, la dejó durante algunos meses de su embarazo, se dedicó a viajar y regresó cuando la niña tenía 15 días de nacida. La buscó y le expresó que quería retomar la relación y formar una familia. Ella le creyó y retomó la relación, le propuso matrimonio, pues le dijo que si no se casaban no reconocía a la niña y no le daba dinero.

Le pidió el reconocimiento y manutención de la niña y fue cuando la amenazó por primera vez y le advirtió que “le iba a hacer la vida imposible, pues a él ninguna pendeja lo rechaza”. A los tres años volvió a aparecer y comentó que si quería reconocer a la niña.

Le puso tres demandas de paternidad, pero "él hacía que le desecharan los juicios”. Inclusive ante los jueces declaraba que no era su hija, que dudaba que lo fuera”. Luego decía que sí era.

Denunció que a la fecha, el abogado y agresor vicario la persigue y la trata de obligar a que decir que ya recibió todo el retroactivo de la pensión.

Dice tener miedo, porque es un sujeto de alta peligrosidad que la amenaza de muerte vía telefónica y de fabricarle delitos”. Considera que puede ser víctima de feminicidio.

El agresor vicario ha tenido favoritismo de parte de las MP. Describió que a la fecha mantiene dos denuncias en contra del abogado, una por violencia familiar y otra por incumplimiento de pensión alimentaria.

Contó que al estar encarcelada, recibió el apoyo de las colectivas: “Ley Sabina, 50 más 1, Frente Nacional contra la Violencia Vicaria, Gaby Pablos, Madres Libertarias, Coordinación de Madres e Infancias de Frida Gómez, por lo que le dieron audiencia.

También denunció que el Juez 12 en materia familiar en la Ciudad de México, Carlos Enríquez Sánchez Aparicio, ha sido señalado por muchas mamás, de que no juzga con perspectiva de género ni con perspectiva de infancia

Expuso que el papá de su hija ha entrado a las audiencias con guaruras para intimidar a la perito para que no lo evaluaran y todo ello lo ha permitido el juez Sánchez Aparicio.

Dulce Gómez Martell, Integrante de la Ley Camila

El 6 de abril 2022, tuvo una audiencia de escucha, llegó con su hija que en ese tiempo tenía 6 años, sin abogados; aun así, el juez determinó que se debía continuar con la audiencia, la separaron de su hija durante 6 horas.

“Me enteré que el juez tenía un trato con el papá de mi niña para quitármela en esa audiencia, pese a que ya tenía una denuncia penal en el juzgado familiar, de violencia familiar en su contra… se lo informé al juez y éste me gritó que era una mamá violenta, que había sido una mala madre y que le iba a dar la guarda y custodia provisional al papá, por lo que sólo iba a ver a mi hija en convivencia supervisada. Ya ni me permitieron despedirse de mi hija, y la volví a ver después de 6 meses”.

En la narración de su caso, Dulce Gómez, destacó que al papá de su hija lo vinculan a proceso por el delito de violencia familiar en abril del 2023. “En venganza, un mes después lleva a mi niña, y me denuncia penalmente porque afirma que yo le daba a mi hija comida podrida, que le decía puta, que la abandonaba en la calle y la golpeaba”.

Dulce contó que había logrado tener convivencias con su hija y poderla llevar a su casa cada domingo, pero a raíz de la anterior denuncia, la regresan a las convivencias supervisadas durante dos horas, cada 15 días. “La veo cuatro horas al mes”, refiere.

En el DIF diagnosticaron que su hija tiene alienación parental y salió que ella es una buena mamá, que está pendiente de la niña. Dulce tiene otra hija de 16 años.

Ella se divorció del papá de su segunda hija cuando ésta tenía año y medio. “El hombre empezó a ser violento con ella, desde que estaba embarazada, no la dejaba hablar con su familia, no quería que tuviera amigas; le criticaba la forma de vestir, hablaba mal de mi familia, la jaloneaba y le aventaba la comida, la ropa y criticaba a su hija mayor, que estudia en iniciación universitaria desde los 12 años”.

Hace un año comenzó con su activismo. Debido a que los jueces no ven por los niños, no hay un interés por el menor, ellos se venden por un taco”, acusó.

La niña pequeña le escribió a su hermana, ya que dejaron de verse un año completo, ya que el ex esposo metió una apelación para que no se vieran entre hermanas. “Mi hija pequeña escribió que se había convertido en una persona muy depresiva...que a nadie le importa... en menos de dos años, la han llevado a vivir con dos mamás diferentes y la niña ya no quiere, pero como el papa la obliga, lo tiene que hacer”.

Su hija está sometida, cuando llega a las convivencias con la cabeza agachada, no la ve ni le habla, hasta que ve que el papá se retira. “Es cuando platica y juega conmigo”.

El ex marido volvió a meter otra denuncia falsa, y ya no puede ver a su hermana, y yo la veo sólo en convivencia supervisada.

El sistema judicial “no sólo le falla a las víctimas de violencia familiar, sino que nos acusa de ser criminales y nos somete un viacrucis ante la gran necesidad y amor que tenemos por nuestras hijas, mientras hacen favores a los agresores para que sus agencias del Ministerio Público nos destrocen la vida”.

Ella también se sumó a la petición de promover una reforma judicial feminista y exigir la destitución de Rafael Guerra Álvarez, ya que dijo protege a jueces corruptos y desatiende los derechos y necesidades de mujeres y niños afectados por estas estructuras de poder corruptas.

“Hemos tenido reuniones con el magistrado, nos ve con desprecio, no hace nada por aplicar la justicia. Los juicios de guardia y custodia duran mucho tiempo, mientras el infante pierde vínculos ya sea con la mamá o el papá. Las relaciones con la familia”, comenta Dulce, quien estudió la licenciatura en educación preescolar.

Su caso está trabado. “Yo quiero tener la guardia y custodia de mi hija y que todos vayan a terapia”. Lamentablemente, agregó, mi hija que tiene problemas de sobrepeso no va a terapia, no realiza ninguna actividad, está aislada, el día de su cumpleaños la festejan con puros adultos. A ella la cuida por algunas horas su abuelita, que no se puede valer por sí misma, que se la pasa en un sillón viendo la televisión”, expuso.

Su hija actualmente tiene 9 años, y está muy manipulada por el padre.

“Pido a la juez dicte sentencia, que de la guarda y custodia de mi hija… sino me la quieren dar a mi, que se la den al papá, pero que ya queden definidas las convivencias, cuándo la debo ver… que mi niña no esté encarcelada en un Centro de Convivencia, no es bueno para ella, no tenemos porque están separadas, ya lo dijo el DIF, Cecofam, que soy apta para tener a mi hija. Que no se tarden tantos años”, concluyó.

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