En la celebración del 127 aniversario de la coronación pontificia de la Virgen de Guadalupe, se celebró la misa de las rosas en la Basílica de Guadalupe, con motivo del 540 aniversario del inicio de la Evangelización de América, los fieles elevaron una oración por México y por todos los países de América que recibieron el evangelio.
En el 46 aniversario de la consagración de la nueva Basílica y del traslado de la imagen de la virgen de Guadalupe a dicho recinto, también se oró por la Guadalupana, estrella de la evangelización del nuevo mundo.
También se oró por las familias, por las personas que han perdido la vida a causa de la pandemia en México y el mundo y los que han perecido a causa de los fenómenos de la naturaleza o de los conflictos bélicos en Rusia y Ucrania.
Se elevó una súplica por todos los enfermos, los que sufren y los que son malogrados, para que Dios les traiga alegría y la paz; Durante la Misa de las Rosas, el Arzobispo Primado de México, el Cardenal Carlos Aguiar Retes, bendijo cientos de rosas que fueron regaladas a los asistentes y a los miembros del Cabildo y a sus obispos auxiliares.
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Es importante recordar que el 12 de octubre de 1976 fue trasladada la tilma de San Juan Diego con la imagen de la Virgen de Guadalupe a la Nueva Basílica.
Es una celebración que resalta el encuentro entre dos culturas (la indígena y la europea), con el que dio inicio el largo proceso de evangelización en América.
Tiene lugar dos veces al año en este santuario mariano, y tiene como propósito recordar el momento histórico en el que San Juan Diego se presenta ante el primer obispo de México, fray Juan de Zumárraga.
Y frente a él, desdobla su tilma que contenían rosas como las de Castilla, y en donde aparece estampada la milagrosa imagen de la Virgen de Guadalupe.
En la revista católica Desde la Fe señala que las flores eran sumamente apreciadas en la cultura indígena: en lengua náhuatl se referían a la poesía como “flor y canto”.
Uno de los versos de Nezahualcóyotl dice: “Al fin comprendí mi corazón, escuchó el canto, veo las flores”.
La flor era uno de los 20 días del calendario prehispánico, el Códice Florentino muestra un dibujo de los xochimanque, los encargados de disponer las flores y de hacer los ramilletes y guirnaldas; y en el propio vestido de la Virgen de Guadalupe aparecen varias flores como un mensaje de inculturación.
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