El oído humano tolera sonidos fuertes de hasta 90 decibeles sin ocasionar daños; sin embargo, algunos sonidos van por arriba de esa intensidad, como es el caso del estallido que provocan los juegos pirotécnicos, que tradicionalmente se utilizan para los festejos patrios.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estruendo de la pirotecnia alcanza hasta 190 decibeles, lo cual llega a ocasionar pérdida auditiva.
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Ante la llegada de las festividades patrias, en las que se acostumbra la música a todo volumen y la quema de artículos de pirotécnica, especialistas en salud auditiva recomendaron a la población evitar la exposición directa a sonidos intensos, ya que estos pueden provocar daños irreversibles al oído.
La pirotecnia es el complemento de las celebraciones en todo el país, llenan de color el cielo nocturno y el sonido extremo envuelve las calles y provoca gran emoción entre los espectadores; sin embargo, este espectáculo de luz y sonido, también viene acompañado de otros factores polémicos, entre los que podemos resaltar la contaminación auditiva que provocan los estruendos de las explosiones.
Especialistas de Med-El, líder en soluciones médicas auditivas, aseguraron que una persona tiene la capacidad de tolerar volumen de hasta 90 decibeles sin ocasionar hipoacusia, arriba de esta frecuencia podría dañar permanentemente al oído.
El sonido de los cohetes, el volumen alto de la música y el bullicio de la gente durante la festividad, todo en conjunto, aumentan aún más los decibelios que perciben las personas.
La OMS, señala que el estruendo de la pirotecnia puede alcanzar hasta 190 decibeles que es mucho más de lo que el oído adulto soporta, en tanto que los bebés son más vulnerables y están expuestos a lesiones auditivas más profundas.
Los sonidos agudos que emiten los cohetes o fuegos artificiales llegan a provocar diversos tipos de traumatismos auditivos como: traumatismo acústico agudo, el cual se produce cuando hay una exposición a un ruido único de muy corta duración, pero de muy alta intensidad, el cual puede causar hipoacusia temporal o permanente; traumatismo acústico crónico, es la pérdida auditiva continua, se desarrolla de forma gradual a lo largo de los años.
“Es importante mencionar que la exposición a decibelios altos puede generar un trauma en el oído, que induce al deterioro inmediato y permanente en el oído medio y el oído interno. El sonido ingresa de una forma intensa en los oídos dañando la estructura interna y las células encargadas de enviar información, provocando pérdida auditiva.”, señala doctor Fernando Díaz Rojas, médico y gerente de Med-El México.
Además de disminuir la audición, la hipoacusia provocada por un traumatismo acústico agudo también produce lesiones que afectan el equilibrio, causando síntomas como inestabilidad, dolor y sangrado de oído, que pueden ser unilateral o bilateral, dependiendo del tipo de lesión y la sensibilidad aumentada a los sonidos habituales.
Al detectar anomalías en la salud auditiva es fundamental acudir al especialista de forma oportuna, pues solo ellos podrán indicar el tratamiento adecuado, que va desde auxiliares auditivos hasta implantes cocleares. Una vez que se tiene un diagnóstico, el seguimiento es fundamental para lograr que la vida de los pacientes tenga calidad y sea más amena.
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